Capítulo 16

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Por fin la bendita gala benéfica se celebraba hoy quitándonosla totalmente de encima.

-Estás preciosa.

-Lo sé. –Respondí haciéndole un gesto modesto a mi amigo Matt. –Usted también está muy bien, señor Matthew.

-Por favor, deja todo ese drama. –Ambos reímos para aceptar las copas que los camareros nos ofrecían. –Por cierto, aún no he podido felicitarte por la noticia. ¡Felicidades, hermana mayor!

-Calla, calla. No sabes la que se formó en mi casa ese día...

-¿Por qué?

-Amber lloraba, papá gritaba... ¡Me tenían desquiciada! Y lo peor es que lo hacían de felicidad.

-Entonces eso es lo mejor, no lo peor.

-Porque tu no estuviste allí viendo tal tremendo espectáculo. –Suspiré recordando aquel día.

Como había presentido Amber, los resultados habían salido positivos. Ese mismo día se lo había soltado a mi padre al llegar a casa. Así, sin anestesia, como si para él enterarse de que iba a ser padre por segunda vez hubiera sido la cosa más normal del mundo.

La noticia lo pilló desprevenido, por supuesto, incluso al principio creyó que le estaba gastando una broma, pero al ver que yo no reía y que Amber comenzaba a llorar angustiada retrocedió en sus palabras para comenzar a gritar de alegría.

-En fin... ¿Tu madre y el engreído?

-Por ahí estarán. Vine a buscarte en cuanto llegué.

-Muy bien. –Sonreí a pesar de que mi sonrisa no fuera del todo sincera.

Ya tendría tiempo de buscarlo más tarde...

La noche transcurrió un tanto aburrida para mi gusto. Estaba rodeada de personas conocidas y por conocer vestidas del siglo XVIII con máscaras tapándoles las caras. Algunos incluso bailaban al son de la música clásica que tocaba la orquesta en vivo directo.



NARRADOR OMNISCIENTE


-¿Me concede este baile, su Majestad? –Jacielle sonrió ampliamente esperando oír esa voz durante toda la noche.

-Me encantaría, plebeyo.

-¿Plebeyo? –Ambos rieron caminando hacia el medio de la pista junto a las otras parejas. –Llevo toda la noche buscándote...

-Yo igual. Incluso le pregunté a Matt por ti.

-Tan linda...

-¡Oye, eso es mío! Ya se te están pegando mis cosas. ¿eh?

-Voy a tener que dejar de juntarme contigo entonces... –Jacie sonrió acercándose hasta su oído.

-No lo creo. Una vez que me pruebas, ya no puedes dejarme. Soy adictiva.

-Hmm... Eso me gusta.

-Dios, no puedo esperar a que encontremos un sitio a solas...

-Pues no hace falta esperar más. Ve hacia el cuarto que hay en el jardín trasero al fondo, verás una pequeña cabaña de madera allí. Iré en cuanto encuentre a Sally y me invente cualquier excusa.

-Bien, pero no tardes.

Ambos se pusieron en marcha al finalizar la canción.

Jacielle se fue directamente hacia la cabaña que el hombre le había indicado pasando con dificultad entre la gente con el tremendo vestido que llevaba mientras que Bradley se acercaba a su actual, y todavía, novia interrumpiéndola.

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