Cap. 2

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–Buenos días –Saludo Tora viendo mi mueca de amargado por el día lluvioso de nuevo.

–Buenos días –Salude tras suspirar y abrir el paraguas.

Con hablar un poco con él se me levantó la moral un poco y volví a mi actitud animada de siempre, de alguna forma era algo que solo él conseguía cuando me abandonaba la moral, supongo que después de tantos años juntos era algo que ya simplemente le salía solo.

–Este fin de semana puedes quedar? –Preguntó pillándome por sorpresa.

–Supongo que si, por? –Dude caminando a su lado tratando de no acelerar el paso.

–Ya que mi cumpleaños es el viernes tenía pensado celebrarlo el sábado –Comentó sin tomarse a mal que no me diera cuenta de su cumpleaños.

–Hostras! Es verdad! –Salte cayendo en la cuenta de que el viernes ya era 9–. Ahí estaré! Solo dime hora y lugar, que quieres de regalo?

–Si viene de ti me da igual –Contestó riéndose ligeramente.

–Pero seguro hay algo que quieres! –Insistí poniendo pucheros para tratar de que cediera.

–Quiero que vengas y dejes que te de un cacho de tarta –Contestó pillándome por sorpresa.

En ese intente me paré en seco con los ojos muy abiertos, él sabía que eso era muy complicado.

–Solo uno, pequeño –Añadió sin darse cuenta que yo había dejado de caminar–, y te lo tengo que dar yo para asegurarme de que no lo eches a un lado o se lo des a otra persona.

No podía aceptar algo así, la dieta, el peso, estaban demasiado encima y si tomaba ese trozo de tarta tal vez tuviera que aguantar una gran reprimenda del entrenador, pero al mismo tiempo era lo único que quería por su cumpleaños, que comiera un trozo de esa tarta.

–Ren? –Dudo haciendo que regresara de mis pensamientos y levantara la vista del suelo hacia él.

–Ah! Lo siento –Salte tratando de que no se notara que estaba valorando cuánto perdía por saciar su deseo.

Sin darle tiempo a reaccionar volví a comenzar a caminar más rápido consiguiendo que él me siguiera como siempre, hasta que nos separamos para ir cada uno con su grupo sin volver a pronunciar lo del cumpleaños, pero no pude evitar que ese pensamiento me estuviera carcomiendo la cabeza toda la mañana haciendo incluso que echara cálculos de cuanto podía permitirme comer fuera de la dieta para que no se notara cuando tuvieran que pesarme.

Cuando terminaron las clases Tora me asaltó en la entrada algo tenso.

–Podemos hablar? –Preguntó dejándonos a los tres extrañados.

–Hasta mañana Ren –Se despidieron rápidamente Misaki y Yamato dejándome a solas con Tora.

Después de despedirme de ellos comenzamos a caminar juntos para casa.

–De que querías hablar? –Pregunte extrañado por que no fuera con Riki hasta que se separaran sus caminos, igual que siempre.

–Lo siento –Se disculpo haciendo una reverencia de repente pillándome por sorpresa haciendo que diera un ligero brinco–, cuando dije lo de la tarta no pensé en lo cerca que están tus competiciones y todo el tema de tu peso, no hace falta que hagas eso, si vas al cumpleaños me llega, no necesito más regalo.

–Está bien –Respondí haciendo que se incorporara de nuevo aún algo tenso–, por ti dejaré que me des un trozo de tarta, pero tiene que ser pequeño.

Mi respuesta le pillo por sorpresa, pero yo era incapaz de negarle algo a Tora, supongo que era cuestión de comer menos o entrenar más para que no se notara en el peso, pero si era lo que quería por su cumpleaños lo haría.

Fin (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora