#06. Persistencia

8.3K 484 49
                                    

Cerré la puerta de mi urbanización y me dirigí hacia un parquecito que había cerca de casa. Me senté en un columpio viendo a los niños con sus padres jugando.

Entonces una niñita de unos 5 años vino corriendo hacia mí con su vestido de flores.

-¡Hola!

-Oh, hola pequeñina.

-¿Qué te pasa?

-¿A mí? Nada -sonreí.

-Ah vale, ¿juegas conmigo?

-Me encantaría.

Ella me cogió de la mano y me llevó hacia un tobogán. Se deslizó y yo la esperabé abajo para que no se cayera.

-Otra vez, otra vez.

-Vale, corre sube.

-Wiiiiiiiii.

Vi la cara de felicidad de aquella niña, una sonrisa sincera y unos ojos inocentes y tiernos. Todos deseamos volver a la infancia, donde ningún problema te preocupaba y donde tenías personas que daban y lo hacían todo, tus padres. A medida que creces ellos te dejan más espacio y más responsabilidades.

-¿En qué piensas? -su aguda voz me sacó de mis recuerdos.

-No, en nada...

Entonces una mujer de unos 30 años vino preocupada pero sonriente.

-Perdona si te ha molestado pero es que estaba atendiendo al teléfono. Gracias.

-Tranquila, me ha hecho compañía.

-Despídete de la chica. Adiós -dijo cogiendo el brazo de su hija.

Como echaba de menos a mis padres... Así que decidí llamarles.

-¿Erika? Cariño, ¿qué tal estás?

-Muy bien, ¿y vosotros?

-También bien, bueno, te llamo por la tarde que ahora estamos comiendo en un restaurante con unos amigos. Te quiero, adiós mi niña.

-Yo también te quiero, mamá.

Miré la hora, las 13.55. Fui caminando hasta casa y el destino caprichoso me jugó una mala pasada.

-¡Hey, muyaya!

-Hola... -llamé al ascensor.

-He ido a comprar comida, en un cuarto de hora te quiero en mi casa.

-Okaay... -no le iba a decir que no.

-¿Te ocurre algo?

-No.

-Puedes contármelo, ¿te ha dejado el novio?

-¡No!

-¿Entonces seguís?

-No tengo novio...

-Ah, bueno es saberlo...

-... -miré al suelo de aquel sitio tan pequeño.

-¿Segura de que no te pasa nada?

-¿Qué te importa si estoy bien o mal?

-Me importas, eres mi muyaya, pareces buena gente.

-Si tú lo dices...

-Sí, yo lo digo y como lo digo YO, quiero verte en mi casa ya, te esperaré con Cheeto y Mangel -hay que ver los largos que pueden llegar a ser 4 pisos en ascensor.

-Sí, sí...

Por fin las puertas se abrieron y los dos salimos sin mirarnos, cada uno hacia su camino, pero fui tonta y me giré, él se dio cuenta y me guiñó un ojo, otra vez.

El chico de al lado. [ElRubius] #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora