Eterna Pasión ©

Él chico nuevo

La claridad de la luz golpea mis parpados, y me veo obligada a abrir y cerrar los ojos en un intento de acostumbrar a mis pupilas a la luz.

Veo el despertador, y para mi verdadera sorpresa, me levante antes de que este pudiese hacerlo. Y digo sorpresa por que siempre termina sonando más de la cuenta para logarar corromper con mi sueño.

Luego de tomarme una relajante ducha y merendar salgo a la escuela. Agradezco tanto que mi tía no se encuentra en casa, y de esta forma, evito responder miles de preguntas respecto a mi paradero el día anterior.

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Historia, jodida clase de historia. Él señor Sherpad no deja de hablar y lo único que logra es darme sueño.
Saco mi libreta e incio a dibujar cosas absurdas, cualquier cosa que mi mente vaga invente.

—Señorita Benner, ¿entendio?.

—S... Si— le respondo un tanto indecisa. Mierda.

—¿Ah si?— profiere mi profesor— dígame donde se situaron los primeros celtas?.

Si tan sólo le hubiese hecho caso a mi tía Margoth lo sabría.

—Ammmm, en....

—En Europa— alguien muy detrás de mi interrumpe— hacia 1200 a. C. Especificamente en la Edad de hierro.

Volteo atónita para ver quien cojones me callo y desearía jamás haberlo hecho. No tratandose de él.

Aquel chico se nombre Jeams se topa con mi vista, y rapidamente desvio la mía. No sin antes ver como todas las chicas parecen babearle. Tontas.

Antes de que el maldito calvo que tengo ppr profesor diga algo más, la clase al fin termina.

—Hola, señorita Benner— una voz ya conocida habla.

—Hola— giro sobre mis talones para verlo a los ojos— Joven Von Dee.

—Prefiero que me llames Jeams.

—Y yo....— finjo pensar— yo no quiero que me hables.

—Oye— me detiene— en la cafetería estaba de mal humor, la lluvia me exaspera....

—¿Y por qué yo tengo qué saber esto?— cruzo mis brazos y paso el peso de mi cuerpo a uno de mis pies.

—Por que me porte grosero, Morrigan, por eso mismo.

—No eres la primera persona en hacerlo— vuelvo a girar sobre mis talones en dirección a la puerta pero él se interpone— qui-ta-te.

—Yo no soy así Morrrigan, debés saberlos. Se que tus intenciones no fueron mala...

—Perdonado, ¿ya?— le interrumpi a punto de darle un golpe en la cara y desearle las buenas noches.

Él pareció confundido, como si de un trance hubiera salido.

—Que tengas buen día Morrigan.

Dicho esto, salio del salón de clases y yo detras suyo.

Las primeras horas de clase pasaron bastante rápido, hasta llegarse el receso. Jef estaba con una chica (su nueva presa), en una de las mesas del centro, en la cafetería, y yo.... Pues yo estaba con Emily, no es mi mejor amiga, pero nos somos fieles respecto a los secretos etc...

—¿Ya viste al chico nuevo?— pregunta Emily fijando su vista en algun punto, o en alguien.

Sigo su mirada hasta encontarme con él.