Capítulo 13

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Abrí los ojos perezosamente encontrándome con un maravilloso torso desnudo a mi lado.

Una sonrisa satisfactoria se instaló en mi rostro al recordar la noche que había vivido con este hombre.

No queriendo despertarlo, alcé la mano acariciando su mandíbula sin dejar de observarlo.

Nunca había imaginado que terminaría durmiendo con alguien con el que tantas veces discutía al día. Ahora entendía mejor ese dicho que decía que los polos opuestos se atraían, y no podía estar más de acuerdo.

Además, esta vez había sido muy diferente a nuestro primer encuentro físico. Mientras que aquella vez había sido todo salvaje, brutal y carnal, esta vez había sido calmada y pasional, sin prisas por nada, y eso me había hecho sentir fantástica y querida.

Nunca antes con ningún otro chico me había sentido así ni me habían tratado tan bien en la cama.

Todo había sido como si de verdad fuéramos una pare...

-Hmm... ¿Qué me miras tanto?

-¿Cómo lo sabías? –Pregunté sorprendida.

-Porque me desperté antes que tú.

-¡Con que te hacías el dormido! –Grité ofendida haciéndolo reír. –Que creído eres...

-Creído, pero hermoso, ¿verdad? No me hubieras estado mirando tanto tiempo de no ser así.

-No responderé a eso para no subir más tu ego. Aunque ya te lo estás subiendo tu solito... –Volvió a reír apretándome más contra su cuerpo.

Realmente era la primera vez que escuchaba su verdadera risa. Una risa fuera de aquel cinismo e hipocresía con la que muchas veces me trataba.

-Por cierto, antes no me había fijado en tus tatuajes...

-Eso significa que ahora te fijaste más en mis tetas.

-Si vas mostrándolas por ahí como si nada... –La que rió ahora fui yo antes de sentir como pasaba el pulgar sobre el tatuaje que había bajo mi pecho izquierdo. –¿Porque estos dibujos... Infantiles?

-No son infantiles, engreído. –Dije con el ceño fruncido mientras que notaba mi piel erizarse a causa de sus dedos aún sobre las siluetas de Peter Pan y los niños perdidos.Peter Pan siempre ha sido mi película favorita de pequeña, y fue el primer tatuaje que me hice en cuanto crecí. En el fondo creo que soy como él, nunca quise crecer...

-Es bonito... A pesar de ser infantil. –Rodé los ojos sabiendo que lo estaba diciendo para molestarme. –Y puedo dar fe de ello. Sigues siendo una cría.

-Gracias. –Respondí sarcásticamente mientras me sentaba a horcajadas sobre él con intenciones de enseñarle mi otro tatuaje. –Este también es bonito, ¿verdad?

-Live this day.

-Sí, para recordarme que siempre hay que vivir la vida al día. ¿Por qué debo dejar una cosa para mañana cuando la puedo hacer hoy?

-Ahí te doy la razón.

-Vaya, por fin algo en común, Levis.

-Tenemos muchas más cosas en común de lo que crees, Jacielle.

-¿Por qué nunca me llamas por mi apellido como siempre te he pedido?

-Porque decirte McLister me recuerda a tu padre, y no quiero pensar en él mientras estoy contigo.

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