Capítulo II

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2. Nuevo vecindario.

Franck

Habíamos salido de Atlanta, íbamos a vivir a otro lado por los negocios de mi padre, literalmente somos una familia millonaria, tenemos demasiado, pero demasiado dinero y no estoy exagerando.

A mi padre se le ocurrió la maravillosa idea de hacer una nueva empresa en San Francisco.

El chiste es que yo no me quería ir. Aunque bueno iniciar una nueva vida no sonaba tan mal.

No me malinterpreten, yo no he tenido problemas en el colegio. Solo que no me gusta esta vida que tengo.

Todo mundo era mi amigo por interés. Solo les llamaba la atención que recibían por mis otros compañeros gracias a mí. Me utilizaban y eso no me gustaba.

Me gustaría volver a ser sencillo otra vez, pero no lo soy, en cambio de eso estoy rodeado de varios lujos que algún día de pequeño los quise. Pero ahora los odio.

El dinero no compra la felicidad y ahora me doy cuenta de eso. Me gustaría regresar a mi vida antigua.

Cuando tenía 7 años, cuando éramos una familia pobre y humilde, cuando me dejaban salir a jugar con mis amigos fútbol.

Cuando me regalaban un juguete y me parecía lo mejor del mundo. Extraño esa vida.

Extraño a mis amigos de la infancia. Todo eso cambio cuando mi padre se ganó la lotería. Fue una suerte tremenda que tuvo.

Desde que la ganó comenzó a invertir en empresas y a la vez terminó sus estudios universitarios que no pudo antes ya que no teníamos una buena situación económica.

Por otra parte mi madre manejaba las inversiones de las empresas y después pasando los años decidió también estudiar.

Ambos eligieron economía y administración empresarial. Pues yo... mi vida dio un giro drástico. Me aleje de mis amigos, no porque yo quería, mis padres, ellos no me dejaban salir, ni juntarme con mis amigos.

El dinero cambia a las personas y eso es lo que les pasó a mis padres. Ya no eran los mismos. Ya no eran las personas que tanto quería y apreciaba.

Eran unas personas que se preocupaban solamente por el dinero y verse bien delante de los demás.

Yo crecí poco después con una vida de lujos, con varios juguetes y ropa de marca. No me gustaba usar eso. No me gustaba tener muchos juguetes.

Ahora todo lo que algún día quise me lo compraron. Pero me di cuenta que ya no era divertido.

Tenía todo y eso me aburría.

El fin... nueva vida, nuevos amigos. Ojalá pueda conocer a alguien. No importa quien sea. Me gustaría encontrar a una persona sencilla y humilde.

Que me haga sonreír y volver a sentir las cosas que hace año deje de recordar y hacer. Alguien que esté conmigo y le encante hacer las mismas boberías que yo. Que le de igual los comentarios de los demás y sea él mismo. Daba y daba vueltas en esas ideas.

Me quede pensando demasiado. No me di cuenta que mi madre me estaba hablando. Ella se enojó y me di cuenta que estaba frunciendo ella, el ceño.

-¡Franck! - Dice enojada. - ¡Presta atención cuando te hablo!

-Perdón madre. - Le digo en voz baja. - Estaba un poco distraído.

-¡Que va! Estabas en las nubes cabeza hueca. - Dice enojada. - Ya recogiste todas tus cosas. Ya nos vamos a San Francisco.

-Sí. - Le digo un poco triste.

-Deja los dramas querido. Es por el bien de la familia que nos vamos y no te preocupes vendremos a acá de vacaciones. Esta sigue siendo nuestra casa.

Me enamoré de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora