✈ Love in the air ✈

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Género: AU!EXO | Romance | Fluff
Palabras: 1.1K
Sinopsis: Donde Luhan muere de miedo y Sehun sabe exactamente qué hacer para tranquilizarlo.

Una de las cosas buenas de ser un artista es, sin dudarlo, la posibilidad de viajar. Ir y venir y volver a ir de un sitio a otro. Dentro o fuera de un país, al límite o al centro de una bonita ciudad. Cualquiera con gusto por la aventura amaría ser un artista sin importar que el tiempo fuera de escena trascurriera mayormente en hoteles y aeropuertos, que en paseos personales por sitios exóticos. Cualquiera, menos Luhan.

¿Quién lo había mandado a ambicionar fama y éxito haciendo lo que más le apasionaba? De haberle hecho caso a su madre y haberse dedicado al futbol, seguramente no tendría por qué hacer tantos viajes. Messi no era preciosamente un tipo que radicara una noche en Seúl y volara a Beijing a la mañana siguiente, con tiempo exacto en el reloj para marcharse a Hong Kong al medio día. ¿O sí?

— ¿Lu ge~? Tranquilo, sólo son dos horas a Hong Kong — sonríe Junmyeon al posarse a su lado, ligeramente inclinado sobre el asiento que ocupa y mirando dulcemente su mano unida a la de Yixing, quien esa misma mañana se ha ofrecido a compartir asientos con él, en vista de lo mucho que ha debido soportar la mano de Minseok al viajar siempre junto al ciervo.

No obstante y aunque el apoyo que está recibiendo le sabe dulce en el corazón, Luhan continúa sintiendo que algo no está bien y que si no es su consciencia, probablemente sea su estómago lo que delate su nerviosismo al escapar por su boca.

— E-Estoy tranquilo — miente, con más de un gran esfuerzo para vocalizar las palabras y el mejor amago de sonrisa que puede atisbar — N-No tienes que preocuparte, M-Myeon —

Asintiendo, más por complacer al su hyung que por creer en sus palabras, Junmyeon le acaricia el cabello y sonríe con ternura. Más allá, Baekhyun ha vuelto a pelear con Tao y Yi Fan parece tentando a retarlos de no acercarse el líder a ellos, sin mencionar que a minutos de despegar, Chanyeol y Sehun siguen sin abordar.

— ¡Yah! Mocoso insolente — riñe Park al maknae del grupo, cuando sus largas piernas los conducen con tranquilidad por el pasillo del avión al que finalmente se han decidido a montar.

Riendo sin prestar más atención de la debida al chico de orejas grandes que rueda los ojos mientras pasa de él, Sehun y se permite un momento para guiñar el ojo al cervatillo asustado que se ha sentado en la fila contraria asignada para él.

— ¿Has vuelto a picar a Yeol, Sehunnie? — sonríe Yixing, mientras sus dedos acarician levemente el dorso de la mano de su acompañante y el menor de los presentes comprende que aquello es un intento por alejar la mente del mayor de lo que está por acontecer.

— Es que hyung no sabe perder — se hunde Sehun sobre su asiento, tras arrojar a su lado la mochila de mano y advertir que su lugar no tiene compañero asignado — Lo olvidará tan pronto como se encuentre con Baekhyun hyung —

Advirtiendo en el menor una soltura de la que él no puede gozar y sintiéndose mareado ante la repentina ola de sonrisas que Yixing puede compartir con Sehun, porque no está sufriendo de uno de esos patéticos ataques de pánico, Luhan casi salta al ponerse de pie y excusarse en visitar el sanitario antes de despegar.

Con palabras de consuelo que no puede expresar y la mirada pendiente de que Junmyeon no advierta que ha dejado a Luhan ir solo al servicio, Yixing intenta mantenerse sereno hasta el momento en que el menor en la fila de junto se inclina sobre el asiento para preguntar:

— ¿Está un poco más nervioso de lo normal, no es verdad, hyung? —

— Un poco, sí. Lo cierto es que yo he abogado por no darle pastillas para dormir, pero... — negando con la cabeza y sonriendo porque en realidad, Yixing puede llegar a ser tan preocupón como Junmyeon, Sehun se acomoda de nuevo en su sitio mirando fijamente por el pasillo por el que ha desaparecido su hyung.

— Tengo una mejor idea que esas pastillas — murmura al poco, cuando Luhan aparece de nuevo en su campo de visión, con las manos temblorosas apoyándose sobre los respaldos y la mirada asustadiza que le oprime fuerte el corazón.

Dedicando una mirada que más bien se advierte apenada, Luhan intenta pasar olímpicamente de él, cuando sus movimientos le llevan a dirigirse a su asiento y una mano firme sujeta la suya haciéndolo volverse y encarar al menor.

— ¿Hm? ¿Pasa algo, Sehun-ah? — cuestiona el mayor, sin saber exactamente el porqué de las acciones del maknae.

— Tú dime, hyung. ¿No quieres viajar conmigo? Te has sentado muy lejos... — dice entonces Sehun y Luhan se sonroja sin poder evitarlo, porque recuerda la promesa que hizo de viajar junto al menor en los siguientes viajes.

— No es eso, Sehun. Pero, Junmyeon-

— Hyung está allá atrás, Lu — espeta el más alto, mientras sus manos halan al mayor que de pronto y muy suavemente, se halla encima de él.

Sin prestar a sus acciones más atención de la que posee, Luhan se deja hacer entre los brazos del contrario, hundiendo la cabeza sobre su pecho y dejando que sea Sehun el que dirija las posiciones para acomodarse en aquel estrecho asiento. Piernas colgando a ambos costados de su regazo, brazos que se aferran al cuerpo contrario y dedos que juguetean tiernamente con las hebras de su cabello.

Sehun aspira profundamente el aroma que emana del shampoo de Luhan y aferra el agarre que ha impuesto sobre su delgada cintura.

— ¿Tienes miedo, hyung? — le pregunta, tan suave y tan dulce que Luhan cree por un momento que lo ha imaginado — No tienes por qué tener miedo. Yo estoy aquí — continúa Sehun, ante la falta de respuestas y sintiendo como sus palabras actúan pronto sobre el cuerpo del chino, quien se hunde poquito más en el hueco de su cuello, dejándole sentir la pequeña nariz de Luhan acariciando su piel que se estremece bajo su tacto.

— Yo siempre voy a estar aquí, hyung. Siempre te voy a cuidar... — promete, mientras Luhan responde besando su cuello y su cuerpo se aligera bajo las caricias del menor que pasea las manos por su espalda y susurra nanas que sólo son audibles para el mayor de los dos.

A su alrededor, el avión ha comenzado la labor de despegue y aunque las azafatas le han mirado extraño — como deseando retarlo —, Sehun sabe que sus compañeros se han encargado de librarlo del regaño mientras Luhan duerme, ajeno a la altura y al miedo.

Porque cuando está con Sehun, todo parece estar bien y ¿cómo no lo estaría? Si todo es tan cálido cuando permanece entre los brazos del hombre que ama. 

Nubes de Athúcar || HunHan ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora