13.- 아름다운 여자.

2.5K 413 45
                                    

A Vuur no le costó demasiado trabajo darse cuenta de lo que estaba ocurriendo. En cuanto la rorca se encendió mostrándole el innegable camino a la verdad, Park Jimin comprendió lo que estaba por ocurrir. Debía entregarle su vida entera a esa mujer, sin importar qué. Deseaba protegerla y darle, de pronto, todo lo que quedaba en su interior, lo que le era y lo que le faltaba por ser.

Sanae se despegó del muchacho, desconcertada y se relamió los labios, buscando una explicación a lo que acababa de suceder. La cálida mirada de Jimin la envolvió por completo, desvió la mirada desconcertada y ahogó un suspiró. Las ganas que pudo haber tenido por abofetear al muchacho se disiparon cuando Park entrelazó sus manos y juntos sus frentes. Busco con cuidado los ojos de su amada y sonrió como jamás imaginó sonreír. Envolviéndose por completo en aquel nuevo amor, emocionado, como un chiquillo descubriendo un nuevo sitio que explorar.

Sanae se alejó de inmediato, no quería caer presa de los encantos del muchacho, negó con la cabeza incontables veces y caminó a prisa hasta su bicicleta para emprender la huida.

Disuelto en confusión, Jimin intentó alcanzarla, pero le fue imposible. Además, no deseaba agobiar a Sanae con esa revolución de nuevos sentimientos. Bajó la mirada y de pronto escuchó a alguien acercarse. Posó la vista en el intruso y se encontró a JungKook sorprendido, pero con un toque de decepción en los ojos. Pronto comprendió que su hermano también tenía ante sí una pena amorosa que era menester atender.

— ¿Qué fue eso? — Preguntó el menor, intentando sonreír — ¿La has encontrado ya?

Jimin se aclaró la garganta, deseoso de dejar atrás aquel insaciable odio que había sentido por el joven desde tiempos remotos. Sorprendido, por qué al parecer JungKook también deseaba dejar de lado su vieja rivalidad.

— La he encontrado ya —. Declaró, súbito de una felicidad infalible, acompañada de una confusión atestada de dudas y temores que necesitaba dejar de lado.

JungKook asintió.

— Yo también la he encontrado —. Secundó —. Pero es demasiado tarde para mí. Está enamorada de otro hombre.

Jimin comprendía mejor que nadie las escuálidas palabras del pelinegro. Asintió débilmente y miró hacía el lago, metiendo su mano derecha en el bolsillo de su saco y extrayendo la pequeña piedra que continuaba tintineado. Se la mostro a su hermano y después la guardo de nuevo.

— No queda nada más que intentar conquistarlas, Kook. La naturaleza nunca se ha dejado intimidar por los humanos y será maldito el día en que lo haga —. La claridad con la que artículo aquellas palabras fue toda una revelación para Jeon.

Kook asintió y se colocó al lado de su hermano para admirar el río a su lado. Sacó de su bolsillo una piedra similar a la que tenía Jimin, pero a diferencia de la otra, esa tenía pequeñas grietas en todas partes, mostrándole lo mucho que había amado en el pasado y las incontables veces que le habían roto el corazón. Miró decepcionado como se formaba una nueva fisura y su brillo se intensificaba. Jimin suspiró.

— ¿Te duele? — Preguntó.

JungKook asintió y cerró los ojos, dejando salir un par de lágrimas, planteándose una nueva meta. Conquistaría a EunJae, costará lo que le costará, la conquistaría.

(****)

Sanae llegó a su edificio tan veloz como un rayo, dejó su bicicleta en el estacionamiento del lugar y subió hasta su departamento, dispuesta a encerrarse para pensar las cosas detenidamente.

Cuando estaba por llegar, se topó con Hoseok en las escaleras, cargando un montón de bolsas de mercado y con los audífonos puestos. No quería hablar con él, al decir verdad, no deseaba hablar con nadie. Bajó la mirada e intentó fingir demencia, disminuyendo la velocidad con la respiración terriblemente agitada.

