La Sultana Haydee

XII

Los ejércitos estaban comenzando a prepararse para tal enfrentamiento y entre todo el movimiento del ejercito y los planes de guerra al palacio de su majestad, una figura enmascarada bajo de su carruaje. Se trataba de la sultana Afife quien había llegado al palacio para permanecer allí unas buenas semanas

-¡Atención! ¡Ante ustedes la sultana Afife!-anunciaron y las mujeres del harem quienes estaban paradas en filas hicieron una reverencia, frente a todas estas se encontraba la sultana Haydee con una sonrisa en sus labios y junto a ella las sultanas Ishbel y Helize

Por la entrada entro una hermosa mujer vestida de azul con el cabello largo y oscuro, con una sonrisa en sus labios al ver a la sultana Haydee. Muy hermosa y sin duda atraía la mirada de muchos hombres, al estar frente a las sultanas Ishbel y Helize, estas hicieron una reverencia ante la sultana Afife, pues a diferencia de ellas, la sultana Afife portaba sangre real de la dinastía

-Sultana-dijeron ambas mujeres

-Afife, espero que hayas tenido un viaje placentero-comento la sultana Haydee y Afife sin dudarlo la abrazo

-El matrimonio te ha sentado muy bien Haydee-comento a su prima

Ellas tenían una relación especial, casi como hermanas, durante el sultanato del sultán Tarif cuando mando a matar a sus hijos, estando ya casada, la sultana Afife y su esposo le habían otorgado asilo en su palacio al príncipe Baec y al príncipe Ishmad y el cargamento necesario para ocultarse bien e idear su plan para derrocar a su padre

Las sultanas Afife, Haydee y Amirah, fueron grandes amigas en su infancia y parte de su adolescencia y el reencontrarse nuevamente Afife y Haydee luego de la muerte de Amirah era algo muy especial para ambas. Haydee y Afife se alejaron

-Afife, ella es la sultana Ishbel y la sultana Helize, las esposas de su majestad-presento la sultana Haydee y la sultana Afife asintió con su cabeza

-Sultanas, un gusto conocerlas-

-El gusto es nuestro sultana Afife-en ese momento se escucho un anuncio

-¡Atención! ¡Ante ustedes su majestad el sultán Ishmad!-y en ese momento entro el sultán quien sonrió al ver a la sultana Haydee y a la sultana Afife juntas

-Su majestad-Afife hizo un reverencia para luego besar la mano de su majestad

-Afife, que alegría tenerte aquí-el sultán la abrazo dejando a la sultana Helize con la boca ligeramente abierta ante tal muestra de cariño hacia aquella sultana que no conocía en absoluto

¿Acaso su majestad solo tenia ojos para cualquier mujer menos para ella? Se pregunto indignada

-Apresure mi paso para poder verlo antes de que partiera, majestad-comento Afife

-Me alegra entonces, tu presciencia sera de mucha ayuda, no quisiera que Haydee se sintiera sola durante mi ausencia en este palacio-comento y Helize puso los ojos como platos y bajo la cabeza para que nadie viera su reacción de sorpresa e indignación

¡Por Ala!

-Su majestad, creo que debería anunciarlo, pues las sultanas Ishbel y la sultana Helize no deben de entender a que se refiere-comento Haydee con una sonrisa viendo de reojo a la sultana Helize y la ira que la consumia

Junto al sultán se encontraba el pasha Murad listo tambien para escuchar su anuncio

-Durante mi ausencia el pasha Murad quedara como protector del trono y la sultana Haydee como encargada del harem y del palacio-

Haydee disfruto ver la cara pálida de la sultana Helize ante tal anuncio, disfruto ver la ira en sus ojos y demostrarle que ella era mas importante. La sultana Helize estuvo a punto de quejarse pero fue mas inteligente y simplemente guardo silencio aceptando la orden de su majestad sin queja alguna

Despues de ese anuncio su majestad y el pasha Murad se marcharon dejando a las mujeres a solas

-Bueno, iré a mis aposentos-

-Ve adelantándote, la criada te mostrara tus aposentos-comento la sultana Haydee para luego ordenarle a una de sus criadas acompañar a la sultana

-Con permiso-sonrió la sultana Afife para hacer una reverencia y marcharse, las demás mujeres del harem continuaron con sus tareas ignorando por completo la conversación de las sultanas

Estando a solas la sultana Haydee dio media vuelta con una gran sonrisa dirigiendo a la sultana Helize

-Veo que no todo sale según lo planeado, Helize-la sultana levanto la mirada con odio y aires de orgullo-Quizo buscar la mejor forma para sacarme del palacio y aprovechar la oportunidad para querer gobernar el harem pero mireme aquí-exclamo la sultana Haydee extendiendo sus brasos-Elegida nuevamente por el sultán como la encargada del harem-

-Este asunto no me concierne, con permiso-interrumpió la sultana Ishbel y Haydee por primera vez en su vida deseo golpearla para hacerla reaccionar. Ella misma estaba defendiendo su puesto como futura madre sultana, y no se daba cuenta

Siempre estaba tan ajena a todo que Haydee dudaba que fuera la indicada para ese puesto, pero después de todo era la primera esposa del sultán y la próxima que seria madre sultana. Claro que siempre y cuando pudieran controlar a la serpiente de Helize o cortarle la cabeza. Finalmente la sultana Ishbel se marcho dejando a solas a la sultana Haydee y Helize

-¿Y esa sera la madre sultana?-rió Helize-Huye, no tiene carácter ni porte, no sirve para eso, yo soy la mejor opción-

La sultana Haydee sin perder la sonrisa negó con la cabeza

-Antes muerta que viéndote a ti, sentada en el puesto de mi madre como madre sultana, nunca lo permitiré-juro y se cruzo de brasos-Tampoco olvidemos que esta Ophelia-rió-Imagínate si ella tiene un varón-suspiro-Pero a fin de cuentas hijo que sea de mi hermano, el sultán, son mis sobrinos, mi sangre, mi corazón-

-Usted no dudaría matar a mi hijo y a mi para permitir que el príncipe Beyazid sea sultán-

-Usted ya esta pensando en su hijo como el sultán y mi hermano no llega ni a los cuarenta años-exclamo indignada-Escuche muy bien mis palabras sultana Helize-la sultana se acerco mas y hablo en un susurro-Yo soy la sultana Haydee, la sultana del mundo, y mas le vale no meterse conmigo, por que yo...yo sobreviví guerras, muertes, todo y le aseguro que podre sobrevivir a usted e inclusive destruirla-amenazo para luego alejarse y sonreír como si nada

La sultana Helize simplemente se quedo allí, molesta, sorprendida pero sobre todo molesta

Esa ya era una declaración de guerra