Just Rumors • [Young K y tú]

La ausencia de Young Hyun: parte 1/2

Hoy, lunes, estamos en la escuela y ya es hora de irnos a casa. Estábamos por salir, cuando frené a Young Hyun.
—Oye, espérame un momento. Tengo que ir al baño —dije, algo apurada.
—Sí, no hay problema. Te espero afuera en la puerta —dijo, saliendo.
—Ok, no tardo.
Me dirigí rápidamente al baño y, en menos de cinco minutos, ya estaba saliendo. Me lavé las manos, tomé mi mochila y me dirigí a la salida, donde Young Hyun dijo que estaría. Al llegar, no lo vi allí, pero, un poco más adelante, vi que había una pelea.
  Cuando me acerqué, pude ver a Young Hyun y a otro chico peleándose. Se notaba que el otro chico había recibido gran cantidad de golpes, mientras que Young Hyun se encontraba perfectamente.
—¡Basta! —dije, llegando a ellos.
   Young Hyun volteó a verme y rápidamente palideció. En el momento en el que Young Hyun se distrajo, el otro chico aprovechó a golpearlo en la cara. Al ver eso, me interpuse entre ellos y los separé lo más que pude.
—Imbécil, no te tendré piedad cuando no haya una chica que te salve el trasero —dijo el chico con el que peleaba, y luego se retiró.
   Me volteé a mirar a Young Hyun y vi que su labio sangraba, aunque no estaba peor que el otro chico.
—Vamos a mi casa, te curaré la herida —dije, comenzando a caminar.
   En todo el camino reinó el silencio entre nosotros. Al llegar a mi casa, lo hice sentarse en el sofá mientras yo buscaba el botiquín. Una vez lo tomé, me dirigí devuelta a la sala y me senté a su lado. Tomé un pequeño trozo de algodón y lo impregné en alcohol para que desinfectase la herida.
—Esto puede arder —dije, acercándome más a él.
   Suavemente rocé su labio inferior, donde se encontraba la herida, con el algodón. Él hizo una mueca y giró un poco su cabeza. Yo tomé su barbilla y lo volví a girar hacia mí, ya que de la otra forma me resultaba algo incómodo. Una vez terminé, me di cuenta de que su mirada estaba fijada en mí y que nuestros rostros estaban tan cerca que nuestras respiraciones chocaban la una con la otra. Nuestras miradas se encontraron y mis latidos se aceleraron más de lo normal.
   Por alguna razón, comenzamos a acercar aún más nuestros rostros, inconscientemente. Logré apreciar cada parte de su rostro desde una cercanía diferente a la usual.
   Nuestros labios estaban a punto de rozarse cuando mi celular comenzó a sonar. Rápidamente nos separamos, yo tomé mi celular, con el corazón prácticamente en la boca de lo rápido que latía, y me levanté del sofá, dándole la espalda a este último.
_______________________
Llamada entrante de Mamá...
Aceptar/Rechazar.
Aceptar.
—¿Sí?
—Hola, hija. ¿Llegaste bien a casa?
—Sí, llegué bien.
—¿Estás bien? Te oyes algo exaltada.
—Estoy bien, debe ser la señal.
—Bien, la señora Lee me dijo que te invitaba a almorzar y que te avisara a la hora que sales de la escuela. Por eso te llamé.
—Ok, en un rato iré a su casa.
—Está bien, ten cuidado si vas a algún otro lado y avisa si lo haces.
—Sí, mamá.
—Adiós, besos.
—Besos.
Llamada finalizada.
_______________________

   Al darme la vuelta hacia Young Hyun, él ya había tomado su mochila y se encontraba en la puerta.
—Bueno... creo que ya me voy.
   Yo solo asentí torpemente en respuesta, él se dio la vuelta y salió de mi casa. Al cerrarse la puerta, yo suspiré pesadamente y me dejé caer en el sofá.
—¿Qué acaba de ser eso...?
   Al día siguiente, esperé a Young Hyun por un largo tiempo, pero él nunca pasó por mí para que vayamos juntos a la escuela. Esperé hasta que se me hizo tarde, entones pensé que él se habría adelantado. Cuando llegué a la escuela, Young Hyun no se encontraba ahí y eso mismo ocurrió al día siguiente, al siguiente y al siguiente.
Toda la semana fue bastante aburrida sin él. No me encontraba sola, ya que tenía otros amigos, pero no era lo mismo sin Young Hyun. Varias veces Se Jion se me quedó viendo y obviamente se percató de la ausencia de Young Hyun.
Me encontraba realmente preocupada por él. Tal vez, él no quiere verme luego de lo que ocurrió en mi casa, aunque no estoy segura de lo que ocurrió en aquel momento, pero sí sé que luego se formó un momento muy incómodo. Realmente me preocupaba que la atmósfera fuera incómoda entre nosotros y que todo cambiase. Que él falte cuatro días en una semana, sin ninguna razón que se sepa, era alarmante, ya que él no suele faltar.
Me encontraba bastante abrumada con mis pensamientos, cuando escuché que alguien me llamaba. Al levantar la vista y buscar a quién lo hacía, lo vi a Park Sung Jin, el representante de la clase, sonriéndome encantadoramente. Me levanté de mi asiento y me dirigí igualmente sonriendo.
—___, ¿Puedo pedirte un favor? —preguntó.
—Sí, claro. Dime.
—Últimamente Young Hyun no estuvo asistiendo a clases y su tarea comenzó a acumularse. La profesora está bastante preocupada por él y me pidió que le entregue la tarea y que averigüe si se encuentra bien, ya que no avisó que faltaría. Mi amigo me dijo que tú eres su mejor amiga, así que pensé que lo mejor sería dártela a ti y que tú se la entregues.
—Ok, pero no sé dónde vive.
—Ahora lo averiguo. Tú no sabes por qué está faltando ¿Verdad?
—No, en realidad, yo también me lo pregunto. Cuando lo sepa te lo diré.
—Ok, gracias. ¿Puedo darte su dirección en la última hora?
—Sí, no hay problema —contesté amablemente.
—Oye, de verdad. Tan solo mírate, eres súper bizco —escuché una voz bravucona muy familiar entrando por la puerta del salón.
Al mirar en su dirección, lo vi a Se Jion molestando a un chico que simplemente lo estaba tratando de ignorar.
—Vamos, ¿Por qué huyes, chico bizco? —preguntó Se Jion, divertido.
—Te lo dije, siempre molestas a todo el mundo —le dije a Se Jion, totalmente irritada.
Por unos momentos él se quedó parado con una expresión de sorpresa. Seguro no se esperaba que yo lo viera desde tan cerca mientras él molestaba a otros.
—¡___! —exclamó, sonriendo—. Oye, ¿Qué pasó con tu "mejor amigo"? No me digas que ya se aburrió de ti. ¿Qué? ¿Él te dejó y ahora te juntas con estos nerds? —dijo, señalando a Sung Jin y al chico a quien molestaba, que siempre está con Sung Jin.
—Sí, son mis amigos. Tú no te atreverías a molestar a mis amigos ¿Verdad? —dije, para presionarlo.
—Él nunca dijo que lo estaba molestando —contestó, en su defensa.
—Él realmente me molesta —dijo el chico, con una mirada asesina sobre Se Jion.
Yo lo miré fijamente a Se Jion para seguir presionándolo.
—¡Representante de la clase! —se escuchó a un chico llamar melódicamente a Sung Jin—. ¿Le darías esto a la profesora?, gracias.
Todos nos volteamos hacia esa voz y él sonrió divertido.
—¿Qué pasa aquí? —preguntó, confundido.
—Bueno, ya me voy. Nos vemos ___. Adiós, chico bizco. —dijo Se Jion, mientras se marchaba.
—¿A quién le dijo...? —preguntó el chico que acababa de llegar—. ¡Un momento! —dijo, mirando al mejor amigo de Sung Jin—, ¿Por qué eres tan bizco? ¡Wow! Eres absurdamente tierno. ¿Por qué ser bizco te hace ver tan adorable? ¿Acaso usas magia negra? Sí, definitivamente es magia negra —dijo, como si pensara en voz alta.
El amigo de Sung Jin lucía bastante molesto.
—Tranquilo, Won Pil. Tú solo déjalos —dijo Sung Jin a su amigo.
—¡Ya me lo dijiste y dejarlos es de lo más irritante! —contestó, enojado.
—Te molestan por envidia —dije cariñosamente—. Se Jion no te llega ni a los talones, si tiene que ser adorable. Ese tipo es todo lo contrario a adorable.
—Sí, concuerdo con ella. Eres muy adorable —dijo el chico que pensaba en voz alta—. Por cierto, soy Park Jae Hyung, pero dime Jae —dijo, sonriendo.
—Soy ___ —dije, de igual forma.
   Luego de hablar un rato con Jae, Won Pil y Sung Jin, tocó el timbre y tuvimos que volver a nuestros asientos. En la última hora, Sung Jin me dio la dirección de la casa de Young Hyun y las tareas y, al tocar el timbre de la salida, me apresuré a guardar mis cosas y dirigirme a la casa de Young Hyun.