Pov Jayden
Funcionó.
Cassandra está bajo mi poder, sé que es muy cruel y todos pensaran que soy un monstruo, pero por favor solo quiero ver qué tanto le importo.
Si claro, como si en verdad te sintieras culpable por lo que estás haciendo.
Una sonrisa torcida se planta en mis labios al regresar del baño y ver en estado de shock a mi princesa.
Hora de actuar.
Me acerco sigilosamente hasta mi lugar y me siento.
-¿Está todo bien?- le pregunto a Cass y aunque espero más de su parte solo recibo un asentemiento con su cabeza.
-¿Segura? No te ves muy bien- digo mientras intento tocar su mano, pero se da cuenta de mis intenciones y la mueve.
Debo de admitir que me da coraje ver que actúa de esta manera conmigo. Quiero decir mi plan es inofensivo, no quiero causarle ningún daño a nadie y mucho menos a mi dulce princesa.
-Estoy bien no te preocupes por mí- dice justo cuando la clase termina.
Decido levantarme y moverme a mi siguiente clase. Mi cabeza da vueltas y vueltas buscando el jodido problema de mi plan.
Salgo de ahí y veo a mi hermana.
-Rubí- la llamo- Cassandra se molesto conmigo.
-¿Qué le hiciste?- dice rodando los ojos.
-Nada, solo le pedí a Zoe que me ayudara a darle celos con unos cuantos mensajes- digo inocentemente mientras le muestro mi celular con los mensajes, que ni siquiera he visto.
-Dios, ¿A caso eres idiota o solo finjes serlo? Los celos son lo peor que una mujer puede sentir- dice Rubí exasperada por mi "mal comportamiento".
-¡Por Dios!- levanto mis manos señalando el cielo- cuando una chica se pone celosa debería de acercarse a su hombre y demostrarle al mundo que es suyo y de nadie más- digo bajando los brazos- se supone.
-No sabes nada de chicas- dice muy molesta- haste a un lado, voy con mis amigas-
Sigo caminando convencido de que es un error lo que ella dice.
Mis pies toman desiciones de las que no estoy seguro si tomé, llego al baño, entro y me acerco a las llaves para mojar mi cara con agua fría.
Un punsante dolor se instala en mi cabeza.
En cuanto el líquido helado entra en contacto con mi piel me relajo.
Tengo tantas cosas que decir y prefiero guardarmelas. Siempre he sido así, cuando más necesito hablar más callo. Quiero decirle a todo el mundo que esto que en realidad vivo, lo que de verdad quiero.
Clave mi vista en el espejo, mis ojos estaban apagados, parecían de un ser muerto, no había rastro alguno de vida en ellos y una sonrisa retorcida se asomaba en mis labios mostrando un poco de mi realidad.
Una realidad en la que nadie quisiera verse envuelto y yo de una manera retorcida ya estaba dentro de ella. Una realidad monstruosa.
Lleve mis manos al chorro de agua y luego a mi cara.
Repetí la acción un par de veces y me seguí observando en el espejo para después levantarme, secarme la cara y poner mi mejor sonrisa, esa que es amable y agradable, no la que suelo usar aquí la que tiene la atención de las chicas, intento que luzca real y muy amigable, no quiero que alguien se entere de mis secretos.Camino a la puerta de salida y me dirijo a mi salón de clases.
Al llegar a la entrada veo a Cassandra sentada en el último lugar justo al lado de la ventana, su vista está clavada en ella.
Camino al puesto de su lado, a los pocos minutos el maestro entra y sin previo aviso comienza con su clase. No pongo atención, los idiomas siempre me han gustado desde pequeño me enseñaron inglés, francés y un poco de alemán, así que no creo que me pueda enseñar algo que no sepa ya.
Por mi mente pasan mil cosas que no puedo explicar ni deseo que alguien cuestione.
El timbre suena trayendome a la realidad.
Mi ceño se frunce cuando veo que Casandra sigue perdida viendo por la ventana. Con cierta delicadeza dirijo mi mano a su hombro con miedo de que se aleje de mi como lo hizo anteriormente.
En cuanto mi piel roza su ropa voltea a verme.
-¿Estás bien?- pregunto un poco preocupado, asustada retrocede evitando mi toque y simplemente asiente con la cabeza- ha sonado la campana y me preguntaba si quieres que te lleve a tu casa- dile calmado.
-No gracias, iré con Elena- contesta tranquila poniéndose de pie y caminando a la salida. Intente seguirla pero con tanta gente la perdí.
Salí de la escuela y subí a mi auto, no arranque y espere paciente para ver en qué momento salía Cassandra y con quién se iría.
Mis manos apretaron el volante con fuerza a tal punto que mis nudillos se pusieron blancos en el momento en el que vi que salía con Will. Este la llevo a su coche y le ayudo a subir, cerro la puerta y se dirigió al asiento de piloto.
Mientras tanto Cassandra observaba todo a su alrededor, posando su vista en mi. No me moleste en ocultar lo molesto que estaba porque se iba con él y no conmigo.
Encendí mi auto y decidí seguirlos.
No quería parecer obvio pero estaba muriendo porque ella estaba con él.
Vaya, el nene tiene sentimientos. Sonó burlona una voz dentro de mi cabeza.
Su auto se estacionó frene a la casa de mi princesa y esta en cuanto pudo bajo y se adentro a su casa. Will encendió su auto y se fue.
Estaba en una guerra entrar y hablar con ella o irme a mi casa.
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Cassandra, ¡Por Dios! Decídete de una buena vez que nos volverás locos. Dios ilumina a esta chica para que tome la decisión correcta.
¡Holaaaa!
¿Qué está pasando aquí? →
¿Qué es lo que no quiere que nadie sepa? →
¿#Jayden o #Will? →Besos, nos leemos.
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Los Sueños Se Cumplen...? #Wattys2019
Teen FictionLa vida es cruel, suele hacerte tropezar y justo cuando crees que todo está perdido llega alguien y te dice que aún existe esperanza, que confíes en él y se encargará de que tu vida mejore, pero en lugar de mejorar tu vida solo la pone patas arriba...