High School Disney

27.1. Mini-Historia: La Bebida ideal

Mientras caminaba entre aquel mar de bailarines con delirios de lapas intentando verse sensuales frotándose cuales gato en una pared, Adam compuso su mejor expresión de matón de barrio bajo para que estos se quitaran de en medio y le dieran el paso.

Con una sonrisa ladina, camino hasta llegar frente a la barra de bebidas que se encontraba instalada en aquella exorbitante fiesta. 

Mirando a su alrededor, tuvo que admitir que aquel niño mimado de Naveen Maldonia sabia como dar una fiesta tremenda.

—¿Qué le ofrezco? —Le preguntó el Bartender con expresión impasible, mientras le señalaba una serie de bebidas, ya preparadas que reposaban en el mesón.
Adam estaba a punto de soltar un "solo darme un par de vasos de cualquiera, imbécil", cuando una bebida en particular atrajo su atención.
Era de un hermoso color ámbar con fresas en su interior, y por alguna razón le recordó a la chica que esperaba por él en el jardín : Dulce y delicada.

—No, ella no es así del todo —Masculló para si, al recordar como había perdido la paciencia durante las tutorías.

Bebida desechada.

Después fijó su mirada en otra, la cual tenia un color rojo y cerezas en el fondo.

—Mmm...

Si bien era de un carácter fuerte, reflejado así en el rojo, Bella Villeneuve, ciertamente no era empalagosa como aquellas cerezas...

Bebida descartada.

—¿Va a pedir algo de una buena vez? —Musitó el Bartender al verlo tan ensimismado.
Ante aquella interrupción, Adam lo miró con irritación, para luego tomarlo del cuello de su camisa y acercarlo bruscamente hacia él.

—Si quieres salir completo de esta fiesta, te recomiendo que dejes de fastidiarme, porque los puños me cosquillean por querer golpear algo... Y tu cara es lo más cercano.

El Bartender trago saliva y asintió.

¡Maldición! ¿Por qué rayos se estaba demorando tanto en elegir una simple bebida?

—Porque quiero algo que vaya acorde con ella. —Se respondió a sí mismo, para luego agregar con molestia— Soy patético.

Quería algo que fuera delicado como la chica que trataba con cuidado a los libros de la biblioteca, pero que fuera sutilmente agresiva, como la chica que lo regañaba por no prestar atención a sus explicaciones, frágil como la chica que llegó lastimada a la enfermería, pero fuerte, como aquella que estuvo a la par de él mientras eran perseguidos... Justo como esa bebida de vodka con jugo de durazno y pequeñas flores flotando en su interior...

—Dame un vaso de esa cosa —Dijo señalando la bebida elegida— Y una Coca-Cola bien fría.

Luego de recibir lo pedido, Adam compuso nuevamente su expresión para así abrirse paso entre la multitud y reunirse, con la chica que lo esperaba.
Con cada paso que daba, trataba de olvidar aquel extraño lapsus que lo poseyó y esperaba que Bella Villeneuve, la nerd del instituto, jamás se enterara de lo mucho que se había complicado para conseguirle una simple bebida.

Y pensar que aquella bebida traería tantas consecuencias...