— Ah, otra larga noche —dijo Chevalier con voz cansada. Su rostro, iluminado tenuemente por las luces de las viviendas ajenas y por las estrellas, acentuaba sus arrugas de cansancio y preocupación.
Los dos estábamos de camino a la Marchen después de haber visitado la clínica de la ciudad. Habíamos permanecido allí varias horas y era un auténtico alivio poder salir al fin al exterior, donde podía sentir el viento nocturno acariciar mi piel y llevarse el hedor a sangre y miedo. Nunca antes había visto tantos heridos, y lo cierto es que me sentía algo afectada tras pasar tantas horas allí con Rumpel. Pensaba que no sería muy evidente al amparo de la oscuridad, pero debí imaginarme que los ojos siempre atentos de Rumpel se percatarían de mi fatiga.
— ¿Estás bien, princesa? —me preguntó, escrutándome con seriedad— Sé que lo que has visto hoy debe de haber sido difícil para ti. Lamento no haberte podido proteger de la mayor parte de todo esto.
Es cierto que me ofrecí voluntaria para ayudar a Chevalier con sus turnos en la clínica, pero esto ha sido peor de lo que había esperado. Muchos de los soldados tenían unas heridas muy graves, y eso que yo había creído en un principio que la gran mayoría de las que se hicieron en el levantamiento, no tendrían mucha importancia. Es evidente que estaba equivocada. Sus lesiones son peores de lo que imaginé.
— ¿Princesa? —el tono de Chevalier demostraba mucha preocupación ante mi silencio y mi mirada ausente. Extendió su mano y entrelazó sus dedos con los míos, intentando captar mi atención. Cuando vio que le observaba, me dedicó una suave sonrisa mientras apretaba con cuidado mi mano— ¿Estás bien?
— Lo estoy —respondí sin dudar, aunque imaginaba que en el fondo no engañaba a nadie.
Tan solo ha pasado un día desde que las brujas asaltaron el palacio. Creí que no habrían derramado tanta sangre. Ahora veo que estaba en un error.
— ¿Así es cómo estaban las cosas después de la Gran Guerra? —pregunté. Esa idea llevaba tiempo rondándome la cabeza, prácticamente desde que entramos en la clínica.
— Por aquel entonces yo todavía no era doctor, sino un asistente —dijo Chevalier— Créeme, aquella situación era mucho peor que ésta, princesa.
Sus palabras me dejaron abrumada por un momento. Casi parecía imposible que lo que decía Chevalier fuese verdad, pero ¿quién podría saber mejor de este tema que alguien como él? Debió de serle muy duro comenzar su camino en el campo de la medicina si tuvo que atender a gente peor que la que habíamos visto hoy. Empezaba a comprender mejor de dónde había sacado su experiencia atendiendo enfermos y heridos.
No podemos permitir que se repita la Gran Guerra. No sé qué razón impulsaría a Mythros a matar a Sir Alcaster y quitar al rey del trono sin reclamar la corona, pero... Las brujas ya tenían mala reputación antes de todo esto, y gracias a él solo están empeorando las cosas.
No pude evitar recordar el rostro de Mythros. Esos ojos astutos, la sonrisa maliciosa que me dedicaba cuando vivía en palacio y nuestros caminos se cruzaban... Cada vez que sentía su mirada sobre mí, tenía la sensación de que había algo extraño en él.
YOU ARE READING
~Cinderella Phenomenon~ Ruta de Rumpel
RomanceCinderella Phenomenon es un juego otome diseñado por la empresa Dicesuki, el cual se puede descargar gratis en Steam. En este relato narro los acontecimientos que ocurren en la ruta de este personaje, Rumpel, en base a las decisiones correctas que s...