🚿 Foam dream 🚿

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🚿 Género: Romance
🚿 Palabras: 937w
🚿 Sinopsis: Sehun estaba cansado. Tanto que solo pedía tenerlo de regreso y al menos en su imaginación, exactamente así era.

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El calor es sofocante si se encuentra en el balcón y resulta dos veces más asfixiante en el interior del apartamento. Las altas temperaturas han comenzado a llegar y Seúl se acalora bajo los rayos de un sol que ha decidido dejar de iluminar para pasar a abochornar y rostizar.

A Sehun jamás le ha molestado broncearse un poco bajo la luz o sudar y verse obligado a vagar por su hogar sin llevar puesta la camiseta y es que, en cada ocasión que ha debido atravesar aquella infernal época del año, lo ha hecho con Xiao Luhan estando a su lado. ¿Qué puede molestarle si tiene a su novio y prometido a su lado?

Con sinceridad, nada podría hacerle más feliz que decir al mundo que — finalmente — Xiao Luhan es su marido, sin embargo, puede que haya elegido sin pensar en el calendario porque de abril a junio existen tres meses de distancia y Luhan ha tenido que posponer su boda hasta que Sehun se gradúe de la Academia de Danza Contemporánea, a mitad del verano.

«Me cago en la escuela y en el maldito sistema educativo»

El pensamiento que ha últimas se ha vuelto recurrente, reaparece en su cabeza para incluir a su torpe y miope asesor de tesis, quien no le ha permitido largarse a China con Luhan para su visita familiar, sólo por entregar las últimas novedades de su extenso — y muy pomposo — documento de «Aplicación de la danza en el entrenamiento de ídolos y su repercusión en la vida profesional mediante la formación de coreógrafos» que, básicamente, deseaba exponer al mundo que Sehun anhelaba el trabajo de Kim Tae Woo dentro de SW Entertainment, la empresa coreana No. 1 en la industria del entretenimiento desde que Choi Siwon la había comprado a un viejito loco y cambiado una M por una W.

Posiblemente — y de no ser por el miope de Junmyeon — Sehun estaría atravesando los bochornosos calores en el bello Pekín, tumbado junto a su prometido graduado por ser un año mayor y no precisamente hablando de temperaturas ambientales. Si sólo pudiera estar donde su chino de cabellos caramelo, rostro de ángel y mirada de ciervo, ¿qué no podría hacer?

Hacer el amor con Luhan en la tina de baño es la mejor idea que Sehun puede imaginar cuando piensa en un buen método para apaciguar la calentura — ambiental y corporal — y qué decir de dormir desnudos. Dichosas sean sus manos que recorren a Luhan centímetro a centímetro, cuando le convence entre besos de quitarse la ropa y acostarse a dormir, aunque a medio proceso se deje llevar y termine masturbando a su novio bajo las suaves sábanas y escuchando sus gemidos tan suaves y excitantes que no es de sorprender que el mayor termine montado sobre él, mientras follan hasta el amanecer.

A estas alturas de la jodida semana que lleva estando lejos de su chico, Sehun está seguro que incluso si debiera quitar prenda por prenda — con muchísima parsimonia como a Luhan le gusta — lo haría sin chistar, porque no importa si el chino se echa encima mil prendas, siempre es un gusto para el menor dejar al descubierto aquella hermosa piel.

Optando por controlar todos aquellos pensamientos subidos de tono y mejor hundirse en la ducha con agua muy fría, Sehun continua con el discurso mental que es capaz de inventar para graduarse con una tesis que lo deje ingresar en SW Ent. Mientras se desnuda camino al cuarto de baño y se sumerge en el agua apenas esta llega a media tina. Sintiendo el chorro helado besando su piel y templando su cuerpo, su cabeza reposa sobre la orilla de la cerámica mientras el cansancio que ha sentido se comienza a disipar.

Una nueva serie de imaginaciones le llega a la mente, algo menos pecaminosas y más conciliadoras donde Luhan acaricia tiernamente su cabello y juega a enredar los dedos entre las hebras semi rubias que el mismo chino se ha encargado de teñir. Los delgados dedos que se pasean por su cabeza descienden entonces hasta llegar a sus hombros y comienzan a masajear antes que un beso se plante en sus labios.

Un leve jadeo escapa entonces de su boca, porque ha cerrado los ojos y disfrutado tanto de aquella invención que quizás — de no estar tan agotado — podría decir que se ha tratado de algo real. Es decir, aquel beso, incluso puede saborearlo en la punta de sus labios.

— ¿Has estado pensando en mí, Hunnie? —

Abre los ojos y una sonrisa se dibuja en sus labios, porque no es una imaginación producto de su agotamiento y es que si lo fuera, no sería tan hermosa como la figura de carne y hueso de Luhan inclinándose sobre él.

— ¿En qué momento entraste? —

— Hace un minuto. Escuché el grifo desde la entrada y cuando abrí la puerta, estabas dormido — responde Luhan con una sonrisa mientras rodea la tina hasta quedar junto a él y detenerse como pensando si es una buena idea tomar asiento sobre el bordillo de esta — Pero no me has respondido. ¿Has pensado mucho en mí? —

Sonriendo apenas para responder, Sehun hala a Luhan hasta que su seco y muy vestido cuerpo queda dentro de la tina y sus labios buscan los contrarios, mientras sus manos lo recorren muy lentamente hasta encontrar los botones que cierran la camisa del mayor. ¿Qué si ha pensado en él? La dura erección que roza su trasero debería servir como respuesta para su hermoso prometido quién, no obstante, está a punto de recibir una rotunda y húmeda respuesta.

Tan húmeda como las ensoñaciones de Sehun. 

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Nubes de Athúcar || HunHan ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora