Just Rumors • [Young K y tú]

Esa conexión

Cuando llegamos al salón me encontraba realmente furiosa con Se Jion. No soportaba el hecho de que fuera tan excesivamente bastardo. Para mí suerte, Young Hyun rápidamente me sacó de mi indignación con tres simples palabras.
—Entonces...¿Nuestra cita...? —dijo tímidamente, sin terminar la pregunta.
—¿A dónde podemos ir? —pregunté, ahora dulcemente.
—No lo sé, ¿Qué te gustaría a ti?
   Luego de reflexionar un rato sobre a dónde podríamos ir, lo supe.
—Tengo una idea, pero tú déjamelo a mí —dije, totalmente inspirada.
—¿Segura? —preguntó Young Hyun.
—Sí, de verdad. Déjamelo a mí. 
   Durante el resto del día continué planeando los detalles. Tenía pensado hacer un pequeño picnic en un parque boscoso que hay en la ciudad. Tomaríamos un bus que nos dejaría a unas pocas calles de allí. Justamente, en ese parque yo conozco un lugar que es muy poco conocido y está al lado de un gran lago.
   Para nuestra suerte, mañana es sábado, por lo que puedo proponérselo para mañana. Cuando me di cuenta, estuve tanto tiempo pensando, que ya era hora de irnos.
   De camino a casa me dediqué a explicarle todos los detalles súper entusiasmada. Él simplemente sonreía y me miraba, no protestó en ningún momento.
—¿Qué piensas? —pregunté, una vez llegamos a mi casa.
—Pienso que estaré aquí mañana a las 10:00 a.m —dijo, dedicándome una gran sonrisa.
—De acuerdo, déjame mandarte la información del lugar —dije, sacando mi celular de mi bolsillo y buscando su contacto cuando me di cuenta de algo, aún lo tenía agendado como "Mejor Amigo".
   Había estado tan ocupada con las cosas de la escuela y pensando en qué momento podría verlo que rara vez revisaba mi celular.
—¿Cambiaste el nombre de mi contacto o aún me tienes como "Mejor Amiga"? —pregunté.
   Su cara cambió drásticamente y pareció estar más pálido.
—No te voy a regañar como una novia controladora, solo quiero saber, porque yo sí olvidé cambiarlo —dije, divertida por su expresión.
   Al oír aquello él respiró profundamente y luego soltó una risita.
—Creí que era mi fin —dijo, divertido.
—Cambia el nombre de mi contacto —dije, riendo y picándole con mi dedo el costado.
—Bien, pero tú debes cambiar el mío también —dijo, acercándose a mí y poniendo cara de niño bueno.
—¡Claro que lo haré! —contesté, divertida.
Él sacó su celular de su bolsillo y buscó mi contacto. Una vez allí lo editó y me puso "❤️Bonita❤️". Mis mejillas se ruborizaron rápidamente.
—¡Eres muy adorable! —dije, abrazándole por la espalda.
—¿Cómo me pondrás tú? —preguntó.
—"Young Hyun" —dije seriamente.
—¡¿Qué?! —exclamó, ofendido.
Ante su cara comencé a reír. Solté a Young Hyun y volví a buscar su contacto en mi celular. Lo edité y le puse "💘Young Hyun💘".
—¿Así está bien? —pregunté.
—Con corazones me gusta más —dijo, ahora él abrazándome por la espalda.
   Al sentir el roce de sus manos pasando por mi abdomen, comencé a sentir un cosquilleo en mi estómago y una gran ternura. Es increíble como cada acto que hace este chico provoca en mí sentimientos tan fuertes.
—¿Nos vemos luego? —pregunté, clavando mi vista en él.
—No... no quiero irme aún —dijo, poniendo una clara expresión de disgusto.
—¿Quieres quedarte a ver un rato la televisión conmigo?
—Sí —dijo, aproximándose a la puerta de mi casa.
   Abrí la puerta y entramos a mi casa. Dejamos las cosas en la sala y me dejé caer en el sofá.
—Aún no he conocido tu habitación —dijo Young Hyun, mientras me observaba.
—¿Para qué quieres conocer mi habitación? ¡¿Acaso eres un pervertido?! ¡¿Intentas aprovecharte de mí?!
—¡No! ¡Claro que no! Solo tenía curiosidad —dijo inocentemente a toda velocidad.
Yo no pude evitar explotar en risas, ya que lo había dicho en broma y su cara de preocupación fue tan verdadera que me causó gracia su inocencia.
—¡Deja de burlarte de mí! —dijo—. En todo caso, tú eres la pervertida que conoció mi habitación incluso antes de salir conmigo —dijo, actuando ofendido.
—Ven —dije, tomando su mano y guiándolo hacia mi habitación.
Al llegar hasta allí, abrí lentamente la puerta y lo hice pasar detrás de mí. Young Hyun se quedó un rato observando mi habitación. Se sentó en mi cama y recostándose opinó.
—Sí, definitivamente es parecido a lo que imaginaba.
—¿Y qué imaginabas exactamente? —pregunté, sentándome a su lado.
—Pues, una habitación acorde a tu personalidad, y parece que te conozco bien.
—Claro que me conoces bien. Eres la persona que más sabe sobre mí, después de la abuela.
—La abuela es la que mejor, conoce a todo el mundo —contestó, divertido.
Luego de un corto silencio, él se volvió a incorporar y me miró directo a los ojos. Por un momento nos volvimos a conectar. Esa conexión que ya hemos tenido antes al mirarnos fijamente a los ojos. La primera vez que nos vimos, cuando estuvimos a punto de rozar nuestros labios... Esa conexión que nos hace vibrar a la misma sintonía y nuestros pensamientos parecen tan obvios que no hace falta decirlo.
Él comenzó a acercarse hacia mí y yo lo hice hacia él. Pasó sus manos alrededor de mi cintura al tiempo que nuestros rostros perdían todo tipo de lejanía el uno del otro. Pasé mis manos suavemente por su nuca y me acerqué aún más. Todos mis sentidos solo podían estar pendientes de él. Veía su rostro, olía su perfume, tocaba su piel, oía sus acelerados latidos y, cuando él estaba por posar sus labios en los míos, fue imposible evitar el susto de nuestras vidas.
—¡Estoy en casa! Hija, ¿Ya llegaste? —exclamó mi madre, desde la entrada.
Rápidamente nos separamos y yo corrí hasta la sala.
—Hola, mamá —dije, casi sin aire en mis pulmones.
—¿Hay invitados? —preguntó, señalando las dos mochilas que habíamos dejado en la sala.
—Ah... —dije, preparándome para lo que iba a decir—. Sí.
—¿Es Ja Na? —preguntó mi madre.
—No.
—¿Quién?
—Mi novio... —dije, esperando una respuesta no negativa.
—Oh... —dijo, procesando la información—. ¿Lo conozco?
—No.
—¿No piensas presentármelo...?
—Creo que sí... —dije, retrocediendo hacia mi habitación.
Luego de presentarle a mi madre a Young Hyun, me excusé diciendo que teníamos algo que hacer y que luego volvía. En realidad, todo fue para salir de esa situación tan incomoda que estaba viviendo. Realmente fue incómoda.
Para mi suerte, mis padres nunca fueron restrictivos sobre el tema de "los novios". Aún así, sigue siendo extraña la atmósfera que se forma en los momentos que tratamos sobre temas del estilo.
Luego de salir de casa, caminamos un rato tomados de la mano y luego volvimos a la puerta de mi casa.
—Estoy ansioso por mañana —dijo, con su amplia sonrisa.
—Yo también —dije, tomando sus dos manos.
—Ve adentro —dijo, dándome un dulce beso en mi frente y dedicándome una tierna sonrisa.
—Está bien —dije, dándole un dulce beso en su mejilla y, mientras sonreía, comenzaba a abrir la puerta.