Capitulo 25

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Maratón 1/2

Estaba en mi casa.

Más específicamente en mi cama.

Dormía tranquilamente, pero unas ganas de ir al baño me inundaron, así que decidí levantarme para poder ir al baño fue cuando sentí algo en mi cintura impidiendo mi movimiento.

Mi corazón se aceleró, al imaginar a Jayden acostado detrás de mí con su brazo en mi cintura, pegándome a él.

Tomé lo que estaba en mi cintura e intente moverlo, pero parecía imposible.

Con mucho esfuerzo me voltee para darle la cara a Jayden e intentar despertarlo.

Su rostro se veía tan relajado.

Subí mi mano lentamente hasta rozar su pómulo derecho, con delicadeza.

Todo parece perfecto.

Pero solo eso.

Solo parece perfecto.

Siento un líquido tibio bajo la yema de mis dedos.

Un estruendo hace que mi atención viaje hacia la puerta de mi habitación.

No hay nada, solo la puerta cerrada tal y como la deje antes de acostarme a dormir.

Mi respiración comienza a ser descontrolada.

Inhaló.

Exhaló.

Mis labios tiemblan.

No puedo controlar lo que siento.

En un intento de buscar seguridad, intento acurrucarme en los brazos de Jayden. Busco esa sensación de paz y tranquilidad que me rodean cuando estoy con él.

Busco un poco de calor.

Mas lo único que encuentro es frío.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal lentamente, cuando un pequeño rayo de luz se asoma por mi ventana revelando la identidad de quien yace inerte en mi cama.

Will.

Lo único que puedo hacer es brincar asustada saliendo de mi cama como consecuencia de ver a mi mejor amigo, postrado en mi cama sin rastro de vida en sus ojos.

No puedo hacer nada estoy en shock.

Un sonido causa que mi atención viaje a otro punto que no sea mi cama, pareciera que el ruido proviene de la planta baja de la casa.

Suena como una pieza musical, tranquila, relajante y sobretodo reconfortante.

Sin poder ordenarles a mis piernas algo, estás toman vida propia y caminan lentamente hasta la puerta de mi habitación.

Cuando estiró mi brazo para abrir la puerta, está se abre sin ser necesario de mi roce.

Mi piel se pone de gallina al ver en el suelo un rastro de sangre.

Comienzo a seguirlo, mientras mi cerebro intenta procesar qué ha pasado en mi casa.

Mis pasos comienzan a ser temblorosos mientras me acerco a mi destino, no quiero creerlo.

Mis pasos se detienen frente a la puerta de mi padre, y justo en ese momento miles de recuerdos llegan a mi mente.

Recuerdo todas y cada una de las situaciones en las que me detuve frente la puerta de mis padres; todas las noches en las que había tormentas y mis padres me dejaban dormir entre ellos, o cuando mamá murió, recuerdo perfectamente bien todas las ocasiones en las que entre a escondidas de papá para poder recordarla y sentirme más cerca de ella.

Temblando empujo la puerta muy débilmente. Por instinto dirijo mi mirada hacia mi habitación en busca de algo o alguien.

Nada.

Trago grueso, mientras me armo de valentía.

Dirijo mi mirada a la sombría habitación frente a mi.

Doy unos pasos adentrándome en ella.

Mis ojos buscan a mi padre por toda la habitación, no hay nada en la cama mas parece que sí ha dormido ahí, debido a las sábanas desordenadas sobre el colchón, por mí cabeza pasa la idea de que se dirigiera a su baño.

Con pasos sigilosos me acerco un poco, mis ojos captan un rastro de sangre, pequeñas gotas que guían al baño dentro de la habitación de mi padre.

Mi cerebro grita euforicamente que debo alejarme de ahí, pero algo dentro de mi ruega por saber qué pasa.

Llego a la entrada del baño y ahí está mi padre, en el suelo, sin su pijama y con quemaduras por todo su torso. Sus ojos abiertos, como si quisiera decirme algo. Mis ojos repasan todo su cuerpo y se detienen en su mano derecha.

Hay una carta, que dice mi nombre en una linda letra.

Con mucho temor la tomo.

No paro de temblar y ahora mis ojos comienzan a derramarse. Lenta y dolorosamente me acerco a mi papá de nuevo y con amor cierro sus párpados.

Comienzo a caminar hacia atrás.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal mientras mi espalda se estrella con algo duro.

-Cass- susurran suavemente en mi oído - vamos princesa, no te pongas así yo te lo advertí- su mano se dirigió a mi cabello con la intención de quitarlo de su camino. Baja un poco su cara y siento su respiración en mi cuello, cosa que por más que desee negarlo me encanta- solo debías de elegirme, y ellos seguirían vivos- presiona sus labios en mi piel- pero elegiste el camino difícil- vuelve a posar sus labios en mi cuello.

-¿Por qué?- logro formular sin tartamudear, fingiendo ser fuerte- ¿Por qué ellos?- no puedo evitar preguntar, ellos son mi vida, sin ellos yo me muero.

-Princesa- dice mientras roza su nariz por mi cuello- dulce e inocente princesa, ellos no nos querían juntos y tú solo querías hacerlos felices, pero ya no debes de preocuparte por ellos, ahora ya no están y eso significa que ahora podemos ser felices- susurra mientras sigue dando caricias a mi cuello.

-Si no estoy contigo es porque no quiero yo amo a alguien más, y ahora solo me das lástima- le restregue con los dientes apretados.

-Si no estás conmigo no estarás con nadie- dijo mientras me cargaba en su hombro y me llevaba a su auto.

Abrió la puerta trasera de su vehículo y se introdujo en el conmigo en brazos.

-Arranca- dijo con un tono de voz autoritario, escalofriante- aquí ya no hay nada por lo que regresar- llevó su mano a mi mejilla- escucha con atención princesa, esto fue lo que pasó- alguien entro a tu casa y mató a Will y a tu padre- acomoda unos mechones tras mi oreja- yo, tú novio fui a buscarte para salir y solo los encontré muertos. ¿Lo recuerdas así, no?- dijo confirmando que mentiría y me creería lo que él decía. -Quiero que te encargues de hablar a la policía, prepara el funeral y todo lo que sea necesario Ethan- fue lo último que escuche, justo cuando todo comenzó a ponerse negro.

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¡Holaaaaaaaaa!

¿Qué les parece?   →
¿Qué rayos planea nuestro querido? →

¡Espero que les haya gustado!

Besos, nos leemos.

Los Sueños Se Cumplen...? #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora