Magnus
Hacía mucho que no me sentía inquieto, porque vamos, soy un demonio, un ser malévolo inmortal que todo y nada puede hacer cuando quiera.
Pero cuando vi ese dardo supe que algo se avecinaba y todo por mi culpa. Tenía que asegurarme de que las leyes que había entre los demonios, seguían intactas.
– ¿Quién Magnus? Por esa cara que tienes no creo que alguien bueno lo haya hecho. – Dijo Alec sacándome de mis pensamientos.
Este chico ya estaba empezando a conocer cada cosa que hacía, tal vez los gestos aún no porque las veces que hablamos eran de noche o con mucha oscuridad, pero aun así, ya sabía de qué trataba cada silencio que dejaba entre nosotros.
No sabía si tomar esto como bueno o malo. Pero siendo sincero... Me gustaba.
– No te preocupes, seguramente fue un pingo que andaba por ahí, a veces hacen eso. – Mentí, era algo más peligroso que un simple pingo.
– Bueno. – Pude apreciar esa sonrisa que solo con mis ojos de demonio podía ver en las noches.
Pero ahora, con la luz del sol, era mejor.
Cuando me habló, me costó horrores salir del anillo, aún no me sentía tan preparado para salir a tomar el sol; sin embargo, se escuchaba tan desesperado cuando dijo mi nombre, que me forcé a salir.
Sabía que no estaba en peligro porque lo hubiera sentido, el hecho de que esté el anillo en su mano, haciendo contacto con su piel, me da la posibilidad de sentir lo que él siente.
Si su corazón se acelera, el mío también, podía sentir sus diversas emociones. Era lindo porque ya tenía tiempo que no sentía los verdaderos sentimientos.
Sabía que era peligroso porque me estaba apegando mucho al chico, si después le borraba la memoria me iba a doler como si a él le doliera aunque no le recordase, y todo por hacer un tipo vínculo con él.
¿Pero qué podía hacer? Me estaba fascinando vivir así ésta vida aburrida.
– Iré a ver a mi amigo Ragnor, del que te he platicado.
– ¿Me dejarás? ¿No te pasa nada si te alejas? – Su extraña mirada de preocupación me hizo sentir a mí también algo extraño dentro de mí. Eso era nuevo.
– Para nada, estaré bien, no me tardaré tanto. – Le di una sonrisa para que esa cara de tristeza se le quitara del rostro.
Yo ya sabía perfectamente cada facción, gesto y mueca que hacía, por las tantas noches hablando, aunque era de noche me pude aprender las miles expresiones que tenía.
Ahora, era un libro abierto para mí.
– De acuerdo ¿te espero ésta noche?
– Trataré de no tardarme pero si lo hago, duerme, mañana tienes que entrar temprano.
Por los aceleres de su corazón, sabía cuándo entraba temprano y llegaba tarde, y eso pasaba cuando se nos ocurría a hablar hasta altas horas de la madrugada.
Después de una extraña pero linda despedida, me transporté a un bar de mala muerte. El mundo había cambiado en estos 17 años pero había lugares y personas que nunca cambiarían.
– ¿Dónde está Bifronte? – Pregunté directamente al barman medio demacrado.
– No sé de qué hablas.
– Oh vamos. – Hice aparecer mis ojos de demonio. – Sabes muy bien de qué hablo.
Con un ligero brinco y un asentamiento, se movió para la parte de atrás del bar. Aunque había personas muy enfermizas no me causaba ningún temor.

ESTÁS LEYENDO
AGATHION
Fanfiction[COMPLETA] No es su deber cuidar, no tiene razón alguna en hacerlo, le es indiferente las situaciones existenciales. Pero solo con verlo, simplemente le nació hacerlo. Pidió por él, un demonio al fin, puede generar problemas con solo tocarlo pero...