~Cinderella Phenomenon~ Ruta de Rumpel

Capítulo 7: La Bruja Marioneta - Parte 02

El rey volvió a mirarme en completo silencio. Esta vez había muchas más dudas en sus ojos que antes.

— El príncipe Rod te lo confirmará, ¿verdad? —dijo Mythros, mirando ahora a mi hermanastro.

— ¿Rod? —el rostro de mi padre se giró hacia el del rubio, el cual parecía encontrarse de todo menos cómodo ante esta situación.

Rod posó sus ojos en mí, y aunque su mirada era tranquila también era expectante. Parecía que quería que yo eligiera qué hacer. Tenía la sensación de que Rod me apoyaría dijese lo que dijese, aunque la decisión debía tomarla yo.

Apreciaba el gesto de mi hermanastro al darme la opción de elegir, por lo que le miré con gratitud antes de voltearme para hablarle al rey y al resto de la familia real. Sabía exactamente qué era lo que debía hacer. Incliné mi cabeza en un gesto respetuoso y dije:

— Es un placer conocerle, majestad.

No tiene sentido intentar convencer al rey de mi derecho de nacimiento aquí y ahora. Tan solo lograría confundirlo más aún si cabe, y ahora mismo no es ni el sitio ni el lugar para hablar de algo semejante.

Mis ojos se dirigieron al fondo de la mesa, posándose en Mythros. El brujo me estaba sonriendo expectante. Que me mirase de esa forma, solo lograba que sintiera un mal presentimiento con todo esto.

Además, estoy segura de que Mythros debe de tener una razón para insistir tanto en mi derecho al trono. Lo más probable es que quiera confundir todavía más al rey. Si ese es el caso, no pienso jugar el papel que ha dispuesto para mí en su mezquino proyecto.

— Mi nombre es Lucette —dije, volviendo a mirar a mi padre— Gracias por la amabilidad que mostró conmigo la vez en que nos conocimos.

Rod me miró asombrado, completamente en shock por mis palabras. Probablemente no se esperaba que dijese algo así, pero eso daba igual ahora. Su expresión podría hacer sospechar al rey, a su madre o a su hermana. Le fruncí el ceño en una silenciosa indirecta para que actuase con normalidad, y volví a centrarme en Mythros. Su repugnante sonrisa de antes había desaparecido, dando paso a una mueca de ira. Aun si no era lo más sensato, me sentí orgullosa de haberle pillado con la guardia baja y haber logrado esa reacción en él.

— Lucette... —el rey Genaro pronunció mi nombre, pensativo— ¿Qué estás haciendo aquí?

Antes de que pudiera responder, Mythros se me adelantó.

— Genaro, ella es indudablemente tu hija —aseguró él, intentando sonar convincente. Sus ojos brillaron peligrosamente antes de añadir:— Ese es el por qué se hospeda en la habitación que llevas todos estos días cuidando.

— ¿Qué? —esta vez era yo la que se sentía confusa.

Los ojos del rey se abrieron con sorpresa, pero no dijo nada. Parecía haberse quedado, por una vez, sin palabras.