19. Obseso

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Corro y corro, esquivo a algunos que se interponen en mi camino, hago una pequeña acrobacia sosteniendo la pelota en mis pies para luego lanzarla al aire y así seguirla. Río cuando los escucho quejarse, sigo corriendo y al estar cerca del arco doy una fuerte patada logrando meter un gol bastante limpio que incluso llega a hacer que la red se vaya hacia atrás, casi como en las animaciones que se relacionan a los deportes. Echo mi cabello lejos de mis ojos dado que está sudado y si se metiera a mis ojos sería un verdadero problema.

Escucho chicas gritando, los de mi grupo rodeándome para felicitarme y yo sonriendo avergonzado.

—¡Muy bien, Donghae! Si haces eso de seguro ganaremos el campeonato —es lo que dice el entrenador acercándose a mí. Me muerdo el labio y es cuando lo escucho.

—¡Eso es, nene! —siento mis mejillas calentarse aún más de lo que ya están dado el calor y el sol. Miro hacia las gradas donde está Hyukjae aplaudiendo. Todos empiezan a murmurar aunque no sé si es por lo guapo que se ve con esa banda deportiva en la cabeza, que al parecer siempre se pone para educación física pues casi todas las veces que se la he visto puesta ha sido en esos momentos.

El entrenador nos dice que podemos descansar hasta que la clase termine así que aprovecho para correr hasta él. Estira su mano en la cual sostiene una botella de agua, antes de decirle algo, la abro para darle un largo trago que la vacía hasta un poco más abajo de la mitad. Se está mordiendo el labio y me mira casi con hambre. Abro mi boca para hablar pero todo lo que quiero decir es reemplazado por un grito de sorpresa poco masculino cuando tira de mí hacia su regazo. Hunde su rostro en mi cuello e inhala con fuerza.

Trato de alejarme lo más disimulado que puedo pero todo el mundo nos mira así que aunque fuera sigiloso, ellos lo notarían. Acabo rindiéndome y me cruzo de brazos para mirarlo. Me mira con una sonrisita traviesa en su rostro, siento su mano deslizarse por mi pierna, aprieto ambas dejándola atrapada y arqueo mi ceja tratando de parecer amenazante pero causo algo contrario a lo que quería en él.

—El problema de ya haber tenido sexo contigo es que quiero hacerlo siempre —gruñe volviendo a hundir su nariz en mi cuello. Me encojo un poco y niego con mi cabeza.

—Hyukjae, estoy sudado —trato de excusarme. Me aprieta más contra su cuerpo.

—Esa noche estabas aún más sudado y húmedo —una vez más, tengo las mejillas bañadas en rojo intenso. Arrugo mi entrecejo y me pongo de pie empujándolo con fuerza. Lo oigo reír como si le hubiera contado el chiste más gracioso del mundo pero la verdad es que estoy muy enojado.

—Oh, vamos —recojo mi maleta que tiene mi uniforme limpio junto con otras cosas para mi aseo y bajo las gradas—. Nene, sólo decía la verdad.

—Guárdate tu verdad, HyukJae —le gruño con los dientes apretados. Todos siguen descansando aunque ya no me interesa si nos miran.

—No quiero, bebé. Me gusta que trates de disimular tu vergüenza enojándote —es tal como lo dice, sin ninguna suposición de por medio, me da muchísima verguenza que diga esas cosas pero no puede esperar a que me acostumbre cuando no hemos pasado los besos desde esa noche en que mi culo fue el protagonista. Sé que ha querido cuidarme pero ya va más de una semana y sigue haciendo insinuaciones como aquellas sin llegar a nada.

Bufo al estar en los vestidores. Lanzo mi maleta en las bancas de madera con la botella de agua dentro y empiezo a quitarme la ropa a base de tirones como si así pudiera canalizar mi ira. La dejo colgada por ahí para que el sudor se seque un poco mientras me baño, no quiero guardarla tal cual ya que podría adquirir olores de verdad asquerosos, ya me pasó en algún momento.

Engancho mis dedos en mi ropa interior para deshacerme de ella, la levanto del suelo y apenas me yergo cuando siento un par de manos en mi cadera. Abro mis ojos de golpe y me enderezo totalmente para levantar mi brazo y darle un golpe a cualquiera que se atreva a tocarme.

❝Bad Habits❞ 「EunHae」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora