–Tora, te importa vigilar a Ren hasta que volvamos? –Preguntó su madre en la puerta de mi casa a pleno sábado–. Akito se quedó a dormir en casa de un amigo.
–Tenemos que ir a hacer la compra y queríamos aprovechar a ir hoy por unos descuentos en carne –Añadió mi madre calzándose.
Yo por el contrario me acaba de despertar tras escuchar a mi madre llamarme casi a gritos y estaba reventado por la semana de exámenes que habíamos tenido y las pocas horas dormidas por ello.
–Claro, me visto y voy enseguida –Respondí tratando de tapar un bostezo.
–Gracias –Contestó la madre entregándome las llaves de casa.
Tras eso ambas se fueron y yo me fui a vestir para no dejar solo a Ren demasiado tiempo.
Al llegar llame a su puerta y le dije que estaría aquí en vez de su madre por qué se habían ido a comprar, pero la respuesta fue la misma de siempre, nada, así que simplemente me senté en el suelo al lado de su puerta.
Creo que incluso me quedé dormido de nuevo por unos minutos, pero fui despertado de golpe por el ruido de su puerta abriéndose.
–Tora –Sollozó Ren asomándose al exterior.
Tenía una pinta demacrada y cansada, estaba más pálido de lo normal y acompañado con su pijama algo sucio había restos de sangre.
–Que has hecho!? –Salte levantándome de un salto tratando de procesar que estaba sucediendo.
–Lo siento –Contestó entre sollozos apretando su muñeca con fuerza con la otra mano y apretándola contra su pecho–. Duele mucho.
Reaccionando ya a lo que acababa de hacer lo cogí por la cintura levantándolo a peso y corrí con él al baño, a la fuerza metí su muñeca bajo el agua del grifo mientras él solo lloraba y lloraba, después cogí una toalla tras analizar la herida limpia y aprisione la muñeca con la toalla levantándola por encima de su cabeza mientras lo sentaba en el suelo abrazándolo tratando de controlar mi ataque de ansiedad por controlar esta situación mientras el solo sollozaba lo mucho que lo sentía.
El corte había sido algo profundo demás y estaba hecho de forma vertical, había sido enserio el intento de quitarse la vida, pero en el último momento se acobardó, por eso la herida no era demasiado grande. Solo yo sabia en estos momentos cuanto agradecía que le doliera tanto haberse autolesionado.
Volviendo un poco sobre mis cabales y viendo lo rápido que estaba perdiendo Ren las fuerzas reaccione y cogí el teléfono llamando a una ambulancia que tardo solo unos minutos en aparecer.
Todo había sucedido tan rápido que aún no era capaz de reaccionar teniendo a los padres de Ren delante mía.
Mi ropa estaba manchada de sangre y tenía la vista clavada en el suelo y la cara tapada por mis manos, que al estar inclinado hacia delante me daba para apoyar mis brazos en las piernas. Aún veía vívidamente a Ren aferrándose a su muñeca mientras sangraba.
–Tora, estás bien? –Preguntó la madre de Ren colocándose en frente mia mientras mi madre se sentaba a mi lado abrazándome.
Yo solo negué con la cabeza y me dejé estar en la misma posición sintiendo caer unas pocas lágrimas.
–Sois los padres de Ren White? –Preguntó una enfermera apareciendo en la sala de espera.
Tras responde se fueron los dos a ver a Ren dejándonos solo a mi madre y a mi aquí, como cuando la caída en el concurso, o tal vez peor.
Mi madre no sabía qué decir, así que el silencio nos invadió solo tapado por los sonidos propios del hospital.
–Tora –Me llamó el padre de Ren tras escuchar una puerta cerrarse–. Quieres pasar? A Ren le gustaría verte.
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Fin (Yaoi/BL)
RomanceRen, tras una vida de dedicación a la gimnasia tendrá que replantearse su vida desde cero tras descubrir los sentimientos por su mejor amigo y un fatídico accidente que le quitará todo en lo que soñaba para el futuro. Él y sus amigos tendrán que emp...