— Chevalier, ¡no le escuches! —grité tras colocarme frente a él. Le agarré por los hombros y le zarandeé con fuerza. El sonido de la lucha que había a mis espaldas no conseguía ayudarme a mantener la calma, sino todo lo contrario, y lo mismo pasaba con la peste a sangre y a muerte que empezaba a inundar el corredor.
— Ah, solo mira a esos soldados a los que no puedes salvar —decía Mythros, alzando su voz por encima del ruido y de mis gritos. A pesar de que Chevalier estaba en trance, algo me decía que podía escuchar perfectamente las palabras envenenadas del brujo— Todos esos hombres que están muriendo frente a tus ojos.
Los labios de Chevalier se entreabrieron por primera vez desde que se había quedado paralizado. Su mirada seguía ausente, pero aun así parecía que intentaba decir algo.
— Yo... —empezó a decir él, aunque no logró llegar a formular nada más complejo que eso.
— Chevalier —dije su nombre con seriedad, intentando que sus ojos violetas me mirasen de una maldita vez— ¡tenemos que irnos de aquí!
Sin embargo, todos mis intentos eran inútiles. El horror del combate tenía hipnotizado a Chevalier, y las palabras de Mythros solo empeoraban más las cosas.
— ¿A cuánta gente has salvado realmente? —le preguntó Mythros— Por lo que sé, no tienes talento. Es ese el por qué buscaste ayuda de una bruja.
El sonido de unas campanillas y un resplandor verdoso inundó la habitación. Mientras Mythros hablaba, su voz se fue volviendo extrañamente tranquila. A pesar de que mis poderes no habían despertado todavía, pude sentir un tipo de presencia en el aire que era diferente de lo normal. Alguien estaba haciendo magia. Mythros, tal vez.
Uno de los caballeros que luchaba en ese sin sentido clavó su arma en el vientre de su compañero, causándole la muerte y provocando que sus dedos soltasen la empuñadura de su espada. La afilada hoja rebotó en el suelo con un ruido metálico, brillando bajo la luz de la luna y de las velas del palacio. La pelea acabaría llegando a su fin, y entonces ¿qué sería de nosotros? ¿Qué haría Mythros con Chevalier?
Era evidente que ya le estaba haciendo algo. Desesperada, miré al hombre al que amaba sin saber qué más podía hacer por ayudarle, y a cada segundo que le observaba más me iba dando cuenta de que la magia de Mythros iba ganando poder sobre él. Chevalier no miraba a nadie salvo a Mythros, quien continuaba sonriéndole rodeado de sus brujas, detrás de los caballeros que luchaban con fervor. Era como si yo no existiese.
Despacio, mis ojos se posaron en la espada que permanecía abandonada en el suelo, y a mi mente regresaron las lecciones que me dio Chevalier hace tiempo. Poco a poco, un plan macabro y peligroso empezó a tomar forma en mi cabeza, el cual no me quedó más remedio que terminar descartando.
Mythros tiene la guardia baja ahora mismo, pero... Tengo suficiente sentido común como para no intentar algo así. Además, le dije a Chevalier que evitaría acabar con la vida de nadie. Tengo una promesa que mantener.
Mis ojos volvieron a posarse en Chevalier, y mientras le observaba me percaté de que la expresión que tenía en esos momentos ya se la había visto anteriormente: era la forma en la que él se veía cada vez que un recuerdo de su pasado acudía a su mente. Era como si estuviese atrapado en sus propios pensamientos.
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~Cinderella Phenomenon~ Ruta de Rumpel
RomanceCinderella Phenomenon es un juego otome diseñado por la empresa Dicesuki, el cual se puede descargar gratis en Steam. En este relato narro los acontecimientos que ocurren en la ruta de este personaje, Rumpel, en base a las decisiones correctas que s...