#05. Dan miedo...

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ERIKA

-No no no no -un chico con barba me cogió del brazo y me metió dentro de la casa.

-Que no, lo siento, otro día si eso... -dije yo.

-Tú no te ehcapah de aquí poque lo digo yo.

-Cheeto, si se quiere ir... -mi vecino me ayudó.

-Bueno, ya me quedo un ratito...

-¡Bieen!

Sonreí. ¿Por qué querían que me quedara? Si no me conocen... Menos mal que me puse unos pantalones porque iba en pijama...

-Siéntate si quieres -dijo Rubén.

-Vale, gracias.

Fui al sofá y al instante vinieron dos chicos, uno con barba y otro con pelo corto, los dos con acento andaluz.

-Bueeeeno... ¿Cómo te llamah, guapa?

-Erika.

-Mmm... ¿Y cuántoh añoh tieneh? -el otro chico me preguntó.

-Di-diecinueve.

-Oh, qué joven. No estás nada mal, ¿lo sabías?

-Pues no, no...

-Mahe creo que tieneh un poco de sueño, será mejo' que te vayah a dormir.

-No, yo sí que tengo sueño, será mejor que me vaya -me levanté y atraje sus miradas hacia mi cuerpo.

-Nah, yo creo que aún eh pronto -alguien me agarró de la cintura.

-¡Mangel! Si se quiere ir, que se vaya -Rubén acudió a mi rescate.

-Gracias -le susurré.

-Rubiuh, que era una diosa. ¿La quiereh pa ti solo? -oí que discutieron cuando crucé la puerta.

-Joder... ni que fuera famosa... -entré ya en mi casa.

Noelia y Hugo ya habían llegado pero se quedaron dormidos hace tiempo. Ni se enteraron de que me había ido.

Me quité el pantalón vaquero y me tumbé en mi camita. Enseguida me dormí.

...

-¡Erika! Despierta, corre.

-Mmm... -me desperecé y entreabrí los ojos.

-¿Qué pasa?

-Un chico pregunta por ti, corre cámbiate -era Noelia, un tanto alterada.

-¿Un chico?

-Sí, y es guapo. ¿Quién es?

-¡Y yo que sé!

Eché a Noelia y cerré la puerta. Me quité el pijama y me puse unos shorts rosas y un crop top negro. Corrí y vi que el vecino estaba sentado en el sofá.

-¿Qué querrá este ahora? -pensé.

-Ho-hola.

-¡Erika! -gritó Rubén como si estuviera contento de verme-, ¿Podemos hablar?

-S-si... ¿Qué pasa?

-Ven a casa -me cogió del brazo y me arrastró.

Entré y vi a los mismos chicos de anoche.

-¡Nooo! ¿Qué queréis?

-No espera Erika, no te vayas, Mangel y Cheeto solo quieren disculparse.

-Eh verdad. Lo centimoh musho... -dijo el chico llamado "Cheeto".

-Sí, estábamos muy borrachoh y perdona...

-Vale, no pasa nada.

-¿Quiereh que te invitemoh a come'?

-¡¿A comer?!

-Vente, nos has caído bien -Rubén me guiñó un ojo.

-Bu-bueno, está bien.

-Mejó te hago yo comida que cocino mu bie' -Cheeto se acercó.

-Comemos en mi casa y no se hable más -el vecino puso su mano en mi cintura y con la otra se rascaba la nuca nervioso.

-Vale -sonreí.

-A ver que te pones eh, muyaya.

-¿Muyaya?

-Sí, ahora eres nuestra muyaya.

-Ah...

-Pero tranquila, no estés nerviosa, que no vamos a hacerte nada -¿nerviosa? ¿Yo? Nooooooooo... Para nada... (Ironía).

Salí de su casa y volví a la mía donde me esperaba la parejita cotilla preguntándome: ¿Quién es? ¿Te gusta? ¿Sois novios? etc. Así que preferí ir a dar un paseo por Madrid. Aún no me conocía la ciudad, solo mi zona que estaba apartada.

El chico de al lado. [ElRubius] #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora