❝Bad Habits❞ 「EunHae」

3. Molestia

Pongo los ojos en blanco cuando escucho su voz. Nunca me pareció tan irritante, tan chillona y molesta. De pensar que incluso la oí gemir con ese timbre me hace estremecer. Acelero el paso notando a todos mirándonos. Eso es lo que le gusta a ella, llamar la atención de todas, queriendo que sepan siempre qué le pasa. A veces quisiera no conocerla también pero después de todo fueron varios años juntos en los que creí que la quería en serio.

Me volteo cuando veo a Hyukjae aparecer de repente a unos metros más adelante de mí. No quiero que me vea y es por ello que voy hacia Jessica logrando que se calle, la tomo del brazo y comienzo a tirar de ella lejos del resto, llevándola hasta detrás de los árboles.

—Hae...

—No me vuelvas a llamar así —le digo. Miro por encima de su hombro, Hyukjae saca un cigarrillo del bolsillo de su chaqueta. Se lo lleva a los labios para encenderlo y le da una calada al instante.

—Lo siento —ella limpia sus mejillas. No ha llorado, sé cuando lo hace—. No quería...

—No digas que no querías porque no fue la primera vez que tuviste sexo con Hyukjae.

—¿C-cómo sabes eso? —pongo los ojos en blanco. Al menos esperaba que se negara. Sé que si lo hacía resultaría ser mentira pero mierda, eso sobrepasaba los límites.

—Estamos perdiendo tiempo aquí —intento pasar por su lado pero ella me detiene.

—Tú también me has sido infiel.

—Lo he sido. Con Minah, con Tiffany, con Sandara —me cachetea. Me lo esperaba y de seguro me lo merecía pero quiero acabar rápido con ello, Hyukjae acaba de verme y ahora se acerca con una sonrisa ladina.

—Eres un imbécil.

—Lo soy, terminamos. Lo siento, debo ir a clase —digo con rapidez, me suelto de su agarre y salgo de entre mi «escondite» para caminar hacia los edificios, alejándome de Hyukjae y de su mirada coqueta.

—Oye, no te vayas así que no muerdo. Al menos no sin una razón de por medio —no es necesario que responda así que no lo hago. Escucho sus botas contra las pequeñas piedras debajo de nosotros y continúo hasta que estoy dentro del pabellón.

Me acerco a mi casillero y descuelgo la mochila de mis hombros. Saco los libros para ponerlos dentro y dejo únicamente el de historia. No es mi materia favorita pero es una de las que mejores notas obtengo así que no me quejo. Diría que la maestra está interesada en mí, casi siempre me toca el brazo cuando hablamos y digo casi porque hay otras ocasiones donde hay alumnos u otros profesores presentes. Cierro la pequeña puerta del casillero y doy un brinco al encontrarme con Hyukjae quien ya no tiene el cigarrillo en los labios. Ahora mueve su mandíbula, de seguro masticando un chicle de menta. Lo percibo en su aliento cuando me habla.

—¿Te doy miedo?

—Me das asco —respondo sin pensarlo. Paso por su lado golpeando su hombro y oigo una carcajada de su parte. Las ganas que tengo de golpearlo.

—Oh, vamos. Ni siquiera te gustaba en serio —se pone a mi lado con facilidad y pasa un brazo por mis hombros. Teniéndolo así de cerca percibo su aroma, a pesar de los lugares en los que siempre anda metido, lo único malo que percibo en él es el aroma del cigarrillo. Obviando el de la menta y el de su colonia. ¿Paco Rabanne?

—Era mi novia, hijo de puta —lo empujo para alejarlo. Lo miro con el ceño fruncido al detenerme—. Déjame en paz, ¿quieres? Ya te la cogiste, ve con ella y a mí déjame.

—Creeme, quiero hacerlo pero es que tu trasero se aprieta tanto cuando caminas que...mierda, me dan ganas de morderlo —gruñe y a la vez se queja como si hablara de la comida más deliciosa. Si se tratara de alguna chica o de algún chico gay cualquiera me sentiría halagado. Pero se trata de Hyukjae, el idiota que tuvo sexo con mi novia y que se atrevió a hacerle msrcas cuando a mí no me dejaba porque sus padres la regañarían.