9. Mierda de vida.
FranckMierda de vida, mierda de emociones, maldigo todo. ¿Cómo una persona me puede poner feliz en tan solo un segundo? ¿Cómo aun estando triste me puede sacar una sola sonrisa recordándolo? Odio mi maldita vida.
¿Por qué tuve que venir a vivir en esta ciudad? ¿Por qué fue él? ¿Por qué me tuve que enamorar de él? Ahora entiendo. Si me enamoraba de John, algo en mí decía que se alejaría de mí.
Esas palabras me dolieron, me hicieron llorar, alguien me puede explicar ¿Cómo una persona te puede hacer feliz en tan solo un segundo y después hacerte trizas la vida? Eso hizo John hoy, me dejó herido.
Aunque lo entiendo, yo lo dejé peor, desde que llegué a San Francisco, le he causado varios problemas y a la vez he hecho que sus crisis emocionales empeore.
Me dirigí a una taberna, me siento mal, no me gusta tomar, pero espero que el alcohol aunque sea me haga olvidar un momento las penas.
Mi pecho ardía y el corazón estaba destrozado. A lo que llegue a la taberna, me propuse quedar ebrio totalmente, quería olvidar el dolor que sentía en este momento. La taberna era una sencilla, pero me daba igual el lugar, con tal de que vendan alcohol a mí me daba igual. Lo que en este momento quiero es desahogarme.
Me dirigí a la barra y le pedí que me sirvan el trago más fuerte que tengan. Después de varias copas, sentía que el alcohol comenzaba a funcionar. Me sentía un poco más libre. Comencé a decir estupideces y a cantar a todo pulmón. Todo mundo me veía medio raro. Pero... Me daba igual. Es cierto lo que dicen. Cuando estás tomado, no sabes lo que dices.
Entre más tomaba. Me sentía mejor. Pero cuando seguía, comencé a sentir un vacío, enorme. La tristeza se estaba apoderando de mí. Comencé a recordar todo.
Especialmente cosas de John. Tal vez me sentía mal porque aún no aceptaba las cosas. Es verdad, estoy enamorado de él, pero si tuviera algo con John, mis padres no aceptarían mi relación con él. A la vez, no creo que él quiera salir conmigo, me dañaría el corazón si no lo hace.
Los sentimientos estaban a flor de piel, la tristeza era tan grande que no podía ya evitar mis emociones. Decidí salir de la taberna, directamente me subí al auto. Sé que está mal hacerlo, estoy ebrio, no debería conducir en este estado.
Ya creo que saben a dónde me dirijo. No es necesario que lo explique. Me dirigí a la casa de John, estaba conduciendo, no dejaba de pensar en él, me sentía distraído.
Y gracias a mi gran imprudencia me había accidentado. Había chocado con un póster de electricidad.
No podía moverme, estaba atrapado. El alcohol me tenía mal, varias personas se acercaron a ayudarme. Vino la ambulancia y rápidamente me llevaron al hospital.
Entre al hospital acompañado de dos personas más que no podía reconocer. Me llevaron a una sala. Me quede esperando y gritando que me dejen salir. Para mi grata sorpresa la puerta se abrió y allí estaban los padres de John, estaban preocupados, mirándome con intriga.
Tal vez se preguntaban ¿Por qué estaba en este estado? No podía decírselo. Tendría un poco de vergüenza confesarles por qué estoy así.
-¿Franck? ¿Qué diablos te pasó? - Dice asombrada. - ¿Por qué estás en este estado? Estás ebrio. - Dice la señora Teresa preocupada.
-¿Hijo, por qué estás así? - Preguntó Tyler. Así se llama el papá de John. Me lo había contado la señora Teresa, la última vez que hable con ella.
-Estoy... Bien. No me pa-paso nada, solo tome un poco. - Digo con dificultad.
-Tenemos que atenderte y rápido. Tienes heridas en la cabeza, cortadas específicamente. - Dice la señora Teresa. - Ven vamos. Déjame atenderte.
-¡No quiero que me atiendan! - Digo gritando.- ¡Quiero ver a John! - Digo con vergüenza. - Lo necesito.
-En este estado no lo puedes ver Franck... - Dice Tyler. - Estás ebrio y él se va a molestar. Odia ver a la gente en ese estado.
-¡No me importa! ¡Déjenme verlo! - Digo gritando. - Me importa mucho... Creo que estoy enamorado de él, lo necesito. - Ok, había dicho que el alcohol nos hace decir cosas locas. Pero estoy seguro de lo que digo.
