AGATHION

Initiation

Magnus

Año 1700

– ¡Vámonos Agathion! Van tras Rosier, la han descubierto cambiar de cuerpo. – Ya estaba acostumbrado a las interrupciones de ésta clase.

Los humanos nos buscaban a todo momento y de alguna manera, nos encontraban. Seguramente había un demonio traicionero dando nombres y ubicaciones, aunque una "bruja blanca" también nos podía hallar.

– Relájate Bifronte, siempre podemos desaparecer antes de que nos quemen. – Ser un demonio tiene sus ventajas, claro está.

Nosotros en especial somos peculiares. No dejamos rastro y nos ocultamos muy bien en lugares no tan distantes de la comunidad. Nos gusta entrometernos con los mundanos.

Desde 1184, los humanos han empezado a "cazarnos", han atrapado a varios, últimamente más, aunque a veces son muy traicioneros y mienten para asesinar a alguien que no les agrada sin soltar ninguna sospecha.

Aprendemos de ellos para después jugar un buen rato, algunos demonios se divierten de forma más severa con ellos pero cada quien con sus gustos.

En lo personal solo siento algo de admiración por los humanos, no son de mi agrado pero cada día se aprende algo nuevo interactuando con algunos.

– Cada vez se acercan más Agathion, nos alejaremos totalmente al norte.

Estaba a punto de comentar algo, pero un repentino temblor bajo nuestros pies, me interrumpió. Maldije en mi mente, cuando desaparecimos del lugar. Sé que no es algo bueno.

Como demonios, somos miles alrededor del mundo, dependiendo de la región en la que nos hayan hecho, tenemos líderes cada uno pero pocas veces somos llamados por el mayor de todos los líderes, cuando algo importante ocurre.

– Bazofias, demonios tan inferiores como ustedes no deberían de ser requeridos aquí.

– Balberoth... No creo que hayamos sido invocados por ti así que, esfúmate como buen demonio que eres. – Dijo mi amigo con un deje de desprecio.

– Tengan cuidado, tal vez no sean de mi jerarquía pero los puedo destruir fácilmente. – Sin más se alejó.

Son varias jerarquías en éste oscuro mundo pero la Primera y gobernante de todo, está al mando de los Serafines, los ángeles caídos más poderosos. Los líderes son Balcebú, Leviatán y Asmodeus.

Por debajo de ellos están los Querubines, con Balbertoh de líder, despreciable demonio con una arrogancia inigualable.

– Escuchen demonios. – Detestaba los aquelarres y reuniones por ese estilo, mi cara de hastío siempre estaba presente aunque Balcebú fuera el orador. – Los mundanos están más empeñados en su era de la Inquisición, no se confíen de ellos, dejen de mezclarse tanto.

Bla, bla, bla... Es por esto que la mayoría de los demonios se juntan con los humanos, la vida de un demonio es eterna y monótona. Muchos se divierten con ellos, muy pocos se enamoran aunque sea mortífero y otros pocos, como Bifronte y yo, solo observamos de cerca.

– Rosier ha logrado escapar pero varios han sido atrapados y destruidos. – No me sorprendía eso.

Esa "mujer" siempre se sale con la suya por sus encantos y disque belleza humana. Estar prácticamente al mando de la Segunda jerarquía, le daba poderes significativos.

Después de un discurso, nos dejaron ir. Mi amigo y yo decidimos emprender nuestro viaje a un nuevo lugar para quedarnos otro par de siglos donde fuera.