Just Rumors • [Young K y tú]

Antes de perder la consciencia

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*narra Young Hyun*

Los días pasaron y nada parecía mejorar. Los chicos intentaron hablarme numerosas veces, pero yo los ignoraba siempre. Me sentía realmente mal, pero la que más me preocupaba era ___. Ella parecía estar muy deprimida. Se veía sin energías y distraída. Ni siquiera me miraba. Los chicos siempre estaban a su alrededor, parecían estar constantemente animándola. Eso me calmaba un poco, pero no lo suficiente.
Me sentía como todo un acosador. Siempre la miraba, estaba cerca de ella y me aseguraba de que estuviera bien. Pero desde lejos. Todavía no podía dejarla ir del todo. No aún.
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*narra ___*

   No se me hacía fácil sobrellevar lo de Young Hyun. Él era demasiado especial para mí y, que se fuera tan de repente y sin explicación alguna, dejó un gran vacío en mí. Me sentía muy deprimida. Los chicos estuvieron en todo momento junto a mí. A veces hacían monerías o estupideces para animarme. Incluso, Sung Jin se puso a bailar, Won Pil una vez hizo caras adorables, pero luego Jae lo golpeó. Mi aprecio hacia ellos era muy grande por hacer esas pequeñas cosas que mejoraban mi día.
   Hoy desperté con una jaqueca muy fuerte. Seguramente había dormido mal y estas eran las consecuencias. Aún así, fui a la escuela. Mi cara no debía ser la mejor de todas, pero aún así fui. Durante todo el día estuve perdida en mis pensamientos. Así como si estuviera dentro de una burbuja, como cuando Jae me encontró en el parque. No podía prestar atención a la clase, ya que hoy estaba totalmente distraída.
—___ —la profesora dijo mi nombre.
—¿Sí? —contesté, levantando la mirada.
—¿Te sientes bien? —preguntó.
—Sí, sí —contesté rápidamente, luego de titubear.
Realmente me dolía todo. No había dicho nada, ya que odiaba ser el centro de atención. La profesora se acercó a mí y puso suavemente su mano en mi frente.
—Estas hirviendo. Ya creía que te veías algo distraída —dijo, quitando su mano—. Ve a la enfermería.
—Está bien —obedecí, y me levanté.
Al levantarme, tuve que sostenerme unos segundos de mi mesa, debido a que sentí un fuerte mareo y perdí el equilibrio.
—Alguien debería acompañarte —dijo, mirando a mis compañeros—. Yo iré a dirección a entregar unos papeles —dijo, saliendo del salón.
   Los chicos se miraron entre sí, Jae fue el primero en levantarse. Estaba por acercase a mí, cuando Se Jion lo detuvo.
—Yo voy con ella —dijo, apartando a Jae de su camino.
—Ni lo sueñes —Jae lo detuvo en ese instante.
—Te aconsejó que me hables mejor —le advirtió—, yo iré con ella —repitió.
Sung Jin y Won Pil se levantaron para ayudar a Jae, al mismo tiempo, Min Ho también se paró para ayudar a Se Jion. De repente todos comenzaron a discutir. A Se Jion y Min Ho se les sumaron Ja Na y Sun Hee.
Con todo el ruido de la discusión mi cabeza comenzó a doler aún más.
—Chicos, basta... —dije, intentado que se calmasen.
Nadie me escuchó.
—Paren ya... —cada vez mi voz se debilitaba.
Me canse de todo esto y tomé mis cosas. Realmente valoraba el hecho de que Jae, Sung Jin y Won Pil me defendieran, pero no podía soportar el dolor de cabeza que el ruido me provocaba y, como nadie me estaba escuchando, decidí que me iría sola a la enfermería. Todo el salón estaba muy concentrado en la pelea, por lo que no había nadie que me pudiera detener.
Di unos pasos con mis cosas y sentí una intensa mirada sobre mí. Al voltear, lo vi a Young Hyun mirándome, preocupado. Mi corazón comenzó a latir rápidamente y mi respiración se agitó. Sentía que estaba a punto de romper en llanto, pero me contuve. Nunca me había gustado llorar en público y la escuela no sería la excepción.
Al darse cuenta de que yo también lo estaba mirando, apartó su mirada. Ese pequeño gesto fue demasiado doloroso para mí. Fue tan simple, pero tan significante. Una lágrima comenzó a recorrer mi mejilla derecha y pude sentir una fuerte punzada en mis sienes. Medio mareada, me limpié la lágrima y, con una mano en la cabeza, me dirigí a la enfermería.
Logré salir lentamente del salón y avanzar algo en el pasillo, pero comencé a sentirme muy aturdida. Me sostuve de la pared mientras comencé a sentir a mis piernas debilitarse. Comencé a prepararme mentalmente para caer al suelo, ya que me sentía muy débil. Sabía que estaba por desmayarme.
Como había previsto, mis piernas me fallaron. Comencé a caer mientras sabía que caería sobre el frío y duro suelo. Pero, para mí sorpresa, no fue así. Antes de llegar al suelo, sentí a alguien gritar mi nombre. Segundos más tarde, en vez de caer sobre el suelo, como había previsto, caí sobre unos cálidos y fuertes brazos. Unos brazos que se me hacían muy familiares.
—Young Hyun... —logré susurrar, antes de perder la consciencia.