Me enamoré de ti.

Capítulo XII

12. Eres un idiota

John

Ya había pasado una semana de que John y yo no hemos hablado, bueno miento un poco, definitivamente he querido hablar con él, pero aun así hemos aguantado las ganas de hacerlo.

Franck antes de irse me dejó su número en la repisa de noche que tengo en mi cuarto, fácilmente caí en la tentación y le termine escribiendo. Definitivamente lo extrañaba y demasiado.

No era que hablábamos demasiado. Solamente nos preguntábamos cómo hemos estado y ya. Franck me contó que ha venido su mejor amigo de Atlanta a vivir acá en San Francisco.

Dicen que son muy unidos y que parecen chicle. Me dijo que cuando pasaran las semanas me lo presentaría.

Su nombre era Mike. Me mostró una foto y el chico era muy lindo, bastante para qué, pero deje de pensar en él ya que mi querido Franck siempre quería coquetear conmigo.

Nunca podíamos tener una conversación normal. Siempre me decía que me extrañaba, que me quería ver y muchas cosas más.

Mi cumpleaños estaba cerca, estaba un poco emocionada ya que técnicamente ese día mi regalo será estar con Franck.

Deje todos esos pensamientos a un lado. Me vestí rápido y me dirijo al colegio. A lo que llegamos veo al guardia y me mira con mala cara. Aún no supera lo que pasó la última vez con Franck, pero vamos... Este señor se quiso pasar de listo y obtuvo su merecido.

Entre ignorando la mirada del guardia y me dirigí a mi salón. A lo que llego, todo mundo estaba haciendo relajo. El profesor entró al salón y todo mundo se quedó tranquilo. Había dicho que teníamos que ser tutor esta vez de alguien que tiene malas calificaciones.

Esto no me gustaba mucho que digamos, la mayoría de los vagos en este curso son drogadictos o también asesinos. Rogaba por primera vez que me toque ser tutor de una chica, pero no fue así. Me tocó ser tutor de Jeremy Calvet. Es un chico muy lindo a mi parecer, pero lastimosamente todo eso se le va gracias a que es un fumón y mala onda.

El me ve y comienza a reírse. Yo solamente desvío la mirada y no lo tomo en cuenta. Pasan las clases y me levanto rápido de mi asiento. Intento salir lo más rápido posible, no quería hablar con Jeremy, me daba un poco de miedo el muchacho.

-¿A dónde vas marica? ¿Acaso estás huyendo de mí? – Dice en tono frío, me comienza a apretar el brazo y me duelo mucho.

-Suéltame. – Digo enojado.

-Acaso te duele nenita.

-Sí, pendejo, eres un tonto. Aprende a usar las palabras, usas nenita haciendo ver a la mujer como un sexo débil, creo que no has aprendido nada en la escuela, pendejo. – He hecho algo muy malo, ahora me tendré que preparar para la golpiza.

-Ahórrate tus comentarios científicos que me valen. – Dice riendo. – Mira lo haremos sencillo marica. Tú me ayudas a pasar las materias y yo te ayudo a salvarte de una muerte segura de mí.

-¿Me estas amenazando? – Digo sarcásticamente.

-Tú qué piensas. – Dice frío.

-Antes mil veces muerto que ayudarte. – Digo seguro.

-Pues no me importa matarte ahora.

-Inténtalo.

Me agarra de la mano y me lleva al baño, le pone seguro a la puerta y comienzo asustarme.

-Sabes, creo que no te mataré. ¿Qué tal si mejor te violo? ¿Te parece mejor?

-Jodete. – Digo enojado e intento escapar de él.