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No me gusta ser la nueva en los lugares dónde voy. Sí, sé que es parte de todo el proceso, simplemente me hace sentir extraña y como lo intuí desde el inicio, ese solo sería el comienzo de una aventura excepcional... llena de amigos, de amores, de situaciones que nos harían crecer, llena de pasión por la danza y de mucho aprendizaje. 

Allí entonces estaba yo, bailando, siendo la nueva... y aunque hace mucho no bailo hip hop, soy bailarina profesional de otros estilos. Todo empezó por un taller, el director - David - ha sido mi amigo desde hace unos años, hay más chicas que chicos, todos parecen ya llevarse super bien y se me hizo complejo dejar mi timidez y encajar, pero después de tres semanas, logré salir con al menos más palabras con algunos de ellos. 

Sí, amé estar allí. Las clases eran increíbles, las personas súper cálidas, el ambiente no era el típico de una compañía hiper pesada de bailarines egocéntricos y yo quería eso, como un descanso y un respirito. A final del año, hable con David y decidimos que al empezar enero volvería y le aportaría mis conocimientos a eso tan bonito que él ya venía construyendo, sin pensar, que las cosas iban a salir de una forma tan diferente que todo lo que él imaginaba que podía pasar... estaba por suceder...


Letters to her.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora