IV

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Margot me observaba muy detenidamente, estaba segura que de su boca saldría algún comentario agrio, pero tan solo se limitó a mirarme.

Luego de un rato leyendo en la biblioteca, musito "¿Quién era ese chico?" levante la mirada y levante mis hombros en señal de no tener la menor idea de quién era. Siguió atenta a mí, hasta que arrancó con brusquedad el libro que sostenía en mis manos.

- Sabes...-susurro- te pregunto porque hay un chico que no ha parado de mirar hacia nuestra mesa.

- ¿De qué hablas?- pregunte girándome curiosa-...él es el chico de la feria-dije mirándola nuevamente.

- Pues a él me refiero precisamente- su tono de voz cambio al igual que los gestos en su rostro- ¿Quién es?

- Pues me dijo que era un ex compañero de primaria, pero sinceramente no lo recuerdo- musite tomando nuevamente el libro- me ha dicho que se llama Erik Samdrew, pero ni su apellido me parece conocido.

- Y no te parece siquiera sospechoso que un completo extraño diga conocerte y trate de coquetearte mientras yo estoy aquí- se levantó molesta- esto es insólito.

- Margot- dije levantándome- ¿Qué te pasa? ¿Estás loca?- sostuve su mano- se supone que nadie sabe que somos pareja y tú haces un espectáculo con tus celos irracionales.

- ¿irracionales?- susurro sentándose- ¿me quieres ver la cara de idiota acaso?

- Dios...esto es ridículo ¿Que acaso no te das cuenta que siempre te he amado a ti y solo a ti?

- Eres una....- sonrió repentinamente- ...lo lamento es solo que jamás me había percatado de cómo te miran otras personas.

- Oye, el motivo de que estemos unidas es porque así lo hemos decidido y porque nos amamos de verdad, es absurdo mirar a otras mujeres o a chicos si no eres tú así que ¿Puedes confiar en mí?

- Lo sé, lo sé...inseguridad...además ese imbécil sigue mirando hacia acá- frunció el ceño- te juro que me levantaría y golpearía su cara.

- Por favor- dije en tono burlesco- mejor vamos a almorzar chica agresiva.

Durante el almuerzo, Margot siguió mirando alrededor nuestro como si buscara a Erik por todos lados para enfrentarle, más solo perdió su tiempo porque él jamás se apareció por ahí. Nos separamos a la tercera hora, cuando ella tenía clases de cálculo y yo de biología avanzada, fue ahí donde por accidente choque con Samdrew en el pasillo.

- Lo lamento- musite levantando los apuntes- no te vi aparecer.

- Samanta- rió- tranquila ha sido un accidente ¿Vas a la clase de biología?

- Sí, creo que si - conteste algo ruborizada- enserio lo lamento, debo irme.

- Pues te acompaño- agregó arreglando un mechón de mi cabello- tenemos la misma clase y...sabes hoy te he visto en la biblioteca con una chica ¿Es tu hermana?

- No, no- contesté esbozando una sonrisa- ella es mi mejor amiga, vivimos juntas a las afueras del campus.

- Vaya, es muy guapa al igual que tu- se sonrojo- me preguntaba si tu amiga y tu tendrían planes para esta noche...claro sin ánimos de importunar.

- La verdad Erik, creo que sí tenemos planes de chicas hoy y...

- Oye, oye- interrumpió ubicándose al frente mío y deteniendo mi paso- digamos que no es una cita, si no que velo como una junta de viejos amigos o compañeros, como tu prefieras- sonrió nerviosamente- además será solo una hora y si de verdad no te agrada no volveré a molestarte, pero si por algún motivo tu amiga y sobre todo tu persona considera que soy un buen chico que las hizo pasar un buen rato, tendrás una cita conmigo ¿es un trato?

- Dudo que lleguemos a tener una cita Erik- conteste secamente- tengo novio.

- Entonces permite esta noche y no te molestare más ¿Es un trato?

- ¿Acaso eres un hombre persistente?- pregunte riendo mientras lo apartaba de mi paso.

- Oye no he llegado hasta esta universidad por mis encantos naturales- contesto caminando a mi lado- cuando uno quiere conseguir algo se esfuerza hasta alcanzar la meta y si en este caso la meta es lograr que me concedas una cita para hoy, entonces seré un hombre persistente para ti. ¿Es un sí?

- Lo pensaré- añadí mirándolo- eso no quiere decir nada...

- Para mí ya es una sí-musitó acercándose- supongo que es lo justo.

- ¿A qué te refieres?

- A que si yo insisto tú y yo tendremos una cita- contestó abriendo la puerta- adelante señorita Samanta.




Hilo DoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora