Capítulo 2: El Valor De Los Cumplidos - Parte 01

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— Has esperado, pero los niños no han venido, ¿verdad? —preguntó Madre, quien me observaba detenidamente. Las dos estábamos sentadas en mi cuarto, ella en mi cama y yo en una silla que daba hacia la ventana. Mis ojos se desviaban de vez en cuando al cristal, aunque procuraba no mirar con mucha frecuencia, para evitar que ella se enfadase.


— Me prometieron que volverían hoy... —dije con voz apenada— Incluso cruzamos meñiques.


— Las promesas son inútiles, mi adorada niña —aseguró Madre.


—Pero...


— Te lo dije antes y te lo diré de nuevo —me interrumpió ella— Las personas son criaturas egoístas. Siempre antepondrán sus intereses propios a los del resto de las personas. Nadie hace nada desinteresadamente. —sus ojos continuaban fijos en mí, y mi mirada no se desviaba de la suya— Confiar en otros es de débiles, Lucette. Incluso aquellos que te hagan promesas, solo las mantendrán si les beneficia de alguna forma. Y tú, mi pequeña, obviamente no eres beneficiosa para esos niños.


— Entonces, ¿a ellos no les gusta jugar conmigo? —pregunté, intentando entender lo que había pasado. Yo no comprendía cómo podía ser así, pero Madre siempre tenía razón y siempre lo sabía todo. Quizás sus explicaciones me ayudasen a comprenderlo, aun a pesar del daño que me hacía oír esas palabras.


— No, cielo. No les gusta —dijo ella tajantemente, dejándome al borde de las lágrimas. Mi labio inferior temblaba, pero me esforzaba por no llorar. No quería disgustar a Madre con mis lágrimas, aunque era difícil. Al darse cuenta del esfuerzo que hacía, Madre abrió sus brazos y me miró con dulzura— Ven aquí, cariño. —yo corrí hacia sus brazos y me senté en su regazo, dejando que ella me abrazase con cariño y me reconfortara— No necesitas a esos otros niños. Las dos podemos jugar juntas, como siempre hacemos.


— ¿Siempre podré confiar en ti, Madre? —le pregunté, cerrando mis ojos. El latido de su corazón era reconfortante.


— Por supuesto, mi amor —dijo ella, acariciando mi pelo.— Yo nunca te fallaré.



***



Mi mente se sentía algo nublada y me costaba pensar con claridad. Quizás se debía a lo mucho que me había tomado el quedarme dormida anoche. Y encima, para hacer las cosas peores de lo que ya lo eran, había terminado teniendo ese sueño.

~Cinderella Phenomenon~ Ruta de RumpelWhere stories live. Discover now