-Si sigues así... Te lo vamos a prohibir. Fácilmente te podemos poner una denuncia. Una orden de alejamiento. Déjanos tratarte. - Dice Tyler un poco molesto. - Vamos hijo. - Asiento con la cabeza y comienzan atenderme.
Tyler comenzó a limpiarme las heridas en todo el cuerpo. Me había cortado en varias partes del cuerpo. Teresa en cambio me comenzó a coger los puntos. Ya terminado de atenderme me levanté y me fui a la puerta.
-Gracias por todo. Pero de verdad, me tengo que ir, tengo que verlo. - Digo triste, ya la resaca había pasado, no del todo pero ya podía hablar con normalidad.
-Sigo insistiendo que no lo hagas. Arruinaras las cosas. Además estás ebrio John. No sabes lo que dices. Mañana lo olvidarás todo. - Dice Teresa.
-Solo quiero verlo y hablar con él. - Digo en voz baja.
-Te pienso decir algo y no lo vuelvo a repetir. - Dice Tyler un poco enojado. - Le haces algo, veo que derrama una lágrima por ti o lo lastimas. Te juro que te mato. - Dice en voz tenebrosa y sé que la amenaza va en serio. - Entendiste, te mato.
-No pienso hacer nada malo. - Digo en voz baja. - Me tengo que ir. Gracias por todo.
-Suerte. - Dice Tyler. - No me caes mal, pero entiende es mi hijo. No quiero que le hagas daño. Y menos que llore por ti. Eres un buen chico, pero lo estás haciendo sufrir demasiado. Mañana no te olvidaras de esto y si te acuerdas, tú mismo le dirás que fue un grave error.
-Espero no decir eso. Con permiso.
Salgo del hospital corriendo y me dirijo a una esquina. Tome un taxi y le di la dirección. Nos tardamos casi 20 minutos. Pero llegamos. Le pagué al señor y baje.
Me puse al frente de la casa de John. No sabía si tocar la puerta o irme. No sabía que tenía que decirle, estaba nervioso. Estoy seguro de que arruinaré las cosas.
Aun así estúpidamente decido tocar la puerta. Y rápidamente esta es abierta. John me ve asombrado, claramente por mi estado. Yo no sé qué hacer.
Cada vez que lo veo me pongo nervioso. Tiene el ceño fruncido y sé que está molesto. Es verdad lo que me dijeron sus padres, no le gusta ver a la gente en este estado. Aun así con su ceño fruncido se lo ve jodidamente hermoso.
Sus ojos color avellana demostraban un infierno, seguramente es enojo, pero aun así me encantaba. Su cabello oscuro estaba totalmente desordenado. Cargaba puesto una pijama, tenía muchos dibujos, se lo veía muy tierno.
Y con eso me puse más nervioso de lo que ya estaba. Él me sigue mirando con mala cara, no decía nada, así que decido romper el silencio.
-¿Puedo pasar? - ¡Di que sí! Me decía mentalmente. Quería pasar tiempo con él. Quería decirle lo que siento, sea en este estado o no. Tenía que saberlo, no podía seguir mintiéndome. Sé que lo conozco poco, pero aun así quiero que me dé una oportunidad.
-No. - Dice en tono seco y frío.
-Por favor... No quiero que mis padres me vean en este estado. Déjame entrar. - Digo intentando convencerlo. - Solo quiero hablar.
-Creo que si quieres hablar debería ser cuando no estés en este estado. Solo dirás estupideces y al siguiente día... Todo lo que me dirás se te olvidará. - Dice un poco apenado.- No, vas a entrar. Ya vete, no es mi problema, es tu culpa que estés en este estado.
-Déjame entrar. Por favor... - Digo en voz baja.
-No. - Cierra la puerta delante de mí y rápidamente pierdo el control. Comienzo a llorar en silencio, me siento tan idiota. A veces creo que todo esto fue un error.
Lo sé! Me he perdido! Perdónenme los trámites para la universidad me tienen un poco atareado, además que estoy estudiando para el examen y eso. Perdonadme. Y también por el capítulo, se que está mal que haga llorar a mi bebé :)
Los amo
Att. Anderson
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Me enamoré de ti.
Storie d'amoreSipnosis: Son de dos mundos tan distintos. Pero aún así, ellos intentan amarse él uno al otro. "Por más tormentas que haya. Siempre viene la calma." Franck poco después de que su familia ganara la lotería, comenzó a estar rodeado de lujos. John nu...