High School Disney

28. De Fiesta, Celos y Planes

Había muy pocas cosas en este mundo que sorprendieran a Alicia Lidell, pero aquello que había visto, sobrepasó todo lo bizarro que podían soportar sus hermosos ojos azules. Y es que ver al bien llamado "La Bestia" besando con evidente ardor a la más Nerd de todo el instituto no era normal.

Era como si hubiese caído en un universo paralelo. 

Estaba en estado ¡WTF!

Así que se apresuró a abandonar aquel lugar y dejar a que la parejita ardiente terminara de incendiarse.

¡Oh yeah, Baby!...

Sin embargo, ver esa escena la hizo recordar a cierto sexy profesor, que también era su novio. A su hermoso Mad Hatter. Y es que a pesar de estar divirtiéndose un montón con Lilo y Wendy en aquella fiesta, no podía dejar de extrañarlo.

A pesar de que muchos podrían considerar un romance prohibido con un profesor como algo excitante, la verdad es que era algo desgastante y frustrante. A ella le gustaría poder salir a pasear con él tomados de las manos, poder besarlo en público, ir a fiestas juntos y gritar a los cuatro vientos que estaba irremediable y estúpidamente enamorada de la perfecta combinación entre Mr. Darcy y Sebastian Stan reunida en un profesor de Literatura.

—Uff...Que difícil es llevar un noviazgo con él —Musitó ella con diversión.

—Ni la mitad de lo difícil que es ser tu novio —Contestó una voz que la estremeció de la cabeza hasta los pies y le produjo una alegría instantánea.

—¡Mad! Estas aquí —Dijo con una sonrisa.

—Pues sí, por mi hermosa y arrebatada Alicia, iría a cualquier parte... Excepto a una tienda de ropa en rebaja, ahí no entro ni muerto.

Mientras él hablaba, la emoción de Alicia decayó cuando comenzó a percatarse del escenario en el que se encontraban.

—¡Mad, ¿estás loco?! ¡No puedes estar aquí!, no es que me desagrade verte enfundado en esos sexys pantalones ajustados que me encantan, pero realmente no puedes estar aquí.

—Pues sí, yo estoy loco, tú también y más de la mitad de los que están esa fiesta igualmente lo estan. —Aquello logró hacerla reír nuevamente con gracia—Además tenía ganas de tener un baile contigo en una loca fiesta organizada por un egocentrico adolescente, darnos uno que otro beso...   —Mientras Mad hablaba la iba haciendo retroceder hasta quedar arrinconada contra el tronco de un árbol—...Abrazarte mucho, hacerte cosquillas y entregarte a un amiguito para que no estés sola.

Alicia miraba expectante como Mad se sacaba el sombrero de copa que llevaba y dejaba ver ahí sobre su cabeza a un pequeño y tierno conejito blanco.

—¡Oh my Glob! ¡¿Es mío?! —Soltó la rubia con emoción mientras tomaba en sus manos al suave animalito.

—No, es para la loca de los gatos de Los Simpson, ¡Obvio que es tuyo!.

—Realmente estás loco, mira que traer un conejo a una fiesta.

—Sé que loco y todo te gusto —Contestó el pelirrojo acercándose a ella y plasmando un delicado beso en sus labios.

—Y yo sé que te gusto locamente —Dijo Alicia con una sonrisa mientras miraba soñadoramente al chico frente a ella.

Si, eran un par de locos, pero las mejores personas lo estaban.

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Kida se encontraba sentada en uno de los varios sillones blancos que se encontraban regados por todo el salón donde se estaba llevando a cabo aquella fiesta con un vaso de refresco en la mano. En un principio se había sentido incomoda con el ajustado vestido color de color azul con el que sus shopaholicas compañeras la habían obligado a vestir, pero después le había restado importancia, la verdad era que el uniforme del Club de Voleibol era más corto, así que se relajó.