14. Falta de oportunidad

2.5K 317 129
                                    

En todo el tiempo que hemos estado sentados uno frente al otro, Connor se ha dedicado a hablarme de su vida, de lo aue ha hecho, de sus logros y de cómo ingresó al equipo de soccer convirtiéndose al poco tiempo en capitán, razón por la cual pude deducir el porqué había crecido tanto tanto en estatura como en sus hombros. Es que seguía siendo delgado pero ahora su cuerpo estaba más desarrollado y casi había perdido por completo su cara de niño inocente, aunque su personalidad lo seguía siendo. Tan dulce, amable y caballeroso. Pese a que esperé de que me hablara de alguno de sus amoríos, no hubo nada. Y bueno, la última vez que lo hicimos fue cuando le conté de Jessica, no hablamos nunca más y supe que tenía que darle tiempo para superar el hecho de que no estaríamos nunca más juntos, pero tampoco esperaba tenerlo ahí.

—...y mamá consiguió un mejor lugar en la empresa que trabajaba —bebe un poco de su zumo de naranja. Miro el postre que pidió que apenas ha tocado por estar hablando, sonrío leve. No ha cambiado nada en realidad.

—¿Sigue ahí mismo? —pregunto limpiando mis labios cuando ya he terminado mi cheesecake de fresa al igual que mi capuchino de vainilla. Todo muy delicioso.

—Sí, ah, y ahora tengo un padrastro. Bueno, casi. Le ha pedido matrimonio y mamá ha dicho que sí. Se casan dentro de tres meses —dice sonriente. Inevitablemente, lo hago también. Cuando estaba conmigo parecía siempre preocupado, se ponía celoso.con facilidad y de alguna forma, siempre sentí que lo lastimaría. Él, con tan lindo corazón, ha sabido disculpar mi mala actitud en ese tiempo que lo tuve como un experimento.

—Me alegro muchísimo. Tu mamá merece ser feliz, ella es realmente una gran persona —aseguro estirando mi mano para robarle el trozo de durazno que está encima de su pastel. Él muestra una expresión de sorpresa, aunque ríe de inmediato.

—No has cambiado nada.

—Justo estaba pensando eso de ti —susurro negando leve por esa coincidencia.

Odio hacerlo pero una vez más pienso en ese pelinegro del cual no me voy a molestar en mencionar su nombre para evitar que los nervios me ataquen. Pienso en que con él no puedo conversar así porque al segundo ya está besándome, pienso en que nunca podré decirle algo de mi vida porque se va a reír o va a restarle importancia, pienso en que nunca podrá ser dulce conmigo. Arrugo mi entrecejo. Si tiene tantas cosas malas, ¿por qué sigo pensándolo aún cuando tengo a un guapísimo rubio frente mío? Hago una mueca.

—Y...—levanto mi mirada de las servilletas al rostro de Connor—. Exactamente, ¿qué son, ah, Hyukjae y tú? Si no quieres responder, está bien. Estoy siendo un entrometido, yo sólo...—se muerde el labio, lo suelta y lo relame. Está nervioso— tengo curiosidad.

—Nada.

—¿Ni siquiera amigos?

—Hyukjae me acosa desde la primera vez que hablamos, nos hemos besado un par de veces y mamá cree que es mi novio. He intentado decirle mil veces que no pero ella...

—Recuerdo que tú nunca quisite decirle a ella de lo nuestro —murmura interrumpiéndome con una sonrisa triste. Mi pecho se estruja, rasco la parte trasera de mi cabeza.

—Mi idea era no involucrarme con Hyukjae pero él seguía metiéndose a mi habitación y esas cosas. Mamá lo conoció por accidente y, mierda, en serio Hyukjae no es nada para mí.

—Está bien, no necesitas explicar nada, Hae. De hecho, soy yo quien debe disculparse, no debí preguntar algo como eso —se encoge de hombros, veo como su pecho se ensancha al tomar aire y vuelve a su estado original al soltarlo—. Además, si tú dices que no son nada supongo que es porque no te gusta.

Abro mi boca dispuesto a darle una respuesta pero acabo cerrándola nuevamente cuando escucho su voz, su maldita voz irrumpiendo en nuestro ambiente relajado.

❝Bad Habits❞ 「EunHae」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora