Encuentro inesperado

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Audrey se encontraba en los jardines, concretamente en su parte del jardín, ella expresamente había ordenado a los jardineros plantar gardenias en ese lugar de forma ordenada y precia; cerca, se encontraba el gran lago dónde sus 4 hermanas se lo pasaban en grande con la barquita que la pobre señorita Worth intentaba dirigir. Des de su banqueta observaba la situación y reflexionaba como sería su vida lejos de ahí una vez se casara.

Sabía que su madre quería que esa misma temporada, la cual sólo faltaba una semana por empezar, se casara con un caballero con un título no menor de Duque. La pasada temporada hubieron decenas de solicitudes para ella, pero ninguna le había convencido. Todos los jovenes que habían acudido le habían parecido faltos de carácter e insulsos, pero lo peor de todo era que con ninguno de ellos había sentido aquello que Elizabeth, su hermana, definía cómo magia especial. 

Sabía que soñar con un matrimonio con amor era cosa de esas novelas que su hermana Karen solía leer , no era por eso que no había aceptado ninguna propuesta de matrimonio. A ella no le importaban esas cosas, sólo quería un hombre que la respetara, no quería quedar en segundo plano cuando se casase, y ninguno de esos caballeros la hubiera tomado en cuenta más que para engendrar un heredero. Quería hacer algo con su título, no sólo ostentarlo, quería usarlo. 

-¡Audrey!- Gritó Elizabeth o como todos la llamaban, Bethy -¡Audrey! ¡Acércate y sube al bote con nosotras! 

-¡No creo que pueda subirme Bethy! ¡No me he puesto el vestido adecuado, llevo un vestido muy pesado! - Gritó Audrey , la cual llevaba un vestido con volantes de tul color crema con una cofia para que el sol no le manchara su impoluta piel.

-¡No importa!¡ Nosotras te ayudaremos, no seas aburrida hermanita!- Gritó la pequeña Eliza 

Audrey no quiso desanimar a la más pequeña de sus hermanas, Eliza, la cuál había padecido una larga enfermedad de charampión y era la primera vez en varios meses que salía, por ese motivo y sólo por ese, fué que decidió levantarse y acercarse al lago dónde la señorita Worth ( la institutriz de las pequeñas) hacía esfuerzos para acercarse a la orilla y poder ayudarla a subir.  La mayor no lo veía claro, pero ver la sonrisa de su pequeña Eliza fue lo que la animó a empezar a poner un pie dentro de ese bote tambaleante con la ayuda de Georgiana y Karen. 

Cuando ya creía que lo tenía hecho el bajo del vestido se quedó enganchado con un clavo mal puesto y perdió el equilibrio, segundos después , se vió zambullida en la fría agua del lago y sólo escuchaba los gritos de la señorita Worth , las risas de Georgiana y Karen, el llanto de Eliza y los gritos de auxilio de Elizabeth. De golpe, notó unas manos fuertes que la empujaron fuera del lago. 

Cuando pudo haber sacado toda el agua de la boca y empezara respirar , empezó a enfocar la mirada y vislumbró un rostro masculino desconocido.

-¿Se encuentra bien ? - dijo el dueño de ese rostro con una voz grave y potente.  Mientras veía como sus hermanas y la institutriz bajaban del bote lo más rápido posible y se acercaban a ella corriendo. 

Cuando su hermana Eliza se tiró a sus brazos fue cuando reaccionó y pudo contestar al misterioso caballero que la había rescatado. 

-Sí, gracias- consiguió decir de la forma más firme posible a pesar de la confusión y el frío.

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¿¿QUIEN SERÁ EL CABALLERO MISTERIOSO??


Piel de lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora