❝ Su niñero desapareció durante muchos años. Al reencontrarse ¿recordará sus promesas?
Pero Jungkook nunca imagino que ni siquiera lo recordaria. ❞ ｋｏｏｋｍｉｎ
➸jeongguk top jimin bottom¡
➸fluff, romanticismo, smut
↳ secuela de bun...
— ¿cómo entraste? — cuestionó Jeon cuando volvió con Baehyung en sus brazos.
El peli rubio señalo la puerta que ahora yacía cerrada. — Estaba abierto.
El joven asintió, en ningún momento desde que entro TaeHyung a su casa habían cerrado la puerta, igual era un lugar seguro por lo que nunca se preocupaba si trancaba o no. Acomodó al pequeño en sus brazos para cargarlo con mejor comodidad.
— Bae dijo que te extrañaba y por eso quería venir.
Jimin recibió un pequeño mohín por parte de su hijo que yacía muerto de vergüenza en los brazos del chico.
TaeHyung siempre fue un grato amante por los niños, hasta decía querer tener como mínimo unos cuatro o cinco. Entonces como era de esperarse se acerco hasta este para saludarlo. Murmuró un "hola" seguido de un movimiento suave de su amo. Bae casi de inmediato oculto su rostro en el pequeño huequito del cuello de Jeongguk, tenía demasiada vergüenza.
— Bae es muy tímido. — dijeron al omiso Jeon y Park.
Jungkook dio una suave risita ante lo recién ocurrido mientras que las mejillas del peli rubio se teñían de un suave color carmín.
En un momento a otro los cuatro se decidieron por mirar alguna película en la televisión y a pedido de Bae terminaron viendo Pororo un clásico programa especial mente para el publico infantil, básicamente es un pingüino que vive aventuras con sus amigos. Un entretenido y didáctico programa, pero algo aburrido para los mayores de la habitación.
Ninguno de los que estaban en el lugar dejaban de mirar las reacciones del niño. Este reiteradas veces le grito al televisor que pororo estaba haciendo algunas cosas mal o no iba por los caminos correctos. Bae estiro sus brazos y abrió y cerró sus manitas como queriendo alcanzar al pingüino en la pantalla.
— Hasta mañana, pororo. — inquirió el pequeño Park.
— Si si, hasta mañana, pororo.
Los demás saludaron hacía el animado personaje en la televisión con el fin de lograr ver una gran sonrisa en los regordetes labios del niño.
Sin duda alguna Bae amaba este tipo de ambientes y quería continuar viviendo así.
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Tae puso en aleatorio la lista de reproducción de su celular. Empezó a sonar una de sus tantas canciones que solo agrego a su lista porque le apareció en recomendados, una de esas canciones brasileñas dónde no entiende absolutamente nada de la letra. Empezó a cantar o mas bien a aullar ya que intentaba cantar al ritmo pero no llegaba siquiera a las notas, con el fin de hacer reír al pequeño que yacía en el suelo jugando con su figura de acción.
Jeon que cortaba la cebolla río por la ocurrencia de su mejor amigo de seguro que estuviera ahora intentando hacer bailar al pequeño y al voltearse pudo ver que estaba en lo correcto, Tae sin duda era una maquina de energía y se la ideaba para poder romper el hielo con cualquier persona y el niño estaba siendo testigo de ello sin saberlo.
