31. Hope

790 127 41
                                    

Pov Donghae

Llevo una mano a mi cabeza cuando un intenso dolor me atraviesa haciéndome arrugar el entrecejo, un pequeño quejido no llegó a ser contenido por mí. Chasqueo la lengua arrastrándome hasta tener la espalda pegada al cabecero de la cama, todo me da vueltas así que apenas logro estabilizarme encima del colchón, abro mis ojos que hasta ese momento me había obligado a mantener cerrados.

Lo primero que observo es que estoy en la habitación de Heechul, no recuerdo haber venido aquí, probablemente lo llamé borracho. Lo último que me da vueltas en la cabeza es que hablé con alguien anoche de quien ni siquiera sé el nombre o puede que sí pero en ese momento, parecía haberse borrado.

—Buenos días.

Doy un brinco en mi lugar al escuchar una voz ajena a mí, giro mi cabeza de golpe y es cuestión de segundos para que mi corazón empiece a latir como loco. Trago saliva o eso es lo que intento, mi boca se ha secado de repente.

Cierro mis ojos otra vez. No es posible. No, no, no. ¿Acaso me lo encontré anoche? No hay siquiera un recuerdo borroso de Hyukjae en mi cabeza, ¿o todavía estoy alucinando? Muerdo mi labio con un poco de fuerza y es cuando empiezo a sentir dolor que decido soltarlo, no es un sueño.

Mis párpados vuelven a elevarse y es ahí cuando lo encuentro. Abro y cierro mi boca varias veces, niego con mi cabeza ignorando por completo el hecho de que mi cerebro parece batirse.

—¿Q-qué haces aquí? —es lo que sale de mi boca luego de unos minutos que parecen haber sido una eternidad.

Pese a que se trata del mismo Hyukjae de siempre, noto algo diferente en él. ¿Ha subido de peso? Me fijo en su mandíbula, sigue siendo igual de marcada que siempre pero sus mejillas ya no parecen estar hacia adentro. Sino que están ligeramente abultadas, es algo mínimo, casi imperceptible pero yo soy capaz de notarlo.

Vuelvo a boquear y desvío la mirada hacia mis manos. ¿Por qué estoy tan avergonzado? Si la última vez que lo vi estuve a punto de golpearlo. Supongo que estaba demasiado enojado como para notarlo.

No lo miro aún cuando lo noto levantarse, es más, aprieto mis dedos entre sí y vuelvo a morderme el labio. De reojo, lo veo caminar hasta la mesita de noche que está junto a mí. Se sienta de nuevo pero esta vez en el colchón, quedando justo en frente de mí. No pasa ni un segundo cuando aparecen sus manos en mi campo de visión sosteniendo un vaso de agua y lo que parece ser una tableta.

Arqueo una de mis cejas y es entonces cuando levanto la barbilla para mirarlo de frente. Sus ojos casi negros se clavan inquisitivos en mí, aguanto las ganas de encogerme en la chaqueta.

—¿Piensas drogarme de nuevo? —río bajo en un intento de alivianar el ambiente. Él, al contrario, se mantiene serio. Sin un atisbo de gracia.

Coge la tableta y la pone dentro del vaso de agua, empieza a burbujear al instante.

—Bébelo —aunque me tiento a rechistar, simplemente hago una mueca y agarro el vaso tratando en lo posible de no tocar sus dedos. Él tampoco intenta hacerlo.

Luego de tomármelo de un sólo trago en el mismo que me raspa la garganta, hago una mueca arrugando la nariz. Dejo el vaso a un lado y regreso mis manos a mi regazo. ¿Qué se supone que haga ahora?

Lo escucho suspirar, después ríe y niega con su cabeza. Pasa ambas manos por su cabello que ha vuelto a ser negro. Tal vez me estoy equivocando, pero parece nervioso. Aunque eso es improbable, Hyukjae es el hombre más sinvergüenza que conozco.

—¿Crees...—pone una mano a un lado de mi cuerpo y se inclina un poco. Aguanto la respiración— que podamos hablar?

Miro sus labios a detalle. Son igual de rojos que siempre sólo que a diferencia de antes, ahora no están resecos ni lastimados en lo absoluto. Todo en el parece curiosamente sano.

❝Bad Habits❞ 「EunHae」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora