Entre dos amores - Capítulo 3.

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-¿Qué haces por aquí sólo a estas horas?-preguntó Vergil

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-¿Qué haces por aquí sólo a estas horas?-preguntó Vergil.
-Nada, estaba tomando un poco de aire-respondí desviando los ojos hacia otro lado, su mirada fría era muy incómoda. Oía sus pasos cercanos, de improvisto me tomó de la barbilla y guió hacia él.
-Mmm...tus labios dicen que no, pero tus ojos dicen lo contrario-sus ojos penetraban en los míos, cargaban un brillo misterioso, idénticos a los de...

Dante...

Pensé al desviar los ojos hacia la mano que sostenía la muñeca de Vergil, este volteó y observó que era él.
-¿Qué haces por aquí hermano?-preguntó Dante observándolo.
-Dante, iba hacerte la misma pregunta-dijo observándolo también.
Sus miradas eran tán fuertes, cómo si desearan traspasarse, un ambiente incómodo en mi caso.
-¿Me podrías devolver la muñeca?-preguntó irónico Vergil sacando el brazo con brúsquedad-gracias-agradeció, no tenía ni una pizca de ello.
-¿Qué haces aquí Nero?-preguntó Dante aún sin sacar los ojos en Vergil.
-¿Qué hago aquí?-pregunté alzando una ceja-me fui de esa maldita misión-agregué por último, desvió los ojos hacia mi.
-No me sorprende que Dante sea egoísta-comentó Vergil soltando una sonrisa.
Dante volvió a mirarlo con odio, podía sentir cómo recorría en todo su cuerpo las ganas que deseaba de golpearlo ¿Por qué había tanto rencor entre ambos? ¿Acaso no son hermanos y entre familia no deben existir peleas?
-No me sorprende que tú sigas siendo el mismo idiota-dijo Dante soltando una sonrisa.
-Basta-dije levantándome y poniendo entre ellos-dejen de pelear ¿Si? Son hermanos y entre familia no debe haber peleas-agregué por último observando a los dos. Estos no dijeron nada, solo desviaron los ojos a un lado.
Volvimos al local de Dante, quién al entrar se fue escaleras arriba con una expresión de enojo.
-Dante-suspire observando hacia las escaleras, una mano se apoyó sobre mi cabeza.
-No te preocupes por él, siempre es así, se le pasará-dijo moviéndome los cabellos, me sonrojé un poco, era la primera vez que veía a Vergil de esa manera, aunque sea por poco tiempo ya que la mayoría de veces muestra una apariencia que es muy fría.
-¿Quieres tomar un café?-preguntó alejando la mano de mi cabeza mientras se iba en dirección a la cocina
-Claro-respondí siguiéndolo.
Mientras Vergil preparaba el café, me senté a observarlo detalladamente ¿Qué hacía aquí? y lo principal ¿Por qué me besó en ese momento? Volteó con los dos cafés y notó que lo observaba, de inmediato bajé la vista hacia la mesa.
-Ten-dijo dejando una taza de café delante de mi.
-Gracias-agradecí rápido y agarré la taza.
-¿Cómo conociste a Dante?-preguntó sentándose frente de mi.
-Bueno... fue realmente gracioso-respondí soltando una sonrisa.
Y estaba en lo cierto, Dante una vez se acercó a Kyrie y rodeó un brazo en su cintura, le quería coquetear sin darse cuenta de que estaba allí, fui lo más enojado posible y le dí un golpe en el rostro. Hubo un poco de pelea, pero después en días terminamos siendo amigos, muy extraño, la verdad que demasiado.
-Ya veo-soló una leve sonrisa.

¿Vergil sonriendo?

Pensé asombrado, era la primera vez que lo veía sonreír así de esa manera simple y....dulce.
-¿Tienes novia?-preguntó de la nada con sus penetrantes ojos en mi.
-¿Eh?-observé de ojos bien abiertos, fue muy rápida y sorpresiva esa pregunta.
-Si tienes novia, solo una duda-volvió a repetir.
No sabía que responder, mi cabeza no daba para tanto en ese momento, que idiota soy.
-No-negué bajando la vista, por el rabillo del ojo observé apenas que soltó una sonrisa, se levantó de su asiento, se acercó hasta mi, tomó de la barbilla, la ladeó hacia él y besó mis labios. Si, todo eso en segundos, en cuanto quise reaccionar se apartó y volvió a sentarse.
-Mejor-dijo, parpadee varias veces confuso.
-Debo...debo ir al baño-avisé riendo nervioso mientras torpemente me levantaba de la silla y me echaba a correr fuera la cocina.
Me fui directo escaleras arriba, apresuré el paso y me metí al baño cerrando la puerta con seguro.
-Maldición-maldije apoyando la espalda contra la puerta.
El corazón me latía a mil, estaba realmente confundido. Vergil...¿Siente algo por mi? Pero...¿Cómo?

Entre dos amores - DantexNeroxVergil. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora