Capitulo 1

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No sabía donde me encontraba, ni porqué corría, solo sabía que debía de hacerlo y con mayor rapidez si quería sobrevivir.
Me di cuenta de que me encontraba en un bosque, era de noche así que, no veia hacia donde me dirigía. Me caí varias veces pero no me preocupe por eso, solo seguí corriendo y corriendo. Cuando creí que estaba perdida, a lo lejos vi una luz encendida asi que, rapidamente me acerque dandome cuenta de que era una hermosa cabaña, deduje que habia alguien (porque estaba la luz encendida y por la chimenea salía humo) que podría ayudarme.
Cuando llegué a la puerta de la cabaña, estaba dispuesta a tocarla pero ésta, con el más mínimo roce, se abrió permitiendo mi acceso.
Algo desconcertada entré y grité
-¡Hola!-
Silencio
- ¿Hay alguien en casa?-
Silencio
Creyendo que no me habían escuchado, replique
-Lamento la molestia, pero necesito de su ayuda-
De nuevo el silencio fue la única respuesta que obtuve.

Asi que dispuesta a encontrar al dueño (y explorar la casa en el proceso) comencé a caminar a la sala de estar como primera idea. La habitación se encontraba vacía pero la chimenea (como habia supuesto) se encontraba prendida, una rafaga de aire entro por la ventana y fue en ese momento en que me di cuenta de que estaba en mi pijama, el cual consistia en unos shorts cortos y una playera de tirantes, ambas prendas de tela extremadamente delgada, me acerque a la chimenea para obtener algo de calor en el proceso me encontre con un sillon en el cual habia un abrigo con un aroma varonil que ame desde el principio, sin pensarlo dos veces me puse el abrigo embriagandome con la magnifica loción, dejando la idea de ir a la chimenea me acerque a una de las mesitas de la sala en la que encontre varias fotos pero solo dos de ellas fueron las que llamaron mi atención; en la primera habia una familia conformada por una linda pareja que no pasaba de los 50 años, un adolescente de unos 18 o 20 años y una linda niña de alrededor de 13 años, supuse que los chicos eran los hijos de aquella bella pareja, ambos niños eran hermosos; el chico alto, de tez blanca, pelo negro y lacio, ojos oscuros, hipnotizantes y misteriosos, era identico a la mujer de la fotografia; en cambio la pequeña era identica al señor de la foto, era pelirroja, de ojo azul, tez blanca, pelo ondulado y con algunas pecas esparcidas por sus mejillas; en la otra fotografia se encontraban solamente los chicos en la cabaña en la que me encontraba.
Conmobida por aquellas fotografias, segui con mi recorrido por la casa encontrando una cocina moderna, subi las escaleras de madera encontrando asi varias puertas, todas cerradas, excepto una y como la curiosidad gano en mi, no puede mas y entré, en cuanto abri la puerta una ola de la loción masculina del abrigo me embriago, volviendome loca por el aroma irrumpí en la habitación, indague todo hasta el ultimo rincon, y cuando me di cuenta de que habia pasado mucho tiempo ahí decidí salir, cuando lo hice vi la puerta de enfrente abierta, y de nuevo la curiosidad ganó y entré, dandome cuenta de que todo estaba cubierto por una capa de polvo, pase mis dedos por el tocador dejando la marca de estos en el.
Derrepente un gran estruendo me distrajo supe que algo estaba mal, decidí bajar a observar que ocurria y cuando me encontraba bajando las escaleras lo vi, ahí parado, él volteo a verme y en sus ojos vi paz y tranquilidad, y por alguna extraña razón logro transmitirla hacia mi.
Lentamente me acerque a él con pasos lentos y delicados. Y justo cuando iba a preguntar que pasaba todo se sacudió, y poco a poco todo se fue desvaneciendo hasta escuchar la lejana voz de mi padre quien era el causante de mi despertar.
- Casandra despierta, amor es hora de ir a la escuela -
- Ya voy papá, dejame arreglarme -
Se levantó y a los 20 segundos la puerta de mi habitacion se escuchó, lentamente me senté en la orilla de mi cama, y me estire como mi gato suele hacerlo despues de sus largas siestas, me levanté de mi cama y en ese preciso momento me di cuenta de que estaba en mi casa, en mi cuarto, a punto de ir a la escuela; que todo habia sido un sueño y que nada habia sucedido en realidad, y lo único que tenia para recordar mi sueño era ese abrigo con ese aroma embriagador que aún llevaba puesto y ese par de ojos oscuros, misteriosos, que lograron hipnotizarme.

Los Sueños Se Cumplen...? #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora