Capítulo XVI

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16. Maldito engreído.

John

-¡Franck! – Digo con dificultad. – ¡Eres un maldito engreído! – Comienzo hacer pucheros y también un poco de relajo, esto no pudo haber pasado, creo que es un sueño, ¿En verdad Franck me beso?, se sintió tan bien, no lo puedo negar, mi respiración estaba tan agitada que por un momento pensé que se me iba a faltar el aire, quise luchar pero lo deseaba tanto. "Tú no eres así John, contrólate" - ¿Por qué lo hiciste? – Muestro una cara de enojo, pero no funciona, creo que él sabe que de verdad quería que haga eso.

-Tú y yo sabemos que deseabas eso. – Muestra una sonrisa pícara que me hace sonrojar, yo solamente agacho mi cabeza.

-No tenías que hacerlo. – Con la respiración un poco agitada lanzo las palabras. – Mis padres ahora me van a molestar por eso. – Señalo mi cuello, la marca que me dejo Franck es enorme, muy grande diría, todo mundo me preguntara qué fue lo que me paso, pero soy un muy mal mentiroso que nadie me creerá cualquier excusa que diga.

-No quiero que la escondas. – Me mira directamente a los ojos y mi corazón comienza a latir por mil, quiero bajar la mirada, pero no puedo luchar contra mi cuerpo. Malditas hormonas. – Con esa marca tan linda que te deje ya todo mundo sabrá que tienes dueño. – Suelta sus palabras entre risas. – Además lo de tus padres, no tienes porqué preocuparte, ¿Crees que no me he dado cuenta de que ellos quieren que yo sea su futuro yerno?

-Sabes que eres un engreído. – Digo en un susurro.

-Lo sé. Pero a ti te encanta que sea así. – Lo dice de una forma tan sexi que siento que mi cuerpo comienza a temblar, ¿De verdad este chico está enamorado de mí?, ¿Cómo puede enamorarse de un indio como yo?, ¿Estará jugando solo conmigo? Tantas dudas surgen en mi cabeza que a veces no puedo creer en las palabras que comienza a decirme Franck.

-Bueno... Sí, no, ya ni sé lo que digo. – Comienzo a susurrar.

-Ven acá. – Extiende sus brazos y me atrae hacia él. Sus brazos me rodean y siento bastante nervios, ¿Qué hice para merecer esto Dios? , creo que estoy pasando pena y una muy grande. Mi cabeza está sobre su pecho, y mi cuerpo cerca de su entrepierna

-"Creo que deberías irte" – Dice mi conciencia.

-Yo creo lo mismo, pero no quiero.

-"¿Sabes que eres un idiota?"

-Lo sé, no me lo recalques, solo déjame vivir este momento.

Nos quedamos en esa posición, él me tenía rodeado entre sus brazos. Mi respiración por fin se había calmado, ya estaba más tranquilo. Él jugaba con mi pelo y a veces repartía unos cuantos besos en mi cuello.

-Franck... - Digo en un susurro.

-¿Dime? – Su voz es tan linda, que me hace estremecer, no quiero dañar el momento así que decido evitar el tema.

-Nada, olvídalo. – Desvió mi mirada y siento que él me toma con su mano el rostro, me obliga a mirarlo y me siento más nervioso de lo que ya estaba hace un momento.

-Estas mintiendo. – Lo dice entre susurros. – Vamos, ¿Qué me querías decir? – Su mirada tan dulce me hace sentir cosas que hace un tiempo pensé que ya las había olvidado.

Tomo aire y me preparo mentalmente para decir las próximas palabras. - ¿No estás jugando conmigo? – Digo entre susurros. – Es que, esto es tan raro y nuevo para mí, pienso que es un sueño, que no es real. – Agacho mi cabeza y solamente me quedo callado. Él toma mi mano y la pone sobre su pecho.

-¿Piensas que estoy jugando contigo? – Su mirada en este momento está un poco triste, sabía que no tenía que decir eso. – No estoy jugando contigo, de verdad me gustas mucho, puedes comprobarlo. – Se queda en silencio por unos segundos y comienzo a sentir los latidos rápidos de su corazón. – Has sido la única persona en el mundo entero que me haces sentir nervioso, que me haces sentir feliz, lleno de vida y también de esperanza, para seguir adelante en este mundo. Mi corazón no miente y tú lo sabes. – Sus palabras me conmueven demasiado. ¿Cómo pude dudar de él?, no necesitaba que me lo confirme, porque de verdad creo que esto es real, desde que lo conocí siempre se ha preocupado por mí. Esa es la única prueba que necesito para saber que de verdad le gusto. – ¿Aún así sigues dudando de mí?

