Me enamoré de ti.

Capítulo XIX

Antes que nada este capítulo contiene violencia, así que prepárense psicológicamente por favor. ¡Grazie!

19. ¡Mátame entonces!
Franck

— ¡Dónde diablos está John! — Gritó desesperado, la policía no da respuesta y sus padres están preocupados, no ha aparecido desde hace rato. Mierda, tengo mal presagio, no puedo perderlo, no ahora y nunca. ¿Por qué siempre me tiene que pasar a mí lo peor?

—Estamos buscándolo señor, mantenga la calma. — Dice el oficial intentando calmarme, aunque ni lo consigue, lo que hace es darme más rabia, quiero caerles a golpes a estos pendejos, la policía es una mierda en todo el mundo, no sirve para nada.

— ¡Cómo quiere que me calme cuando ustedes mediocres no están haciendo nada para encontrar a mi novio! — Ok, estoy hablando sin pensar, no es mi novio pero aun así, lo quiero demasiado que me atrevo a decirlo. — Son una mierda, si no encuentran a John, juro que se pudrirán todos ustedes — comienzo a señalar a todos los oficiales — en la cárcel.

—No podemos hacer nada aún, además no ha pasado las 24 horas, aún no se puede declarar como desaparecido. — Dice el oficial con tranquilidad, es que de verdad, estoy demasiado preocupado, enojado, no entiendo, él no se fue a ningún lado, literalmente soy su acosador personal, siempre veo lo que hace. Y yo mismo me asegure de dejarlo en su casa, y así mismo poco tiempo después me asegure que él estuviera bien, por la ventana vi que estaba tranquilamente durmiendo.

— ¡Ustedes son tarados, ya les dije! En la mañana lo estaban siguiendo, y ha estado recibiendo amenazas de muerte, ya les mostré las evidencias, los captures del celular, y no hacen nada. — Grito a todo pulmón. — Son una basura. — Lanzó las palabras como veneno de serpiente. No le perdonaré la vida a ese imbécil, algo me dice y aseguró de que Jeremy se lo llevó. Me encamino hasta donde están los padres de John, están hablando con los policías. Me acerco y comienzo hablar, intento parecer calmado, pero es imposible. — ¡Vámonos! Ellos son un asco, no nos ayudarán, resolvamos las cosas a nuestro modo. — Digo tranquilamente, ellos preocupados y asustados por todo lo que sucede me acompañan, subimos a mi auto y nos fuimos.

John

— ¡Suéltame! Déjame ir, eres un imbécil. — Grito intentando hacer que alguien me escuche, pero de nada sirve, siento que mi cuerpo está adormecido, probablemente me drogaron, no sé ni siquiera donde diablos estoy, solo veo oscuridad y siento mucho frío. — ¡Por favor! ¡Qué diablos hice para merecer esto!

—Por fin despertaste marica. — Comienzo a escuchar una voz, se me hace familiar pero no la puedo reconocer inmediatamente. — Pronto comenzará la diversión, nos divertiremos los dos y mucho...

— ¿Qui-Quién diablos eres? — Digo con dificultad.

—Pues veo que no tomaste enserio mis amenazas de muerte, pero en realidad esa no es la verdadera razón por la que quiero vengarme, le quitaré la única razón a tus padres de seguir viviendo, a su preciado hijo.

— ¡No sé qué diablos te hicieron mis padres! ¡Pero déjame ir! ¡Yo no he hecho nada malo! — Comienzo a recuperar la visión y veo con claridad quién está enfrente de mí, es Jeremy. — ¿Jeremy? ¿Eres tú?

—Ya veo qué pasó el efecto de la droga, bueno es hora de comenzar a divertirnos. — Se dirige a una mesa, comienzo a observarla y hay varios cuchillos, ¿Planea matarme? Grito intentando hacer que alguien me escuche, pero no funciona. — Nadie vendrá a salvarte, estamos muy lejos, demasiado diría yo. — Dice las palabras soltando una risa, sádica, puedo ver como la expresión en su rostro se desvaneció, en sus ojos lo único que puedo ver es oscuridad, maldad, quiere ver sangre derramarse. — Vamos a jugar un juego, ¿te parece?