Hoseok se giró repentinamente sonriendo al encontrarse acompañado. Sana le devolvió la sonrisa, era demasiado tarde para escapar.

— ¡Sana! — Exclamó el muchacho, emocionado —. Precisamente te estaba buscando. Pensaba que hoy podíamos cenar en mi departamento.

Sana pensó en negarse, pero concluyó que Hoseok nada tenía que ver con lo que estaba sucediendo. Asintió y le sonrió al muchacho, quitándole de las manos un par de bolsas para ayudarlo a cargarlas. Hoseok asintió agradecido, llegando al final de las escaleras. Caminaron por el pasillo hasta llegar al departamento del muchacho.

— Entonces nos vemos en un rato —. Musitó Hoseok, con una pisca de timidez en la voz.

— Claro — Dijo, mientras abría su departamento y entraba.

Tsuyu y MinHa la sintieron entrar, pero comprendieron que no debían hablar. El corazón de su amiga estaba hecha un manojo de confusiones y hablar no haría más que confundirla aún más.

No obstante, Sana levantó la vista y le sonrió al par de espectros.

— Hoy cenare con Hobi ¿estarán bien solas?

Ambas asintieron al mismo tiempo y se acercaron a la chica para intentar abrazarla.

— ¿Ocurrió algo en el lago? — Preguntó MinHa.

Sana no respondió y se metió en su habitación, en silencio.

— Despiértenme en dos horas — pidió y se dejó caer en su cama, boca abajo. No quería pensar sobre nada, por lo menos en un rato.

(****)

Sanae sintió un par de manos sacudirla con fuerza, la chica abrió los ojos encontrándose con Tsuyu encima suyo, esperando a que se despertará. La chica ahogó un respingo, tocándose el corazón asustada por lo que acababa de presenciar.

— Tsuyu... te he dicho mil veces que no flotes en casa. Puedes caminar. — Sanae se puso de pie, tallándose los ojos —. Es horrible haber perdido la capacidad de sentir a un muerto encima de ti.

Entró en el baño y se miró al espejo, abriendo la llave para lavarse el rostro y parecer un poco más humana. Jimin continuaba rondando en sus pensamientos y era por completo un fastidio. Al salir, posó la vista en el reloj que había en la sala y concluyó que ya era momento de encontrarse con Hoseok.

(****)

Hoseok había preparado la mesa como lo hacía normalmente, pero a diferencia de cualquier otro día, su corazón se encontraba despavorido. Había decidido que esa ocasión sería la propicia para hablarle sobre sus sentimientos a la muchacha.

Sana lo esperaba sentada en el comedor, sonriendo por el gran trabajo que había hecho el muchacho al preparar la pizza.

— Todo esto se ve delicioso —. Declaró, con la boca hecha agua, impaciente por poder probar por fin.

Hoseok se sentó a su lado y le sirvió un pedazo.

— Pues pruébala y dime si solamente se ve —. Pidió.

Sana asintió y le dio una gran mordida a la rebanada. Ambos comenzaron a comer, hablando sobre el ajetreado día que habían tenido en el trabajo. Por supuesto, Sanae omitió todo lo relacionado con Park Jimin. De un momento a otro, Hoseok se tornó serio, miró su plato vació y tragó saliva. Sanae ladeo el rostro extrañada, Hoseok nunca se comportaba de aquella forma.

— Sanae... — musitó, tan pronto como agarró valor.

Sana lo miró desconcertada.

— Hay algo que siempre he querido decirte... Y no puedo esperar más para hacerlo. 


el capítulo se llama Hermosa mujer. aleumdaun yeoja 

Espero que el capítulo les haya gustado, quisiera decir más, pero presiento que mi Pc esta a punto de morir. Jajajaja. 

Espero sus votos y comentarios.

<3

Jeongsin. pjm BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora