Unos toques en la puerta hicieron que la morena y el castaño giraran la cabeza en aquella dirección, mirando como Alanna se sonrojaba levemente ante las miradas sobre ella.
-Hey.-saludo un poco avergonzada, con una pequeña sonrisa.
-Hey.- saludo y se quedaron en silencio.
Michonne carraspeó un poco incómoda y se levantó de la silla besando la frente del chico.
-Tengo que ir a...a hacer guardia. Si, eso. Así que...Adiós. Pasaré por aquí más tarde.
Paso por lado de la chica guiñándole un ojo y sacudiéndole el cabello.
-Lo siento.- dijeron al mismo tiempo apenados, luego de un rato de silencio.
Ambos rieron levemente y Alanna se acercó hacia la camilla, posando sus manos sobre esta y jugueteando con sus dedos nerviosa.
-¿Por que lo sientes?- murmuró bajito.
-¿Por que lo sientes tú?
-Yo pregunté primero.
-Yo soy el que está en la camilla. Tengo privilegios.
Le miro con los ojos entrecerrados unos momentos y suspiro.
-Siento mucho haberte insistido tanto en pelear con Daryl cuando me dijiste que no querías. Te presioné a hacer algo que no querías y lo siento. Y ahora estás así por mi culpa.
-No es tu culpa. No es culpa de nadie.- le dijo con tono dulce y la voz tranquila.- No estoy pasando por mis mejores momentos y tuve malas memorias.
-Por mi culpa.
-No. Te prometo que no ha sido tu culpa. ¿Que si tienes que aprender que cuando alguien dice no es no? Talvez. Pero nada de esto fue tu culpa.
Le tomo la mano dulcemente cuando vio que está se movía nerviosa y sonrió.
-¿Y tu por que lo sientes?- pregunto en voz baja, mirándole.
-Por haber reaccionado así. Seguramente los espante a todos. Mi padre estaba muerto de preocupación.- dijo apenado, y el agarre en su mano se intensificó un poco.
-Nos hemos pegado un buen susto, si. Pero no tienes que pedir perdón de nada. Ahora estás aquí con nosotros y eso es lo que cuesta.
Se acercó un poco a el y le beso en la mejilla.
-Y gracias por el chocolate.- le dijo con las mejillas coloradas.
-No ha sido nada.
Sonrió y salió de la habitación, dejando pasar a Denisse.
Se tocó la mejilla en el lugar donde le había besado, aún sintiendo el calor y la suavidad de sus labios contra su piel.
-Michonne tiene razón, son adorables.
(...)
-Hola enano.- saludo el coreano revolviendole el pelo y pasandole una pila de ropa limpia y de su talla con aroma a limpio y vainilla.
-Chino.- saludo de la misma forma.
Este rodó los ojos, pero suspiro enojado sin luchar. No había caso.
-Voy a llevarte a casa. Tu padre está esperándote con Judith.- le dijo y el adolescente el miro.- ¿no vas a cambiarte?
-Date la vuelta.- le dijo aniñadamente.
-¿Al bebé le da vergüenza?- le burlo haciéndole caras y este le miro mal.
-¿Sabes que daría vergüenza? Que todos sepan que estás usando calzoncillos rosas.- señaló su bragueta abierta y el se sonrojo subiendosela.
-Te odio.- le dijo dándose la vuelta y con los brazos cruzados. También un puchero, pero nunca lo admitiria.
-Denada.- canturreo.
Cuando terminó de cambiarse se levantó de la camilla con las piernas un poco entumecidas y ambos caminaron hacia afuera. El sol le pego en los ojos y tardo unos segundos en acostumbrarse.
-A ver si tomas un poco de sol, pareces un vampiro.- le dijo con burla, bajando de los escalones.
-Si lo sigo viendo tal vez termine igual de chino que tu.
Glenn le miro matándolo con la mirada.
-Ven acá princesa.- le dijo agarrándolo por debajo de las rodillas y con una mano sobre su espalda, cargándole.
-¿Que? ¿Que haces? ¡GLENN! ¡BAJAME YA!- chillo aferrando los brazos a su cuello. Quería bajarse pero no era idiota, es desgraciado ega capaz de dejarlo caer sin culpa.
-Nop.- comentó intentando no reír.
-¡GLENN! ¡Las personas están mirando!
-Te están mirando a ti, oh bella princesa.
-¡GLENN!
Se removió sobre su brazos como un pez fuera del agua y terminó con los muslos al rededor de su cabeza y sentado sobre sus hombros, agarrendose de su cabello con las manos.
-Vamos caballo.- exclamó pegándole en la costilla con el pie.
Ambos se rieron y Glen puso las manos sobre sus tobillos por las dudas.
Todos estaban reunidos en la sala cuando escucharon un grito.
-¡GLENN PEDAZO DE MIERDA HICISTE QUE ME DE LA CABEZA CONTRA EL MARCO DE LA PUERTA! ¡¿ES UN MORETON!? ¡¡ES UN MORETON!!
El asiático sonrió angelicalmente.
-Ups.
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《Something Different》C.G
FanfictionEllos no se conocieron por un caminante, ni por casualidad, ni por nadie. Se conocieron por dos viejos wooki-tokies, lejos uno del otro. Ella en Washington, el en Atlanta. Aquellos dos wookie-tokies, iniciaron algo que empezo como juego, pero termi...