Capítulo 5: Verdades Confusas - Parte 01

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— Y tú, mi pequeño girasol, ¡estás tan radiante como siempre! —Rumpel le guiñó un ojo a una de las clientas, dedicándole esa sonrisa resplandeciente que tanto volvía loca a las mujeres.


— Oh, dios mío. Rumpel —la chica se abanicaba con una de sus manos, intentando que el rubor desapareciese de sus mejillas. Se la veía muy azorada por los cumplidos del doctor. Yo, por mi parte, solo les fruncía el ceño desde mi posición.


Es como si todo el asunto con Bria jamás hubiese ocurrido. Él continúa de nuevo coqueteando con cualquier mujer que se encuentra en su camino.


— ¿Pensando demasiado de nuevo, princesa? —la voz de Karma me sacó de mis pensamientos. Al girarme, vi que iba con su habitual atuendo de mujer y que me sonreía de forma traviesa desde su mesa. Sorprendentemente, a su lado se encontraban tanto Jurien como Garlan, los cuales charlaban sobre no-sé-qué asunto de las guardias nocturnas.


— No es de tu incumbencia —repuse con dignidad, suavizando mi expresión.


— No, no lo es —lejos de verse contrariado, Karma parecía divertido— pero tenías una mirada tan triste, que no pude evitar preguntar.


— Te agradecería que no te quedases mirándome la cara —repuse más cortante esta vez, ahora sí frunciéndole el ceño. ¡Qué chico más molesto!


— No necesito mirarte durante horas para ver que tienes problemas —Karma ya tampoco sonreía, sino que me miraba con genuina preocupación.


Sin embargo, yo no le di mayor importancia. Eran mis asuntos, después de todo, y Karma no estaba implicado en ellos. Así pues me giré sobre mis talones y me alejé de su mesa, irritada por su culpa. Incluso cuando me rodea otra gente, me es imposible olvidarme del todo de la conversación que mantuve con Parfait y Delora. Acudía a mi mente constantemente, y eso mezclado con mi irritación hacia Rumpel debía haber sido lo que el intuitivo de Karma había notado.


Nosotras tres no hemos vuelto a hablar del tema desde esa noche, e incluso ahora... Sigo dándole vueltas a lo que me dijeron. Mi madre, la guardiana Tenebrarum. Y yo... una bruja. La razón por la que otros siempre me han temido es por culpa de la sangre que corre por mis venas...


Incapaz de contener un suspiro, expulsé el aire de mis pulmones a la par que hundía ligeramente mis hombros. Solo cuando lo hube hecho, volví a ponerme recta y retomé mis actividades en la Marchen.


Mientras los días pasaron, me empecé a sentir cada vez más y más agitada. La mitad de mis preocupaciones se debían a esa conversación con Delora y Parfait, y la otra mitad tenía que ver con los flirteos que se traía Rumpel con otras mujeres. Si bien él volvía a ser el de siempre, en este caso, lograba preocuparme casi tanto o más que cuando estaba decaído y no hablaba con nadie.


¿Cómo puede simplemente chasquear los dedos y superar lo de Bria tan rápido? Si él coquetea con todas las mujeres por igual, como si nada, ¿quiere decir que realmente no decía en serio esas cosas que me dijo?


Recogí los platos del mostrador, los puse en una bandeja y empecé llevarlos a los clientes que esperaban por ellos. Hoy tenía la sensación de que todo lo que hacía era mecánico. Era como si mi cuerpo se moviese por voluntad propia mientras mi mente pensaba en otras cosas, o en nada en absoluto. Además, durante los últimos días me había percatado de que caminaba de forma más rígida, y que cuando avanzaba demasiado deprisa, mi visión se desenfocaba.

~Cinderella Phenomenon~ Ruta de RumpelWhere stories live. Discover now