-Golpéame el hombro. – Digo serio.

-¿Qué? – Dice asombrado.

-Solo has lo que te digo.

-Bueno. – Me da un golpe en el hombro y pego un grito que estoy seguro de que se escuchó en toda la casa. Como van a pensar de mí esa gente que está abajo trabajando.

-¡Ay! – Comienzo a reírme. – Ya sé que esto no es un sueño.

-¿Es enserio? – Dice Franck enojado. – Eres un infantil.

-Y tú eres un cursi. – Me acerco a Franck y le doy un beso en la mejilla.

-Sabes que te amo ¿no? – Dice entre risas.

-Mmm... Lo sé, pero creo que esto está avanzando muy rápido, nos conocemos desde hace dos meses y mira a donde hemos llegado. – Digo entre risas.

-No entiendo. – Dice confundió.

-Estoy encima de ti y esto es muy raro. Siento un bulto y muy grande. – Comienzo a dar carcajadas por toda la casa.

-¡Diablos! – Comienza a gritar. Me comencé a mover encima de él, es hora de vengarme, no dejaré pasar en alto la marca que me dejó en el cuello. - ¡Joder John para! – Dice con dificultad, su respiración está agitada y eso me hace dar risa. – Me estás poniendo más duro de lo que ya estoy.

-¿Y? – Digo serio.

-Si te termino violando no me culpes. – Suelta las palabras con dificultad, sus mejillas están de color rosado y tiene la mirada arriba, ahora con más certeza sé que de verdad está enamorado de mí. O probablemente esté pensando con la cabeza de abajo.

-Si terminas en la cárcel, tampoco me culpes. – Comienzo a reírme.

-¡Maldito niño! – Su cuerpo comienza a sudar, me acerco a su cuello y comienzo a repartir besos en este. Creo que estoy siendo muy cruel, pero se lo merece. – ¡John! ¡Por favor para! – Comienza a soltar pequeños gemidos y yo solo sigo con mi labor.

-"John eres un maldito sádico." – Mi conciencia comienza a joderme.

-Lo sé, es muy divertido. Así aprende a no meterse conmigo.

-"Maldito sádico, eres igual a tu madre."

-Ya cállate, estoy divirtiéndome. Y no olvides que tú eres el que me da las brillantes ideas, yo solamente las pongo en acción, pendejo. – Ignore a mi subconsciente y seguí con mi trabajo.

Estuve haciendo eso casi por 15 minutos, Franck luchaba por alejarse de mí pero no sé de dónde sacaba las fuerzas para evitar que él se levante.

-¡John! ¡Joder! ¿Por qué haces esto? – Dice con dificultad, su respiración está agitada y mucho, puedo escuchar los latidos de su corazón, los pequeños gemidos que suelta me hacen dar risa. Soy un pobre y triste desgraciado.

-Solo me estoy vengando. – Digo entre risas. – Para que no vuelvas a besarme sin mi consentimiento. – Lo miro a los ojos.

-¡Me voy a vengar! – Franck me empuja y me caigo. Solamente comienzo a reírme y veo su entrepierna, creo que exige salir su "gran amigo".

-Creo que hoy Manuela va hacer un trabajo muy grande. – Comienzo a reírme a carcajadas. – ¿Aprendiste la lección?

-¡No! – Dice en un tono de voz elevada. – ¡Me voy a vengar!

-Ya, ya. – Digo entre risas. – Perdón, no pude evitarlo, sabes que soy muy vengativo y sádico, tú me provocaste. – Señaló su entrepierna. – Anda al baño. Date una ducha o haz que Manuela trabaje. – Comienzo a reírme.

-¡Jodete! - Dice enojado. Franck se dirige a su guardarropa y toma una toalla, se dirige al baño. – No te vayas, no me voy a demorar.

-¿Bueno? – Mi mente está podrida, como se me ocurrió hacer tal maldad, no lo sé. Pero lo que sí sé, es que me divertí mucho. Me acuesto en la cama y comienzo a cerrar los ojos. Comienzo a sentir sueño, escuchó unos pasos y sé que Franck probablemente salió de la ducha, no abro los ojos porque no quiero tener una discusión ahora y también porque ya me quiero ir a dormir. Se acerca a la cama y siento que se acuesta al lado mío, comienza a jugar con mi cabello y dice en un susurro.

-Te amo.

Pst: Me preguntó como diablos se me ocurrió escribir este capítulo, eso no es lo mío. Ojalá les guste el capítulo, no olviden votar y comentar. Los amo.

Me enamoré de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora