38. Guerra de Corazones: Aurora y Phillip Parte 2

1.2K 88 87
                                    


Había ganado, pero no se sentía como una ganadora para nada.

Solo había perdido sus ilusiones y sueños de niña.

Pero ese no era el momento ni el lugar para venirse abajo, eso ya lo haría en su habitación envuelta cual oruga con su cobija escuchando Hello de Adele, pero ahora tenía que mostrarse emocionada y hacer feliz a esa pequeña que se lo merecía más que cualquiera. Asi que rapidamente se limpió aquella lagrima furtiva y con una sonrisa agradeció el premio y bajo de la tarima en dirección a las dos personas que la esperaban.

—¡Mira Eva, gané! —Dijo ella con entusiasmo— Ahora podrás venir con tus padres y compartir un día en familia.

La pequeña niña la miró con ojos brillantes y sin aviso se lanzó a los brazos de Aurora en un abrazo que la estremeció.

Eva era muy dulce.

—Muchas gracias Aurora.

Phillip solo se encontraba ahí tratando de pensar como debía de actuar frente a Aurora, ahora que tenía claro la magnitud de los sentimientos de ella. Porque el podría ser un negado a la palabra con "A", pero nunca tan imbécil como para ignorar los sentimientos de Aurora.

—Hey Phillip —Le llamó la rubia, sacándolo de sus cavilaciones— Creo que lo mejor es que llevemos a Eva a su casa

—Si, creo que es lo mejor, ya comenzó a anochecer —Estuvo de acuerdo el chico, para luego fijar su mirada a Eva y agacharse hasta estar a la altura de ella— Y no es bueno que una hermosa princesa como tú se encuentre fuera de su castillo tan tarde —Y remató la frase dándole un beso en el dorso de la mano.

Ante aquel gesto, Aurora no pudo evitar sonreír, y es que ahí estaba el porque Phillip era conocido como el "Prince Gentil", ya que cuando desplegaba todo su encanto era totalmente encantador.

—Pero mis padres no son de la realeza, por lo tanto, no soy una princesa —Contestó Eva con su ya conocida voz casi robótica.

—Eso no importa —Rebatió Phillip— Todas las niñas son princesas... Incluso Aurora —Dijo señalándola, pala luego bajar la voz y decirle en un susurro nada silencioso— Ella es una princesa dormilona.

Una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Eva, al tiempo que el corazón de Aurora se estrujaba un poquito más.

Yo siempre quise ser tu princesa...

.

.

Habían dejado a Eva en su hogar... Que increíblemente era blanco pulcro y estéril, tanto así que para ingresar al lugar tuvieron que dejar los zapatos en la entrada y prácticamente bañarse en antibacterial. Sin embargo, Aurora prefería mil veces pasar por esa situación a estar sola en el interior de aquel vehículo con Phillip luego de prácticamente vomitarle sus sentimientos a través de una canción.

Inspiró hondo y trato de serenarse, no quería que Phillip la viera alterada o algo por el estilo, así que se imaginó a Kristen Stewart mirándola con recriminación... Qué pensaría la actriz si la viera reflejando alguna emoción en su rostro.

Vamos chica, tu puedes... Solo imagina que eres Bella Swan...

Como estaba tan concentrada, no pudo evitar que su cuerpo temblara un poco, cuando Phillip trato de llamar su atención.

—¿Estas bien Aurora? ¿Tienes frío? —Le preguntó el castaño con un poco de preocupación, y sin dejarla responder, se quitó su chaqueta para pasarla por sobre los hombros de ella. —¿Ya estas mejor?

Ella solo pudo asentir, y es que la amabilidad del chico la estaba hiriendo mucho.

La desesperación la estaba consumiendo, ella solo quería llegar a su casa lo mas pronto posible. Asi que cuando notó que el auto se detuvo frente a su vivienda se permitió soltar un suspiro de alivio.

—Aurora —Le llamó Phillip, y cuando fijó su mirada sobre él notó que la expresión del chico se encontraba nublada por la tristeza. —Yo...Yo se que no soy la persona mas agradable del mundo, y muchas veces hemos discutido por cosas realmente estúpidas, pero quiero que sepas que yo nunca he querido hacerte daño de ninguna forma, yo te aprecio muchísimo...

—Phillip...

—Déjame terminar, por favor —Le dijo él en un ruego, al tiempo que la agarraba de las manos, y ella solo asintió, para que el pudiera seguir— ... Pero, a pesar de que te aprecio tanto, no puedo corresponder a tus sentimientos, y mientras estabas cantando en la feria, pude sentir lo fuertes que son. Y me duele decirte estas palabras, porque sé que te harán daño.

Al verlo tan acongojado, Aurora esbozó un intento de sonrisa.

—Phillip, yo nunca espere que tú me correspondieras —Le dijo mientras apretaba el agarre de sus manos— Tu siempre has renegado de todo lo que tenga que ver con el Amor, y tus motivos tendrás, pero sabes, yo no puedo controlar lo que mi corazón siente, y no es tu culpa no poder corresponderme. —Ella notó como la culpa lo embargaba y quiso evitarle eso —Ya sabes como soy, vivía en una nube rosa soñando que tu y yo éramos felices cumpliendo todos los clichés románticos, pero, esta princesa durmiente ya despertó de su hechizo y esta lista para enfrentar la realidad.

Él sintiendo una fuerte opresión en el pecho al escucharla hablar así, al verla así... Tan resignada.

—Perdóname Aurora

—No tengo nada que perdonarte, Phillip... Tu no has hecho nada malo, de hecho, agradezco tu sinceridad. —Y en un intento de aligerar el ambiente, ella intentó bromear— Tal vez ahora que solté esto que tenía aquí adentro finalmente, puedo fijarme en otros chicos y conseguirme un novio, o dos, quien sabe.

Al chico no le gustó nada como sonó aquello, y dándose cuenta que su intento de broma no surtió efecto, la sonrisa de Aurora decayó y toda la fortaleza que habia aparentado tener se vino abajo.

—¿Phillip, puedes darme un abrazo? ¿Por favor?

El asintió y la rodeó en un abrazo que quiso trasmitirle todo el consuelo que sus palabras no eran capaces de dar.

—Te libero de estos sentimientos Phillip, solo olvídalos. —Le susurró ella, y el pudo notar como las lagrimas empapaban su camiseta y aquello le rompió el corazón.

Cuando ella se separó de él, pudo notar los rastros de las lágrimas derramadas.

—Adios. — Y con esas palabras ella se apresuró a bajar del auto y aproximarse a su casa.

Sin embargo, mientras la veía marchar, una opresión dolorosa en el pecho le decía que no podía dejar las cosas así... Siente que si la deja marchar de esta manera, nunca mas podría alcanzarla... La iba a perder...

¡No! ¡No quería perderla!

Así que sin saber cuál era el siguiente paso a dar se baja del auto y corre tras ella, que ya se encontraba abriendo la puerta de su casa, cuando la alcanza la toma del brazo y la gira hacia él.

—Phillip, que estas...

—¡No!¡Las cosas no pueden terminar así! —Inquirió mientras con dulzura limpiaba los restos de lágrimas de su rostro —No quiero que nos terminemos alejando.


Sin saber de donde salió ese impulso, él se acercó al rostro de Aurora y unió sus labios con los de ella en un dulce beso, al tiempo que la estrechaba en sus brazos.


Y Aurora sintió que su dulce nube rosa... Se convertía en una tormenta de pesadilla.

High School DisneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora