La vinculación

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James

-No encontre nada- digo estando frente al escritorio de mi padre, donde se encuentra sentado.

-¿Ni una sola señal?- toma un trago de su vaso con whisky y niego mientras lo observo.- tal vez sólo fue algún mal pres....

-¡NO!, ¡ESO NO FUE UN PRESENTIMIENTO!- despeino mi cabello desesperado. Haber visto lo que Morrigan soño la noche pasada, no es una buena señal. Poder ver dentro de su mente jamás será buena señal.

-¿Tú crees que ella pueda ser.....

-Es una druida, no puede ser ella mi mayor vinculación, tenemos que ser de la misma especie, ¿no es así?- Rick (mi padre), se afloja la corbata incómodo, y eso me preocupa aún más.

Abre la boca variedad de veces intentando expresar algo, pero la vuelve a cerrar en busca de las palabras correctas.

-Existen casos especiales, no siempre tienen que ser de la misma especie para estar vinculados.

Todo rastro de esperanza desaparece. Saber que existe una alta posibilidad de que mi vinculación, la mujer para la que vine al mundo, sea una druida, y no una de mi especie, me exaspera, me colma, me desagrada en todos sus sentidos, y más tratandose de Morrigan.

-No, no, no, ella no puede ser.

-Tendras que averiguarlo hijo.

*****
Morrigan

Cojo mi móvil y torpemente busco el contacto de James, titubeo en marcarle o no, y cuando creo tener la respuesta, lo hago, presiono el icono de llamar.

Suena el primer tono, y no hay respuesta, el segundo, y tampoco, suena el tercer y último tono pero sigue sin responder, haciendo que estos nervios aumenten.

Vuelvo amarcar y no responde.
Marco por quinta y última vez y por fin descuelga. La valentía que antes creía tener, bajo a mis pies y huyo.

-Tenemos que hablar- musita antes de dejarme decir algo.

-Si.

Dicho esto, cuelga. Vuelvo llamar, pero me manda directamente a su buson.

En un tiempo record me visto para ir a buscarlo y no se realmente a donde, tomo las llaves de mi auto y en cautela me dispongo a salir.

La soledad de las calles da miedo, pero nada de ello es peor que lo que estoy suponiendo de James.
Entre tanto enredo no me tome el tiempo de ver si James me había mandado la ubicación o algo, ni tan siquiera se a dónde mierda voy. Busco mi móvil sin despegar la vista del volante, y cuando creí encontrarlo este cae serca de la palanca de velocidades. Al tanteo lo busco, pero me hartó y me agacho para encontrarlo.

-Bingo- lo tomo entre mis manos y escucho un fuerte sonido frente mío.

Volteo y me veo obligada a frenar de golpe. Una camioneta con bodrios polarizados y color negra de último año, esta a unos centímetros de mi pequeño coche.

Espero a que el conductor se digne a bajar pero no lo hace. Así que tomo la iniciativa yo.

Echa un manojo de nervios salgo de mi auto y me dirijo a la ventana del ortro conductor. Cuando estoy frente a esta, veo mi reflejo desaparecer conforme el vidrio desciende.

-Sube- abro mis ojos de par en par al ver a un neutro James frente a mi, no entiendo como logra verse tan seco, tan esquibador de emociones.- ¿no escuchaste?, dije que subieras.

Me volteo en dirección a mi auto, para juntos dirigirnos a donde sea que quiera ir, pero antes de esto, escucho la puerta de su camioneta asotarse con fuerza.

Unas manos fuertes estan al rededor de mi cintura levantandome rápidamente, y neutralizando cualquier intento de defensa.

-¡BAJAME JAMES!- siento mi espalda chocar contra su pecho y el efecto que causa se hace presente en el carmesí de mis mejillas. Me remuevo entre sus brazos en un intento fallido por safarme de su agarre, pero él me aprisiona más.

Con una de sus manos abre la puerta de la camioneta y me introduce en ella, poniendome el cinturón de seguridad muy ajustado.

Rodea el auto y se monta en el.

-¿A donde vamos?- pregunto ya cuando esta dentro.

-A un lugar dónde nadie nos escuche.

Todas mis alarmas estan alertas. Se que James es mi "protector", o tal vez sólo eso me hace creer. Después de todo este tiempo leyendo el diario las cosas parecen distintas, y sus intenciones aparentan iniciar a tomar otro sentido. Necesito dejar de fantasiar, estoy imiciando a pensar estupideces.

James frena en seco y si no fuese por el cinturón de seguridad, me llamaba.

-¡CALLA!, ¡CALLA!, ¡CALLA!- cubre su cabeza con ambas manos en signo de desesperación. Quiero acercarme pero se vuelve agresivo. Brusco, se deshace del cinturón y sale de la camioneta. Lo observo confundida, pero de igual forma asustada.

Mis manos inician a temblar, todo mi cuerpo lo hace. Lágrimas de frustración inician a correr por mi rostro y un dolor constante en mi cabeza aparece.

Necesito tranquilizarme, pero no puedo, siento que en cualquier momento el me atacará.

Me desabrocho y bajo de la camioneta. Una oleada de viento hace que mis vellosidades se ericen, y me fuerzan a visualizo el lugar. Es un bosque, un fresco y humedo bosque.

Estoy a punto de introducirme en el para buscar a James cuando su voz me interrumpe.

-Eres mi- sus jadeantes respiraciones lo hacen pronunciar todo pausado- eres mi vinculación.

-No entiendo- me acerco a él pero antes de logra tocarlo. Una punzada de dolor se apodera de mi cerebro.

Grito del dolor y me tiro al piso tomando una posición fetal. Cubro mi cabeza con ambas manos, pero nada funciona, todo es peor. Mis guesos inician a doler y algo dentro de mi se rompe, todo me quema.

Cada dolorsa respiración cuesta, es como si el oxígenono quisiera entrar más en mis pulmones. El frío sudor se desliza por mi frente. Y cada movimiento que intento hacer termina en dolor y temblores, insoportables temblores.

Escucho a James gritar de la misma forma que yo. Con la vista nublada lo observo, esta en la misma posición en la que yo me encuentro.

Siento un líquido espeso salir de mi nariz, y deslizarse por mi rostro hasta estampar en el piso.

James no se mueve, y a ahorcadas me intento acercar más a él, pero el dolor se vuelve más intenso y me detiene. Ambos iniciamos a temblar, y gritar por la horrible tortura que este nos causa.

Me voltea a ver y su nariz sangra, la mía igual. Se levanta con dificultad del piso y a pesar de caer muchas veces, logra tomar mi mano. Una extraña satisfacción me recorre, cada parte de mi se siente segura, como si estuviera completa, como si nada me faltara.

Todo inicia a ser más claro, con micho esfuerzo, james se inclina ante mi y me toma entre sus brazos.

Nuestras respiraciones agitadas se mezclan, el dolor sesa poco a poco y ambos gozamos del alivio que obtenemos consigo. Descanso mi cabeza sobre su pecho y lo escucho. Su corazón, late con tanta fuerza y rapidez, lo siento latir y ahora lo sé, estoy loca, el no esta muerto, esta más vivo, más vivo que nunca. Toco mi pecho con una de mis manos y pasa lo mismo, ambos latimos, ambos latimos por igual, sincronizados, tan unidos, como si mi pulso dependiera del de él, y viceversa, como si algo les uniera, como si algo nos uniera.

Eterna Pasión ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora