Cap. 23

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–Hace siglos que no ando en bicicleta –Comente una vez Tora estaba fuera con su bicicleta esperando a que sacara la mía.

–Yo también –Contesto cogiendo él la mochila con la comida al ser la que más pesaba.

–Sabes a donde vamos? –Dude una vez empezamos a pedalear.

–Si, recuerdo un camino de cuando éramos más pequeños –Respondió siendo él quien iba delante.

Y más valía que fuera así, por que rápidamente salimos fuera de la ciudad empezando a sentirme perdido completamente.

–Venga, tú puedes –Me animo al final de una cuesta esperando por mi–. No nos queda nada.

No me creí haber conseguido llegar al final de esa cuesta, pero una vez lo hice desde aquí se podía ver a la perfección toda la ciudad empezando a hacerme recordar.

–Por aquí –Me guío Tora siguiendo un camino bien marcado para ciclistas y senderistas que se adentraba por el bosque.

No tardamos mucho en llegar al mirador y así poder bajarnos de la bicicleta.

Llene mis pulmones de aire puro y deje que Tora me abrazara por la espalda.

–Ni me acordaba de que existía –Murmure sintiendo el aire en mi cara por unos instantes gracias a una fiera brisa de verano.

–Se nota que perdimos práctica, ya casi es la hora de comer –Comentó enseñándome su teléfono.

Y tenía razón, habíamos tardado casi dos horas en llegar cuando éramos pequeños estábamos tan acostumbrados a llegar hasta aquí que tardábamos poco más de una hora.

–Preparemos todo –Respondí tirando de él para que me ayudara.

Rápidamente extendimos una manta y colocamos todo a la sombra de un gran árbol comiendo con tranquilidad recuperando las energías.

Cuando terminamos aproveche la ocasión para tumbarme usando las piernas de Tora como almohada, así que acaricio mi pelo mientras la brisa aparecía de vez en cuando relajándome cada vez más.

No tarde mucho en quedar completamente dormido encandilado por el momento.

     *.     *.     *.    *.

No me creía que hubiera vuelto cargando con una maleta con el primer tren que encontré solo por no desafiar a Yamato.

–Tienes a 4 amigos que actualmente están en una relación homosexual y vienes a decirme que no quieres enamorarte cuando ya estás perdido! Como te enganche te partiré las piernas.

Recordaba vívidamente sus palabras mientras caminaba dudoso hasta el apartamento de Riki.

Tendría que haber elegido mejor mis palabras, sobre todo sabiendo el problema que tiene Yamato con sus padres. Realmente quería creer que me daba igual si era hombre o mujer, mi problema era el propio Riki.

Siempre ponía de excusa a Tora cuando nos masturbabamos juntos, pero al mismo tiempo adoraba sobarme el trasero, eso si no estaba detrás del culo de nadie.

–Misaki –Murmuró nada más abrir la puerta y darse cuenta de que era yo–. Dijiste que no ibas a venir.

–Yamato me convenció de lo contrario, tenemos que hablar –Conteste entrando en su casa cargando con mi maleta.

Riki cogió mi maleta sin dudar mientras me quitaba los zapatos y la dejo en su habitación como siempre, aunque creo que ahora mismo estaba más preocupado por saber qué ocurría.

–Que ocurrió? –Preguntó una vez cerró la puerta de su habitación y yo ya estaba descalzo.

Sin darle tiempo a reaccionar lo bese tirando de él pegándolo a mí completamente.

Fin (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora