Bienvenida, Morrigum

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Antes que nada, les pido perdón por mi impuntualidad y falta de capítulos, T_T. Últimamente he tenido problemas emocionales y mucho estrés, por lo tanto mi salud no es muy buena. El libro estara una semana pendiente, necesito recuperarme y venir con todas las ganas del mundo para traerles buen contenido. Espero y me comprendan, los quiero, y hasta la próxima pequeños chupa sangre y brujillas.... ❤
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Morrigan

Mi sangre parece congelarse y mis bellocidades se erizan en la mención de mi nombre, más con esa voz fría y firme.

Examino cada detalle de la situación, busco a mi tía con la vista pero no veo a nadie, sólo hay desorden, desorden que hasta ahorita noté.

Estoy esperando a ver el rostro de aquel hombre pero mi inquietud se corrompe en la mención de 5 palabras— Haz leído mi diario ¿he?.

Es él, mi padre esta aquí, el hombre que escribio sobre mi en aquel cuadernillo, esta de espalds a mi, él hombre que intento matarme, esta aquí.

Un impulso de furia me cubre en el recuerdo de esto último y cuando intento avalanzarme contra él, se gira y recibe mi cuerpo en un abrazo.

Espero que la sensación sea satisfactoria, pero no, lo único que siento es frío, crueldad y maldad en él.

No correspondo su abrazo, y cuando nos separamos veo sólo confusión en sus ojos.

—Pensé que anhelabas conocerme.

—¿Dónde esta mi tía?— mis músculos se endurecen y la furia florece en mi.

—Morrigan, pequeña— intenta acercarse a mi, pero retrocedo.

—¿Dónde esta mi tía?— vuelvo a preguntar y tomo la estaca en mis manos.

—Eso en mi no funcionara, ¿sabes?.

—No me importa, ¿dónde mierda tienes a mi tía?— furiosa lanzó la estaca contra el pero en un ágil movimiento, la toma.

—Reflejos de cazador— una sonrisa malvada se forma en sus labios y retrocedo.

De pronto, algo raro en mi surge, siento la presencia de alguien, un sentir más allá del mío. Y cada vez crece más y más tanto que.....

—Morrigan— escucho su voz y me vuelvo a sentir viva. Lo extrañe tanto.

Giro mi cabeza y lo veo undido en agitadas respiraciones, pero no esta sólo, más personas estan tras de él.

En un abrir y cerrar de ojos escucho sonidos de ataque. Horrorizada veo a mi alrededor y lo veo de todo, Trevor ataca ferozmente a aquel que hace unos minutos me entregó.
Personas desconocidas hacen lo mismo con otros hombres que no se en que momento llegaron aquí. El sonido de los golpes arañazos y desgarres inundan la habitación.

Desesperada busco a James, pero no logro dar con él.
Estoy a punto de moverme cuando siento algo chocar contra mi, me giro y sobre mis brazos cae un palido hombre, con un aspecto tan idéntico al que tenia James un mi pesadilla.

Levanto mi mirada y por fin lo observo, James esta peleando mano contra estaca en contra de aquel que dice ser mi padre.

—¡JAMES!— como puedo, me muevo de donde estoy y voy hacía él. Siento como si estuviera en una jodida pelicula se guerra, donde pasas entre personas luchando y cuerpos callendo, pero no te importa, sólo vas por tu meta, y a cumplir tu objetivo.

Estoy a unos centímetros de él, cuando la colonia de Trevor hace acro de presencia.

—Vámonos de aquí— lo escucho decir y tira de mi con fuerza. Sin embargo, no la sificiente para detenerme.

Corro para llegar a James lo antes posible pero me detengo en el umbral de la puerta al ver como su esbelto cuerpo se estrella contra la pared. Luego aquel hombre lo toma de cuello observandolo con asco y furia, está por enterrarle la estaca que tiene en sus manos, cuando Trevor aparece y ahora el lo estampa contra la ventana del jardín haciendo que esta se rompa brutalmente.

Muchas dudas seguían sin tener respuesta alguna hasta hoy. Lo que estoy viendo no es sólo una pelea. Este es el enfrentamiento de dos razas, Vampiros y cazadores. Todo es real, todo tiene sentido. Ahora es momento de creer.

Un retumbido en seco tira a todos al piso, en mi excepción. Algo en mi despierta, algo lleno de poder y de satisfacción.

Me siento tan energica, poderosa e invencible, tan jodidamente fuerte.

Doy unos cuántos pasos cuando escucho algo crujir y renacer en mi cuerpo.

Examino la zona donde lo siento y grito aterrorizada al tocar una gigante cicatriz bajo mi nuca. Mis manos siguen el trazo que la xicattia1 esta formando y me paralizó al descubrir que es.

Un cuervo, un cuervo esta formado detrás de mi cabeza, tan palpable y vistoso.

Mis manos llenas de panico aiguen tocando, y tapo mi boca para evitar un grito. Es real, todo esto es real.

Mis piernaa tiemblan y siento que en cualquier momento caeré. Lágrimas inician a salir libremente de mis ojos y dolores punsantes torturan mi cuerpo.

—Ven conmigo— James toma mi mano pero no me muevo, no puedo.— ¿MORRIGAN QUÉ PAS.....

Suas inquietos ojos me analizan con sorpresa y terror, por primera vez lo veo tan aterrorizado, tanto que retrocede.

—¿Qué le hiciste a todos ellos?— su tono ahora refleja sólo odio, odio que no entiendo.

—Yo no hice nada.

—¿DÓNDE DEJASTE A MORRIGAN?.

Toma una estaca en sus manos y me apunta con esta.
Sin embargo no retrocedo, levanto mis manos en señal de paz y el me rodea.

—James, soy yo, Morrigan.

—Te ves tan preciosa como lo recordaba— entra mi supuesto padre aludiendome con la mirada.— hecha toda una diosa.

Este al notar mi confusión, observa mis manos y todo en mi interior se comprime.

La palidez inusual de mi mano me congela.
Mis venas se tornaron negras y dejan a la vista la forma y camino que recorren.

—Mi-mi mano— mi labio superior tiembla, mi respiración es inestable, y yo igual. Los observo alternadamente buscando una respuesta. James me ve horrorizado, como si tuviera a un monstruo frente a él. En cambio la persona a su lado, tiene el rostro lleno de anhelo, de victoria.

—Bienvenida seas, Morrigum....

Eterna Pasión ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora