ERIKA
Me incorporé en la cama y encendí el móvil con la esperanza de que mi vecino me hubiera mandado algún mensaje. Pero el resultado fue el mismo que hace una semana, ni rastro de él.
Un poco cabizbaja salí de la cama y me puse una chaqueta fina encima del pijama, se podía notar la llegada del otoño.
Entonces me di cuenta de que aquel día era 25 de agosto.
«No me jodas»
¿Ya casi había acabado el verano?
Corrí a la habitación de Hugo y me lo encontré tumbado en la cama con su móvil.
—¡Hugo!
—¿Qué? —preguntó sin despegar la mirada de la pantalla.
—Ya casi ha acabado agosto, ¿no va a volver Noelia para ir a la universidad?
—Mm... No lo sé, pregúntaselo a ella.
Corrí de vuelta a mi habitación y, jadeante, mandé un mensaje a mi mejor amiga.
Cinco minutos más tarde respondió con un rotundo no y un emoticono triste. Abrí los ojos como platos y decidí que lo mejor era ir allí y hablar las cosas. Sin pensármelo dos veces, saqué la maleta y empecé a meter ropa. La cerré rápidamente y me puse unos pantalones negros ajustados con un top blanco encima.
—Hugo.
—¿Qué? —me miró y se sorprendió—. ¿A dónde vas con esas maletas?
—Me voy con Noelia a ver qué pasa con lo de la universidad. Además me gustaría estar con mi familia aunque sea un fin de semana.
—¡Espérame! Me voy contigo. No eres la única que echa de menos a Noelia, ¿sabes?
...
Una media hora después, salimos por la puerta y Hugo mandó un mensaje a todos sus conocidos de Madrid diciéndoles que volvería dentro de tres días, incluido Rubén.
Llegamos a la estación y cogimos nuestro tren. Nos sentamos e inmediatamente me dormí apoyando la cabeza en el cristal.
...
—¿Ya hemos llegado? —dije al ver el paisaje.
—Creo que sí.
Unas cinco horas después, bajamos de aquel tren y nos recibió mi madre y la de Hugo.
—Mi niña —me besó la frente mi querida madre y yo sonreí al reconocer su voz.
—¡Mamá! —nos abrazamos.
Andamos hasta mi casa donde me esperaba Noelia junto con mi hermano mayor, Jorge.
—¡Hermanita! —me abrazó y yo puse mi cabeza en su pecho, increíblemente feliz.
Por supuesto, apretujé a mi mejor amiga hasta que se me salieron algunas lágrimas.
Tras los diversos saludos y preguntas sobre mi nueva vida, Noelia y Hugo se volvieron a sus respectivas casas.
—Ve a ver tu cuarto —sugirió mi madre y yo, sorprendida, subí las escaleras y entré, esperando que hubiera una sorpresa.
«Está igual de vacío que cuando lo dejé»
Apoyé las maletas sobre la pared y contemplé todos aquellos recuerdos.
RUBIUS
Recibí el mensaje de Hugo, decía que Erika y él se habían ido a su pueblo. La verdad es que no estaba con ganas de despedirles ni nada de eso. Sería doloroso ver a Erika y recordar el momento en el que me rechazó.
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El chico de al lado. [ElRubius] #Wattys2015
FanficTodos los derechos reservados. Novela protegida por Safe Creative. ------------------------------------------------------------------------ Erika tiene 19 años cuando se va de su querido pueblo junto con sus dos mejores amigos a estudiar Diseño Text...