Capítulo 3: El Doctor - Parte 02

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— Sí, creo que deberías ir a verle —coincidió Karma, dejándome extrañada por sus palabras. ¿Y ese cambio tan radical?— Porque si no lo haces, no serás capaz de sacártelo de la cabeza, ¿verdad?


Ahora fui yo la que se quedó sorprendida, sin saber qué decir. Karma se rió al ver mi expresión, y después cogió su bandeja y se levantó de forma apresurada, listo para irse de mi lado y continuar con sus tareas del día. Despacio, me dirigí posteriormente hacia las escaleras. A cada paso que daba, sentía mis pies más y más pesados.


Por alguna razón, tengo la sensación de que Karma tiene razón con lo que ha dicho...


Me encaminé hacia la puerta de la habitación de Rumpel. Había ido solo una vez, y hacía ya bastante tiempo de esa visita, pero más o menos recordaba en qué tramo del pasillo se encontraba. La puerta estaba ligeramente entreabierta y podía oír voces silenciosas saliendo del otro lado. A pesar de su volumen, pude reconocerlas a la perfección.


Esas voces definitivamente pertenecen a Annice y Rumpel.


Empujé lentamente la puerta para abrirla, y en silencio me colé en el interior del cuarto. Rumpel y Annice se encontraban al lado del hombre, quien estaba cubierto de mantas y continuaba tosiendo. En la mesilla de noche, justo al lado de Rumpel, había varias botellas con los corchos quitados.


— Ninguno de los remedios hechos con hierbas está funcionando —decía Rumpel. No podía verle el rostro desde donde estaba, pero por su voz supe que estaba muy angustiado— Necesitamos medicinas para esto.


— Lamento no tener nada más para ofrecer, Rumpel —se lamentó Annice.


— Annice, por favor, no suenes tan triste. —Rumpel puso una mano en su hombro con amabilidad y giró su rostro para mirarla— Tú has intentado ayudar tanto como podías. No se te puede pedir más. —De nuevo se giró hacia el enfermo— Esto es... Esto es mi culpa por prometer que iría a comprar la medicina que justo ahora necesitamos. De tenerla ahora, las cosas serían diferentes.


Lancé un vistazo rápido a la mesa, donde estaba la lista a la que Rumpel se refería. Una hermosa letra en cursiva detallaba todo lo que el paciente necesitaba. Todos los elementos estaban rodeados con un círculo, salvo por algunas medicinas del final de la lista, las cuales tenían una pequeña estrella dibujada al lado.


¿Habrá escrito esto Rumpel?


De pronto, Rumpel y Annice se giraron sobresaltados y me miraron. Los dos parecían en shock por verme allí, probablemente el último sitio donde esperaban que apareciese.


— Princesa, ¿qué haces aquí? —me preguntó Rumpel.


— He venido porque quería ver cómo te iba —dije, refiriéndome al enfermo que estaba en la cama de Rumpel.


— Princesa, estoy bien pero... —sus ojos violetas se desviaron hacia el hombre que había en la cama. Annice suspiró un poco.


~Cinderella Phenomenon~ Ruta de RumpelWhere stories live. Discover now