25.- 나는 너를 위해 싸울 용의가있어.

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Era una rotunda idiotez no poder sacarse de la cabeza la imagen de Sanae besando a ese maldito enano. Se pasaba día y noche repasando miles de posibilidades y detestaba incluso tener que hacerlo. Su imaginación se volvió su peor enemiga cuando apareció en su cabeza una arcaica ilustración, Sana besaba a Park Jimin con una pasión insólita, mientras ambos se desnudaban a la par.

Negó con la cabeza y apagó de mala gana su cuarto cigarrillo restregándolo molesto en el cenicero. Tenía que encontrar la manera de poseer a la chica, de ganarse su corazón y de lograr por fin obtener aquel amor no correspondido. El primer paso: revelar la verdad.

Sorpresivamente, una idea lo atropello con fuerza, iluminando su ser y tal vez resolviendo sus problemas. Tomó su teléfono celular y marcó el número de NamJoon, rodeado de una emoción encriptada, porque ni siquiera él la conocía.

— ¿Qué pasa Yoongi? El borrador no se entrega hasta la semana que viene — dijo el moreno, al otro lado de la línea, con la voz ligeramente adormilada.

Yoongi puso los ojos en blanco y negó con la cabeza.

— NamJoon, no te hablo para eso, necesito que me ayudes con algo. Te quiero en la oficina en 20 minutos — ordeno y colgó la llamada.

Sabía que Namjooon tardaría mucho más en llegar, pero también sabía que su amigo no le quedaría mal jamás ¿Qué más tenía por hacer? Absolutamente nada más que esperar, ese día acabaría temprano de trabajar.

(****)

NamJoon llegó a la oficina vistiendo la mierda más rara del universo, que contrario a lo que cualquiera creería, lucía demasiado bien en él. Unos pantalones deportivos de un extraño color, con sandalias de piel y una camiseta de tela con estampados extraños. El cabello revuelto y anteojos puestos. Nam parecía un verdadero Hippie.

Yoongi decidió ignorar la apariencia el muchacho y le ofreció un puro.

NamJoon frunció el ceño y levantó una ceja, inquisitivo, era sumamente extraño que Min regalará uno de sus preciados puros importados desde Brasil. Se encogió de hombros y suspiró, no estaba dispuesto a desperdiciar dicha oportunidad.

— ¿Y bien? — preguntó, al tiempo que se sentaba y subía su pierna encima del escritorio de su editor.

Yoongi sonrió.

— Estoy enamorado — declaró.

NamJoon se ahogó con el humo del puro y miró al joven sorprendido.

— ¿De quién?

— Ki Sanae.

— ¿Qué? ¿Desde cuándo?

— Desde que la conocí, pero no me atrevía a decírtelo por qué estaba bien con un amor platónico. Pero ahora que la veo al lado de otro hombre... NamJoon no puedo permitir esa relación, necesito tu puta ayuda, hermano ¡Ayúdame!

NamJoon formó un rictus.

— De manera que Park Jimin se ha vuelto de un momento a otro nuestro enemigo. Es una mierda, por qué me duele lastimar a mis fans, pero has estado tanto tiempo conmigo, que no me importaría perder mi carrera con tal de verte feliz — NamJoon sonrió y le guiño un ojo a su compañero —. Tienes un trato, Yoongi, te ayudaré a conquistar a Sanae ¿Tienes algo en mente?

Yoongi sonrió con entusiasmo y asintió encantado.

— Tienes contactos con los dueños del bar Show me the money ¿No? Bien, necesito que me reserves una función, este bebé volverá a rapear.

Jeongsin. pjm BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora