#24. Irresistible

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—Vuelve cuando quieras, cariño —dijo mi madre alzando la mano para despedirme.

Entré en el tren de vuelta a Madrid, pero esta vez estaba sola, Hugo quería quedarse allí un poco más.

Llamé a la persona por la que estaba haciendo esta locura. Rubén.

—Hey, ¿qué tal por allí?

—Bien, pero estoy de camino a Madrid.

—¿Qué? Digo, ¿y eso?

—Necesito hablar contigo y eso...

—Ah, sí.

—Bueno, en unas cinco horas llegaré, ¿me esperas en casa?

—¿Qué dices? No —se le oía reír como si hubiera dicho una barbaridad—, yo te espero en la estación —vaya, aquello me sorprendió gratamente, ¿quién se hubiera imaginado que un chico haría algo por mí?

—¿Enserio? Bueno pues, allí nos vemos —sonreí como una adolescente locamente enamorada—. Hasta luego —colgué.

El tiempo en aquel tren se me pasó lento, deseaba ver a Rubén con toda mi alma y decirle todo lo que mi corazón sentía.

...

Una voz dio la bienvenida a Madrid y yo salí corriendo del vehículo.

Repitiendo en mi interior las palabras que había decidido pronunciarle, busqué a Rubén con la mirada. Allí solo había unos pocos pasajeros con sus maletas, no era difícil encontrarle. ¿No había venido? 
A punto de desplomarme, algo me agarró de la cintura. Asustada, chillé y me giré instantáneamente. Apareció un Rubén alto y sonriente, parecía diferente.

—Hey, ¿qué tal el viaje? —dijo aún con sus manos en mi cintura.

Con mi mente en blanco solo se me ocurrió una cosa. Apreté mi labio inferior y me puse de puntillas. Con mis manos en sus mejillas, le besé. Él sin esperarlo abrió los ojos pero enseguida los cerró para disfrutar del momento.

Me despegué de sus labios lentamente y le miré a los ojos.

—Esta vez sí que te he besado yo —dije sonriendo divertida y él me respondió mostrando los dientes, emocionado.

Puse mi cabeza en su sudadera negra y cogimos un taxi hasta casa.

—Te queda genial ese ojo, ¿sabes? Te hace... Irresistible.

—¿Sí? A ti te hace irresistible tu mirada —juro que era la primera vez que alguien se fijaba en mis ojos.

Bajamos del coche y Rubén pagó al conductor. Entramos al portal y enseguida vino la duda, ¿a qué casa entramos?

—Mejor entramos a la mía y así dejo las maletas, ¿no?

—Como quieras —saqué las llaves de mi bolso y abrí la puerta.

Fui a mi habitación y tiré mi equipaje por el suelo para tumbarme encima de la cama, cansada. Rubén me siguió y se echó al lado mío haciendo que mi cuerpo se sobresaltara ante la diferencia de peso.

Me incorporé sobre la cama y vi a Rubén tumbado con la gorra tapándole la cara. Era... ¿sexy? Algo descontrolada me puse encima de él y le quité la gorra para ver su irresistible cara. Comencé a besar cada centímetro de sus labios. Los mordía y los saboreaba como si nunca más los volviera a probar.

Era simplemente perfecto.

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¡Hey bitches!

¿Os ha gustado este capítulo tan emotivo? Yo casi lloro escribiéndolo TT Al menos Rubius y Erika ya están juntos, por fin. Sé que es corto pero lo he dejado así porque al anterior era muy largo.

Hasta la próxima.

El chico de al lado. [ElRubius] #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora