#02. ¿Mis dos mejores amigos?

10.7K 568 39
                                    

Estábamos viendo la película, Noelia y yo gritando a más no poder y Hugo abrazándonos, este chico es amor.

-No entres ahí... Si entras te van a matar...

-¡¡AAAAAAAAHHHH!!

-¿Lo ves? Por tonta -Hugo seguía pensando que la chica de la película le podía escuchar.

-Creo que me voy a ir a la cama, tengo mucho sueño -me levanté del sofá.

-Vale cielo, buenas noches -Noelia me lanzó un beso.

Fui a mi habitación y cerré la puerta para que nadie me molestara. Abrí la maleta y cogí mi pijama, era una camiseta de tirantes morada y un pantalón cortito gris que se ajustaba con un lazo morado también. Quité todas las mantas de la cama y me eché, era muy calurosa. Estaba a punto de dormirme cuando los gritos de mis compañeros de piso me desvelaron. Se oía algo así:

-¡Shh! Que vas a despertar a Erika -esa era mi querida amiga.

-Que va, ella coge el sueño enseguida. Pero si quieres vamos a tu habitación...

-Bueno... vale -oí pasos recorriendo el pasillo.

Se cerraron la puerta y empecé a escuchar risas y murmullos, ¿qué hacían?

Poco a poco dejé de pensar y sin darme cuenta me había dormido y ya eran las 11 de la mañana.

Me levanté de la cama y cogí mis zapatillas de estar por casa, eran unos conejitos color púrpura muy adorables. Abrí la puerta de mi cuarto y salí.

-¿Noelia? ¿Hugo? -les busqué por el salón, la cocina y la terraza.

-¡SHH! Hay gente que sigue durmiendo -salió Hugo de... la habitación de... ¿Noelia?

-¿Tu cuarto no era ese? -señalé la otra puerta.

-Eh... sí. Pero he venido a darle una cosa... nada más.

-¿Qué cosa?

-Pues una, ¿qué mas te da?

-No nada, me da igual, solo me parecía extraño.

-Pues no lo es. ¿Desayunamos?

-Sí, pero aún hay que fregar los platos de anoche.

-Yo no pienso fregar.

-Tú harás lo que se te mande, todos tenemos que hacer algo, si no todo se va a la mierda.

-Bueno, tú fregas y yo hago el desayuno.

-Está bien... -le fulminé con mi mirada.

Mientras él preparaba unos gofres y café, yo limpiaba los platos.

-Mmmmm... Buenos días -apareció la bella durmiente por la cocina bostezando.

-Justo a tiempo, he hecho gofres con chocolate y café.

-Mmm que buena pinta -ella le dió un beso en los labios.

«WTF?! ¿Desde cuando se dan besos en los labios?»

Sacamos el desayuno al salón y nos sentamos en el sofá los tres. Estaba muy intrigada de qué pasaba con estos dos anoche, así que sin cortarme un pelo saqué el tema.

-¿Qué hicisteis ayer por la noche cuando me fui?

-¿Eh? Nada... Nos fuimos a dormir -casi escupe el café Noelia-. ¿Por qué lo preguntas?

-No, por nada, ayer escuché cosas...

-¡¿Qué cosas?! -dijeron a la vez.

-Aquí está pasando algo. ¿Por qué os habéis besado ahora en la cocina?

-¿Nos hemos besado?

-Sí...

-No me he dado cuenta, lo habré hecho sin querer.

-¿Y por qué durmió en tu cuarto?

-Porque... ¡Tenía miedo!

-¿Miedo? ¿Hugo? Si las películas de terror a él le dan risa.

-No, tenía miedo ella -nos interrumpió él.

-Pero... Hugo me ha dicho que no ha dormido en tu cama, solo había ido a darte una cosa. ¡Estáis mintiendo! ¡¿Qué pasa?!

Se estaban empezando a poner nerviosos, se miraban el uno al otro poniendo muecas de preocupación.

-¡¿Queréis decirlo de una vez?!

-Vale, está bien... -Noelia accedió.

-Ya hace unos meses que... Hugo y yo... empezamos a vernos como más que amigos... Un día, cuando tú no quisiste quedar porque ibas a la peluquería a teñirte el pelo, pues nos besamos... y así estamos...

No tenía palabras para decir cómo me encontraba, ¿mis dos mejores amigos? ¿liados?

-Y... ¿lo habéis hecho ya?... -solo se me ocurrió eso.

Ellos llevaron sus manos a la cabeza con mi reacción.

-¿Eso es lo único que dices? ¿Que si lo hemos hecho? -Hugo se reía y Noelia seguía con la mano en la cara.

-Sí. ¿Lo habéis hecho o no?

-No.

-Sí.

-What? ¿Sí o no?

-Sí -Hugo quiso decir la verdad.

-¡Dios! Pero... ¡Madre mía!

-Y por eso vine aquí -dijo él agarrando de la mano a Noelia.

Me alegré por ellos y los abracé con todas mis fuerzas, hacían una buena pareja.

-¿Para cuando la boda? -bromeé un poco.

-¡Erika! Aún ni salimos.

-¿Por qué no?

-Porque ella no quiere.

-¿Por qué no, Noe?

-No lo sé, no quiero que esto afecte a nuestra amistad.

-Típica excusa.

Seguimos hablando y descubrí que anoche estuvieron haciéndolo en la habitación de Noelia. Me alegraba de que ya no tuvieran que esconderse y poder besarse delante de mí.

El chico de al lado. [ElRubius] #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora